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01 AM | 30 May

Para el debate

EL COMUNISMO “AUTÉNTICO” DE JULIO ANGUITA Y SUS DISCÍPULOS Y LA “AMBIGÜEDAD” CALCULADA DE LOS TRANSVERSALES

tezanos250516

En mi artículo de la penúltima semana en Sistema Digital subrayaba que, según los datos de la última encuesta del CIS (abril), de todos los que votaron por Podemos el 20 de diciembre, el 9,5% se consideran socialdemócratas, un 12,1% socialistas, un 13,8% liberales, un 2,6% conservadores o demócrata-cristianos, etc., mientras solamente un 6,6% se consideran comunistas. Es decir, se trata de un electorado sumamente heterogéneo y no muy radical, hasta el punto de que la mayor parte se autoidentifican personalmente en espacios de izquierda moderada e incluso de centro y centro-derecha, mientras sitúan al partido por el que votaron en diciembre (Podemos) en una izquierda muy radical. ¿Cómo se explican tantas inconsistencias?

Los expertos en Sociología electoral nos dicen que estamos ante el típico electorado de aluvión, cuyas motivaciones de voto son (fueron) eminentemente coyunturales y no ideológicas. Es decir, han votado por Podemos porque están indignados, o porque quieren dar un escarmiento a otros partidos, o porque desean manifestar su protesta ante la mala situación laboral o social en la que se encuentran, y no porque sean comunistas, o extremistas, o populistas, o porque quieran que en España se apliquen políticas similares a las que han llevado a Grecia al desastre. De ahí la alta volatilidad de este tipo de electorado, que ha dado lugar a que en pocos meses Podemos haya caído espectacularmente en los índices de lealtad de voto, perdiendo el apoyo explícito (según las encuestas) de más de un tercio de los que les apoyaron el 20 de diciembre pasado.

¿En qué medida los nuevos pasos, comportamientos y alianzas establecidas por Podemos podrían salvar a esta fuerza política –ya claramente frentista- del descalabro que les auguran las encuestas más rigurosas?

Teniendo en cuenta el alto grado de volatilidad del electorado español, es difícil saber por anticipado qué va a pasar realmente el 26 de junio, por lo que hoy por hoy solo es posible realizar conjeturas.

De momento, parece que la línea predominante en Podemos (que ya ha cambiado no se sabe cuántas veces en su corta historia) consiste en reafirmar su definición comunista. No se trata solo de su alianza con la facción de IU más afecta al Partido Comunista Español, encabezada actualmente por Alberto Garzón, sino del rescate de figuras históricas del comunismo español, como Julio Anguita, del que los dirigentes del núcleo duro de Podemos se declaran discípulos y fieles seguidores, empezando por Iglesias Turrión, y del que los “enterados” siempre habían sospechado que era el inspirador principal de Podemos.

Ahora las dudas se han despejado, y todos hemos visto a Julio Anguita volviendo a primer plano, enardeciendo a las gentes de Podemos y hasta haciendo llorar de emoción al propio Iglesias Turrión. El problema es que con Julio Anguita retorna a primer plano el comunismo más rancio y más hostil a la socialdemocracia, en una forma que recuerda tiempos que no condujeron a nada positivo.

Antes de reaparecer públicamente, incluso considerando la posibilidad de incorporarse a las listas electorales de Podemos, Julio Anguita había hecho unas declaraciones –por cierto, al diario El Mundo, en recuerdo sin duda a los años de la estrategia de las dos orillas y de la famosa pinza al PSOE-, en la que sostenía que “Pablo Iglesias había conseguido lo que él quería, crecer a costa del PSOE”. Y ya en febrero de 2016 afirmaba contundentemente que Podemos jamás gobernaría con los social-traidores del PSOE. “Olvídese –le decía al periodista-. Jamás van a gobernar juntos”. Y añadía que Pablo Iglesias era un “auténtico rojo”, un “verdadero leninista”, como él mismo, apuntando una próxima convergencia con su otro discípulo predilecto, Alberto Garzón (Vid. El Mundo, 21 de febrero de 2016).

Y en eso, precisamente, es en lo que estamos en estos momentos. Ante una explicitación de intenciones e identificaciones que no se había producido en los comicios de diciembre. Lo que permite que el 26 de junio los electores puedan decidir su voto con mayor conocimiento de causa, y con una visión más realista, que permitirá saber de antemano a qué atenerse después.

A Julio Anguita se le podrán criticar muchas cosas, pero desde luego no la de no ser claro y decir las cosas como las piensa. Para él ser rojo y un comunista auténtico es una cosa bien concreta que no tiene por qué coincidir con lo que han pensado y hecho otros comunistas oficiales en España en tiempos recientes. Por ejemplo, Santiago Carrillo y muchos otros miembros del PCE, que desde hace años han estado abiertos a grandes pactos (Constitución, Pactos de la Moncloa, pactos municipales, etc.) y cuyo propósito –casi su obsesión- no ha sido, hoy por hoy, intentar acabar con el PSOE y con el sistema establecido, como sea.

