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01 AM | 13 Dic

EL HONOR PERDIDO DE KATHARINA BLUM

Rodada en un momento de especial efervescencia creativa en su país (el llamado “nuevo cine alemán”, con Schlöndorff, Fassbinder, Herzog, Kluge, Wenders…), esta película adapta —a mi modo de ver, de una manera ejemplar— la novela homónima del premio Nobel Heinrich Böll, contundente alegato contra la prensa sensacionalista.

Katharina es una joven que se acuesta con hombre, sin saber que es un fugitivo de la justicia, y por ello es acusada por la policía de complicidad. Un periodista encuentra en este caso la oportunidad de su vida, no para esclarecer la verdad, sino para conseguir un gran éxito editorial a base de mancillar el nombre de la chica, hurgando ferozmente en su pasado y tergiversando los hechos y las declaraciones de ella y de sus allegados. El diario para el que trabaja es citado, tanto en la novela como en la película, como el Periódico, aunque en ambos casos un rótulo informa al lector/espectador: “Si ciertos procedimientos periodísticos recuerdan los del Bild-Zeitung, el paralelismo no es intencionado ni casual, sino inevitable”.

Böll escribe la novela con un estilo conciso, en capítulos cortos, casi a modo de informe. De manera análoga, Schlöndorff y su mujer, von Trotta, plantean una puesta en escena seca, distanciada y austera. Considero muy acertada esta frialdad expositiva, ya que, al no forzar los sentimientos y convertirnos en mudos, incómodos e impotentes testigos de un implacable proceso de usurpación del honor que avanza como un mecanismo de relojería, finalmente se remueven nuestras entrañas de un modo mucho más poderoso. En este mismo sentido, la actriz Angela Winkler tampoco busca una fácil identificación del espectador para con su calvario, sino que se decanta por una introspectiva interpretación de rictus difícil que revela muy bien ese sentimiento de que “la procesión va por dentro”.

Así pues, pienso que estamos ante una ración de muy buen cine, y además un cine de la denuncia siempre necesaria. Naturalmente, no se trata de caer en juicios reduccionistas en contra de la prensa (una película coetánea y basada en hechos reales como “Todos los hombres del presidente” nos habla también de sus posibilidades en un sentido positivo). Pero resulta verdaderamente triste constatar como una ficción urdida por un escritor (por tanto, donde siempre cabe la nota exagerada) resulta un juego de niños si se compara con las prácticas que en este país, en la hora en que escribo estas líneas, realizan algunas cadenas de televisión.

QUIN CASAL

 

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03 PM | 09 Dic

INTERRELACIONES

INTERRELACIONES

Una cosa lleva a la otra. El sábado pasado nos pusimos en modo TENNESEE con dos pequeñas obras que se representaron en el teatro Carlos III, la primera, que se termina  recordando a Chejov, me llevó al libro de Irene Nemirovski, la biografía que ilumina su figura y que nos sirvió como anticipo al Tío Vania que dieron en las salas del Matadero.

Al salir me encontré con caras conocidas, de los que asisten a las sesiones de los jueves, encantados con Fassbinder, quien trabajó curiosamente en la obra que vimos y que se transformó en un corto dirigido por Douglas Sirk con el título “Bourbon Street Blues”. La reseña dice “una vieja pensión sureña, mas o menos reconvertida en burdel. La casera hace la ronda habitual para conseguir que sus inquilinos paguen la renta. Allí viven como pueden la señora y un escritor” ¡bingo ¡“La marquesa de Larkspur Lotion” Fassbinder habla de Douglas Sirk en estos términos :

“El cine es como un campo de batalla”, decía Sam Fuller -que en 1948 escribió el guion de Shockproof para Douglas Sirk- en una película de Jean-Luc Godard, frase que poco antes de rodar Al final de la escapada también escribió en el número 94 de Cahiers du Cinéma a propósito de Tiempo de amar, tiempo de morir (1957). Pero ninguno de nosotros, ni Godard, ni Fuller, ni yo, estamos a la altura de Douglas Sirk, el cual dijo: “El cine es sangre, lágrimas, violencia, odio, muerte y amor”. Y Sirk ha hecho películas de sangre y lágrimas, de violencia y odio, películas de muerte y películas de amor”. ¿seguimos? Asistamos el jueves a la proyección de “las amargas lágrimas de Petra Von Kant”

