08 PM | 21 Feb

algo sobre verdebra

  

                                  Esto es lo que dicen en cinelacion

         ¿Porqué razón Abuladze es menos conocido, reconocido, que Tarkovski?

Por tres sencillas razones, porque es más honesto, más visceral, porque es menos cine-decó, porque es georgiano, no ruso, a pesar de que Georgia es la cuna de Kalatozov, Paradjanov, Daneliya, y Iosseliani.

Para quien no le conozca decir que sería el resultado de combinar a Eisenstein, con Paradjanov, Pelechian, y Andonov.

En los países del Este su cine podría denominarse simbólico, por suerte aquí en el Oeste ese simbolismo se convierte en críptico, en imágenes puras, sin significado, de una potencia visual que acojona, que Tarkovski no podría ni imaginar.

Cine religioso en su sentido ritual, misterioso, de misa en latín, a años luz del simbolismo de manual de las películas medievales de Bergman, Vlacil, o Jancsó.

Cuando el símbolo trasciende, hace olvidar, su significado oculto, se convierte en icono, en representación material de lo inmaterial.

Desconozco el sentido que hay detrás de las imágenes de Vedreba, y no quiero saberlo, sólo sé que la he visto con la misma emoción, con el mismo respeto, con el mismo miedo, con el que se contempla una procesión de Semana Santa, un auto sacramental, una aparición.

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07 PM | 21 Feb

QUE EL MAR NEGRO CHOQUE CON EL CASPIO

                                                    FELAS

La película“El árbol de los sueños” forma parte de la trilogía más conocida del director Tegiz Abuladze. Basada en unos cuentos del escritor Gueorgi Leonidze, configura una espléndida historia épica llena de imágenes de la vida de un pueblo de montaña. Los primeros planos sorprenden por la fotografía exquisita y su poesía: ¡Tetra! ¿Qué tienes? Soy yo, Guedio, y el caballo llora ante su presencia. Cuando el tío Tsitskore saca su puñal diciendo que no hay que dejar que sufra más, se hace un fundido en rojo con las amapolas evitando el sufrimiento. Hasta los caballos fallecen en la pendiente, donde crece una hierba mala por los combates que allí se produjeron. Sacerdotes corruptos, patriotas, idealistas, locos, son claves difíciles de entender si no se conoce la historia de Georgia, mezcladas con el trágico amor entre la joven Marita y Guedio, y la presencia de Pupala, enamorada de un extranjero invisible que combate con tono de humor el patriarcado que domina la vida de las mujeres locales siempre juntas y de negro debajo de los árboles. Marita se ve obligada a montar un burro (sentada hacia atrás) que la llevará a la muerte en un acto de venganza popular y de destrucción de la belleza, por negarse a aceptar la boda de conveniencia, mostrándose sutilmente la violencia del pueblo, con un simbolismo parecido al que vimos en “La lengua de las mariposas” de Cuerda
Paisajes de montaña, amapolas, flores, valles, es como si viéramos una Pintura de Pieter Brueghel. Estoy dispuesto a ser el primero en el combate por la libertad, ¡ayudarme a encontrar el árbol mágico! Una excelente película.

 

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12 PM | 18 Feb

LA GEORGIA ENTIGUA Y MEDIEVAL

La actual Georgia en los tiempos del Imperio Romano estaba dividida en una parte occidental llamada Cólquida (donde los griegos crearon varias colonias en la costa) y otra interna llamada Iberia. Los Romanos conquistaron con Pompeyo la parte costera de Georgia a la que dieron el nombre de “Provincia de Lazicum”, mientras redujeron a vasallaje el reino de Iberia. Por siete siglos la Georgia romana fue controlada por Roma y Constantinopla, dejando una huella indeleble en la religión cristiana de los georgianos.

Estos dos reinos georgianos en la antigüedad, Iberia en el este del país y Cólquida en el oeste, estuvieron entre las primeras naciones de la región que adoptaron el Cristianismo (317 y 523, respectivamente).

 

Egrisi presenció con frecuencia batallas entre los rivales Persia e Imperio Oriental romano, los cuales pretendían conquistar Georgia cada cierto tiempo después del segundo siglo después de Cristo.

Como resultado de esto, estos reinos fueron desintegrados en varias regiones feudales en los primeros años de la Edad Media. Esto hizo fácil a los árabes conquistar Georgia en el siglo VII. En los comienzos del siglo XI, las regiones rebeldes fueron liberadas y unidas al reino de Georgia. Comenzando el siglo XII, el dominio de Georgia se extendió sobre gran parte del Cáucaso meridional, incluyendo zonas nororientales y casi toda la costa norte de lo que hoy es Turquía.

Este reino de Georgia, que era tolerante con sus súbditos musulmanes y judíos, fue sometido por los mongoles en el siglo XIII. Consecuencia de ello fue que los diferentes gobernadores locales lucharon por su independencia del gobierno georgiano central hasta la total desintegración del reino en el siglo XV. Los reinos colindantes aprovecharon la situación, y desde el siglo XVI el Imperio Persa y el Otomano subyugaron el este y el oeste de Georgia, respectivamente. Los gobernadores de estas regiones, que habían conservado en parte su autonomía, organizaron rebeliones en varias ocasiones. Sucesivas invasiones persas y otomanas debilitaron a los reinos y rebeliones locales. Como resultado de las guerras contra los estados islámicos la población de Georgia se vio reducida a 250.000 habitantes.

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11 PM | 15 Feb

LA REVOLUCIÓN DE ISLANDIA

         IGNACIO ESCOLAR

       DIARIO PUBLICO

 Ahora que el pueblo egipcio ha triunfado, o al menos lo parece, es buen momento para hablar de otra revolución mucho más desconocida: la de Islandia, ese país que el FMI de Rato ponía como ejemplo a seguir y que acabó completamente quebrado, hundido por los escombros de una banca cancerígena que convirtió la isla en un inmenso hedge fund y dejó una deuda equivalente a todo el PIB de ocho años y seis meses.
La solución islandesa a esa condena pronto se apartó de la ortodoxia. La Fiscalía abrió una investigación penal contra los banqueros responsables del colapso; algunos han huido del país y están en busca y captura por la Interpol. En 2009, el gobierno tuvo que dimitir en bloque, acorralado por las protestas ciudadanas; fue el primero y casi el único en caer por la crisis (si excluimos a Túnez y Egipto). Después los islandeses forzaron un referéndum para bloquear el pago de la deuda de la banca y lo lograron: ganó el no con más del 90% de los votos. Y hace un par de meses, Islandia arrancó una ambiciosa reforma constitucional que, por primera vez en la historia del mundo, será fruto de un proceso de democracia directa, al margen de los partidos. La Asamblea Constituyente está formada por 31 ciudadanos corrientes, elegidos en las urnas entre 523 candidaturas que sólo necesitaban 30 firmas para poder presentarse.
Hoy Islandia está creciendo. El año que viene, su presupuesto público estará en superávit; su situación económica es bastante mejor que la de otros países igualmente desarbolados, como Grecia o Irlanda. ¿El secreto? Algo revolucionario, aunque se suponía que era una de las reglas ensenciales del capitalismo: Islandia se negó a socializar las pérdidas y dejó que la banca irresponsable simplemente quebrase.

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