Después del colapso absoluto de la URSS –junto a las aberraciones estalinistas- y de otras experiencias afines, a algunos nos cuesta trabajo entender cómo hoy en día personas inteligentes pueden defender todavía determinados modelos y enfoques políticos y económicos. Y me consta que a algunos miembros del viejo PCE también les cuesta entender determinados comportamientos, por parte de quienes están dispuestos a jugárselo todo a una carta –casi a la ruleta rusa- y que no entienden que en los procesos políticos concretos hay que saber aprovechar las circunstancias favorables para intentar añadir al curso social componentes progresistas –es decir, avances- apoyando las propuestas programáticas realmente viables. Algunos lo llaman a esto “posibilismo”, en sentido peyorativo; pero, ¿qué es realmente la política sino el arte de lo posible?

A los que se salen de esa senda y se apartan de la realidad y del sentido común ya se ha visto históricamente lo que les sucedió, y lo que aún les está sucediendo en Grecia, en Venezuela y en otros lugares.

De eso es de lo que habría que debatir con veracidad y transparencia en la próxima campaña electoral, sin asustarse a priori por las etiquetas que cada cual quiera ponerse encima. Por eso, los periodistas y comentaristas que se rasgan las vestiduras cuando algunos líderes se cuestionan –creo yo que con toda legitimidad- la validez y pertinencia actual de determinados enfoques comunistas, solo demuestran que están cayendo en el papanatismo más simplón. Argumentar de tal manera y cuestionar tales posturas supone dar la vuelta a la realidad, pretendiendo tapar la boca a opiniones y argumentos diferentes y, desde luego, que nada tienen que ver con los viejos tics propagandísticos del franquismo. Lo que algunos líderes y candidatos hacen es hablar con claridad de las cuestiones políticas actuales.

En realidad, la etiqueta de comunistas o de “anguitistas” no se la están sacando de la manga los líderes que critican tales posturas, o discrepan de ellas, sino aquellos que últimamente se han empezado a reclamar abiertamente como tales, empezando por el propio Julio Anguita, que nunca pretendió disimular, ni dar gato por liebre.

El problema no está, pues, en las etiquetas –allá cada cual con las que quiera emplear-, sino con el sesgo específico que se da a determinadas estrategias políticas y electorales. Santiago Carrillo, y tantos otros, también eran comunistas, pero rechazaron las prácticas estalinistas y frentistas, dejaron de considerar a los socialdemócratas –al PSOE en este caso- como sus “enemigos principales”, se manifestaron dispuestos a los entendimientos, en aras del bien común y de los intereses de los trabajadores y de otros sectores infraposicionados socialmente, intentando encontrar una nueva orientación o lectura del comunismo adaptada a los tiempos actuales. Lo que algunos calificaron en su día como “eurocomunismo”.

Pero otra cosa muy distinta son las fantasías alejadas de la realidad, las demagogias sin trasfondo programático real y los infantilismos izquierdistas que pueden generar mucho ruido, mucha protesta, mucha emoción y mucha contestación, pero muy pocos avances concretos, evaluables en términos de medidas específicas y buenas políticas aplicables. A no ser, claro está, que se pretenda convencernos de que la política de Txipras en Grecia supone un avance positivo. ¿Como no sea un avance hacia el precipicio? Habrá que ver, pues, si el ínclito Iglesias Turrión en la próxima campaña sigue defendiendo con la misma pasión a sus camaradas griegos, con gritos tales como el famoso “¡Espera, Alexis, que ya llegamos nosotros y vamos a ser más fuertes!” (13 de julio de 2015). ¿Para qué quieren –y prometen- ser más fuertes?

En cualquier caso, ahora con el “anguitismo” explicitado las cosas van a estar mucho más claras.

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05 PM | 27 Mar

Día mundial del teatro

El Día Mundial del Teatro (World Theatre Day) se celebra todos los años el 27 de Marzo.

El día Mteatroundial del Teatro se creó en 1961 por el Instituto Internacional del Teatro (IIT). Se celebra anualmente el 27 de Marzo por los centros del IIT y la comunidad teatral internacional. Se organizan distintos acontecimientos de teatro nacional e internacional para resaltar esta ocasión. Uno de los más importantes es la distribución del Mensaje Internacional tradicionalmente escrito por una personalidad del Teatro de talla mundial invitada por el Instituto Internacional del Teatro.

 

El autor de este año es el aclamado director y profesor de teatro ruso ANATOLI VASSILIEV.
Su mensaje:
“¿Necesitamos al teatro?
Esa es la pregunta que miles de profesionales decepcionados del teatro y millones de personas que están cansados de él se preguntan.
¿Qué necesitamos del teatro?
En estos años en que la escena es tan insignificante, en comparación con las plazas de las ciudades y los tierras de los países, donde se están jugando las tragedias auténticas de la vida real.
¿Qué pasa con el teatro?
Galerías y palcos chapados en oro en las salas de teatro, sillones de terciopelo, alas sucias en escenarios, bien pulidas voces de los actores, – o viceversa, algo que puede tener un aspecto aparentemente diferente: cajas negras, manchadas de barro y sangre, con un montón de cuerpos desnudos rabiosos en el interior -.
¿Qué es capaz de decirnos?
¡Todo!
El teatro nos lo puede decir todo.