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09 PM | 05 Dic

Las amargas lágrimas de Petra von Kant

Las amargas lágrimas de Petra von Kant es una modélica pieza de Kammerspiel rodada con minuciosa precisión. Se desarrolla por completo en la vivienda-estudio de la diseñadora de modas Petra von Kant: recientemente separada de su marido, vive con Marlene, su secretaria-esclava que exhibe una simbólica mudez. Cuando su amiga y confidente Sidonie le presenta a Karin, una joven de origen humilde, Petra se enamora locamente de ella y le promete que va a convertirla en una famosa modelo. Sin embargo, la bella aspirante decide abandonarla poco tiempo después para reunirse con su marido, que se encontraba en otro país y ahora vuelve a Frankfurt. Petra cae entonces en una profunda depresión que la hace estallar de rabia delante de su hija, su madre y Sidonie. Cuando finalmente reconoce que solo ha intentado poseer a Karin en lugar de amarla, ofrece entonces a Marlene unas nuevas relaciones que no están basadas en el servilismo y la dominación, pero la secretaria hace su maleta y se marcha.

 

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01 AM | 29 Nov

Los elementos del desastre: Aguirre, la ira de Dios, de Werner Herzog

Los elementos del desastre: Aguirre, la ira de Dios, de Werner Herzog

“En el momento sentí que la película era algo como una prueba personal. Si fallaba, sabría que no sería capaz de hacer algo que pudiera ser visto de manera amplia e internacional y que tendría que volver a hacer películas como Signos de vida. El filme fue una prueba de mi marginalidad”.

– Werner Herzog

El comandante Ursúa pregunta quien ordenó construir otras balsas, pues su idea era regresar al campamento de Gonzalo Pizarro y no proseguir río abajo. Un soldado le responde señalando a Lope de Aguirre que está sentado más allá, sobre una roca a la orilla del río. Sin decir nada Ursúa lo mira. Ahora la cámara enfoca a Aguirre que, primero, mira hacia abajo y luego hacia el frente, donde sus ojos se posan sobre Ursúa, con una fijeza y una profundidad tan perturbadoras que son inverosímiles. Esa mirada distante le está diciendo que él no va a dar marcha atrás, que al campamento de Pizarro no va a regresar, que la búsqueda de El Dorado no puede suspenderse, que los días de Ursúa como jefe de la expedición ya han llegado a su fin. Esa mirada inaudita –que es la de Klaus Kinski, ninguno más podría tenerla- resume este filme. No estamos ante una historia racional, estamos ante un relato visceral, que sale de las mismas simas de donde surge esa mirada, mezcla de todo el odio, desprecio y desdén que Lope de Aguirre es capaz de generar.

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12 AM | 29 Nov

Manifiesto de Oberhausen

Manifiesto de Oberhausen

«La desaparición del viejo cine convencional alemán da al nuevo cine la posibilidad de vivir.
Los filmes cortos de los jóvenes autores, directores y productores han obtenido gran cantidad de premios en festivales internacionales y han hallado el reconocimiento de la crítica internacional. Estos trabajos y sus consecuentes éxitos muestran que el futuro del cine alemán está ne manos de aquellos que han demostrado hablar un nuevo lenguaje cinematográfico.
Como en otros países, también en Alemania el cortometraje ha sido escuela y campo de experimentación para el largometraje. Declaramos nuestra exigencia de crear los nuevos largometrajes alemanes. Este nuevo cine necesita libertades nuevas. Libertad ante las convenciones usuales de la profesión. Libertad ante las influencias comerciales. Libertad ante los grupos de presión.
Para la producción del nuevo cine alemán tenemos ideas creativas, formales y económicas concretas. Juntos estamos preparados para resistir riesgos económicos.
El viejo cine ha muerto. Creemos el nuevo.»

Oberhaüsen, 28 de febrero de 1962

Bodo Blüthner, Hans-Jürgen Pohland, Boris v. Borresholm, Raimond Ruehl, Christian Doermer, Edgar Reitz, Bernhard Doermer, Peter Schamoni, Heinz Furchner, Detten Schleiermacher, Rob Houwer, Fritz Schwenicke, Ferdinand Khitti, Haro Senft,Alexander Kluge, Franz-Josef Stropel, Walter Krüttner, Heinz Tichawsky, Dieter Lemmel, Wolfgang Urchs, Hans Loeper, Ronald Martini, Wo

Oberhausen01 Alexander Kluge en la presentación del Manifiesto de Oberhausen, 1962.

 

 

oberhausen manifiesto

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