Como los dioses habitan en el cielo, o cómo los presos languidecen en cuevas olvidadas bajo tierra, o cómo la pasión nos pueden elevar, o cómo el amor nos puede arruinar, o cómo nadie necesita una buena persona en este mundo, o como reina el engaño, o cómo la gente vive en apartamentos, mientras los niños se marchitan en campos de refugiados, o las formas en que todos tienen que volver de nuevo al desierto, o cómo día tras día nos vemos obligados a desprendernos de nuestras personas queridas, – el teatro puede decirlo todo.

El teatro siempre ha sido y seguirá siendo siempre.

Y ahora, en estos últimos cincuenta o setenta años, es particularmente necesario. Porque si usted lanza un vistazo a todas las artes públicas, se puede ver de inmediato lo que sólo el teatro nos da, una palabra de boca en boca, una mirada de ojo a ojo, un gesto de mano en mano, o de cuerpo a cuerpo. No se necesita ningún intermediario para trabajar entre los seres humanos, que constituya el lado más transparente de la luz, que no pertenezca a ningún sur o norte o este u oeste, oh no, es la esencia de la propia luz, que brilla en todos los rincones del mundo, inmediatamente reconocible por cualquier persona, ya sea hostil o amigable hacia ella.

Y necesitamos al teatro que permanece siempre diferente, necesitamos teatro de muchos tipos diferentes.

Aún así, creo que entre todas las formas y formas de teatro posibles, sus formas arcaicas ahora resultan ser la mayoría en la demanda.

Teatro de las formas rituales, no hay que oponerse artificialmente a las de las naciones ‘civilizadas’.

La cultura secular está siendo cada vez más castrada, la llamada “información cultural” sustituye gradualmente y empuja a entidades simples, casi como nuestra esperanza de que con el tiempo se acabe el día.

Pero puedo verlo claramente ahora: el teatro está abriendo sus puertas ampliamente. Entrada gratuita para todos y para todo el mundo.

Al diablo con aparatos y equipos – sólo tienen que ir al teatro, ocupar filas enteras en el patio de butacas y en las galerías, escuchar la palabra y mirar las imágenes vivir!

– Es el teatro que está delante de usted, no se descuide y no se pierda la oportunidad de participar en él, tal vez la oportunidad más preciosa que tenemos en nuestras vidas vanas y apresuradas.

Necesitamos cada tipo de teatro.
Sólo hay un teatro que seguramente no es necesitado por nadie, me refiero a un escenario de juegos políticos, un teatro de políticas “ratoneras”, un teatro de políticos, un teatro inútil de la política.

Lo que sin duda no necesitamos es un teatro de terror cotidiano – ya sea individual o colectivo, lo que no necesitamos es el teatro de cadáveres y sangre en las calles y plazas, en las capitales o en las provincias, un teatro falso de los enfrentamientos entre religiones o grupos étnicos…”

 

ANATOLI VASSILIEV
(*) Este año el autor del mensaje del Día mundial del teatro es el aclamado director y profesor de teatro ANATOLI VASSILIEV, considerado el más grande director ruso de su generación,

 

Fundador de la Escuela de Arte Dramático del Teatro de Moscú (1.987), que se convierte en un laboratorio de experimentación sobre la voz y el cuerpo del actor. Vassiliev se dedica a la puesta en escena de textos no teatrales con el fin de interrogar su oralidad y valor literario. Después de haberse educado musicalmente a sí mismo, a menudo retorna a la música en su obra. Luego de estudiar en profundidad las estructuras de la obra a través de la metodología del «Etude» se ve interesado en las formas de la vida interior de una idea, que pueden manifestarse a través del verbo. Estudia la materialidad del sonido, la entonación, buscando poner las palabras en movimiento: “el sonido debe hacerse carne”.

En 2006, tras un conflicto con las autoridades administrativas de Moscú, Vassiliev sale de su cargo en la Escuela de Arte Dramático y se traslada a Europa. Trabaja en París, Lyon y Londres. Tres años más tarde es invitado por el director del Teatro Bolshoi para poner en escena una adaptación de “Don Giovanni”. En 2010 pone en marcha un curso de tres años para la formación de educadores de teatro. El curso, con sede en Venecia, tiene una duración de dos meses cada año y está dirigido principalmente a profesionales italianos, aunque también atrae a educadores, actores y directores de todo el mundo. En 2011, en el Instituto Grotowski en Wroclaw, Polonia, crea un seminario de investigación sobre técnicas de actuación. El seminario duró 2 años y reunió a los graduados del curso de Venecia junto a actores de varios países europeos.

 

Hasta el próximo 30 de abril, dirigida por A. Vassiliev, estará en escena “La Musica Deuxième” deMarguerite Duras, en la Comédie Française en París.

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