03 PM | 31 Mar

SENTIR LA NECESIDAD DEL OTRO

                                                                  FELAS

Con  un cierto sabor a Dickens, los hermanos Dardenne hacen una buena película de realismo social en la ciudad de Seraing, de donde son naturales.Narrativamente con mucha fuerza, excepto el momento en que aparece la encarnación de la “mala compañía” personificada en un delincuente juvenil. Al igual que Robert Guediguian filman a la perfección la clase trabajadora no dudando en disponer para cada película del mismo elenco de actores y las mismas localizaciones, sobresaliendo en este caso el niño de 13 años Thomas Doret, y la perfecta adecuación al personaje de la peluquera de la actriz Cecile de France, que tuvimos ocasión de ver en “Más allá de la vida”.

El momento de felicidad hedonista paseando con las bicis al lado del rio Mosa lo ha rodado a la perfección Alain Marcoen, cámara habitual en todas las películas de los hermanos.

Las instituciones consiguen en esta ocasión frenar la violencia de Cyril, ofreciéndole la posibilidad de volver a ser niño en un acto jurídico impecable que tiene pocos imitadores en las sociedades donde se ha instalado como fuente de inspiración la venganza y la carcel.Muy importante destacar el valor de asumir compromisos individuales frente al dolor ajeno. Con el” Concierto del Emperador” como fondo y un color que nos recuerda a Rohmer, nos vemos obligados a sentir la necesidad del otro aunque sólo sea por ochenta minutos.

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04 PM | 30 Mar

SUERTE SIRIA

 
En un principio parece que no habría nada que oponer a esta lucha heroica del pueblo sirio contra un régimen despótico que lleva en el poder más de cincuenta años, una dictadura siniestra (mucho antes de estos acontecimientos) incluso juzgada en comparación con otras de Oriente Medio. El conflicto actual sirio es aparentemente el último de una larga cadena de movimientos populares que empiezan en Túnez y recorren el mapa de las diversas tiranías que oprimen a sus pueblos con una crueldad difícil de imaginar entre nosotros. Las potencias ejemplares que tardaron en reaccionar en el caso de Túnez y Egipto, han sido ágiles en el caso de Libia y Siria, llegando a la intervención directa en apoyo de la revuelta. Sólo el veto en la ONU de Rusia y China ha impedido una intervención plena a favor de los rebeldes sirios.
 
Ahora bien, en una segunda lectura todo parece más turbio e inquietante. Primero, llama la atención en este reino plural que es Occidente la total unanimidad de las informaciones que nos llegan. Como en el caso del ataque a Serbia hace trece años, parece que la barbarie sólo se ceba en un lado, mientras el mal proviene plenamente del otro, el régimen militar del coronel Bashar Al-Assad. ¿No es un poco extraño, en este mundo complejo, la aplicación de esquema del Western a un laberinto tan intrincado como esta región de Oriente Medio? Aunque sólo fuese por introducir dudas democráticas en este bloque monolítico, ¿no valdría la pena buscar algunas zonas de duda?
 
Después, llama también la atención la abigarrada corte que se ha aliado del lado de los “rebeldes”, palabra santa donde las haya, para atizar la guerra civil en este antiguo país. De un lado, unas democracias intachables como Arabia Saudí, Qatar, Emiratos Árabes Unidos o Kuwait. De otro, toda Europa y EEUU, más un estado de Israel que no duda en mantener a otros árabes confinados en condiciones medievales, forman la cohorte que apoya sin fisuras la rebelión del Ejército Libre Sirio y el CNS. La rebelión, no lo olvidemos, no sólo contra un régimen con el que mantuvimos excelentes relaciones hasta hace poco, sino la rebelión de una parte de la población contra la otra, pues el régimen panárabe del Partido del Renacimiento Árabe Socialista (Baath) cuenta con un apoyo popular que ni siquiera en Libia tenía Gadafi.

 
Hace días el diario The Guardian establecía un hilo directo entre el régimen militar de Assad e Irán, indicando que esta última nación es instigadora directa de la estrategia de los militares sirios en su territorio. Como sabemos que Irán está en el punto de mira desde hace meses, no hace falta ser un paranoico para sospechar que se está preparando la campaña informativa previa a la militar y que el asunto sirio ha venido como anillo al dedo.
 
Tomando la Información como la palabra de Dios, la izquierda europea, empeñada a toda costa en mostrar su civismo y su pureza democrática, se apunta a este coro masivo de opiniones que animan la violencia en Siria. El resultado es que por fin todos parecemos poseer otra encarnación clara del mal, una bandera humanitaria que desde los tiempos de Milosevic, Sadam Hussein o Gadafi no nos bendecía con un excitante motivo para la acción en este mundo aburrido por la macroeconomía. Fijémonos que el caso sirio vuelve a resucitar la vieja sospecha de que la alternancia en las democracias occidentales funciona siempre a costa de un enemigo cultural común, las tiranías del extranjero, y bajo la égida de una política exterior con frecuenta indiscutible. Al final resulta que el denostado Huntington y su “choque de civilizaciones” se cumplen invariablemente.
 
La muerte de dos periodistas occidentales, inmaculados observadores neutrales en la tragedia, colma el vaso de nuestra paciencia. Democracias que no han tenido ningún reparo en bombardear cien veces pueblos exangües se apuntan ahora a la primera línea de la causa humanitaria. Tal ardor de justicia sería incomprensible si en el fondo no estuviera en la mesa el objetivo político de acabar con una nación incómoda, el objetivo de fragmentar Siria. ¿Va a ser otro el destino de Irak o de Libia a medio plazo? Sobre éste último país (de modo tal vez significativo) no hay noticias últimamente, pero algunas escenas que vimos después de las democráticos bombardeos de la OTAN nos hacen presagiar lo peor. Por lo pronto, hay que decirlo, el régimen de Bashar Al-Assad no se ha atrevido hacer con la insurgencia lo que la OTAN sí hizo con los sospechosos de estar del lado de Gadafi, bombardeando desde el aire poblaciones enteras, una de las formas más indiscriminadas que puede haber de matar.
 
Queda en el aire una pregunta. ¿Por qué Francia, Inglaterra o EEUU iban a preferir en Siria el gobierno musulmán y la Sharía a una dictadura militar de corte occidental? Por que si ocurre esto, el régimen musulmán se impondrá sobre una nación cien veces empobrecida y desgastada a causa de la guerra. Si ocurre esto hemos ganado unos años y empujamos a los musulmanes al radicalismo desesperado que le conviene a Occidente. Si ocurre esto, en fin, quebramos una nación unida y ésta entra en la vía de las rivalidades tribales. Curiosamente, la cultura occidental, que impone entre nosotros una normalización y un desarraigo masivos, empuja lejos de nosotros la sectarización étnica y religiosa que destruye viejos Estados incómodos para nuestra expansión imperial.
 
Por todas partes mantenemos la misma ortodoxia, al precio de sangre que sea: fragmentar y volver a federar, como hicimos en los Balcanes. Es normal que viejas naciones celosas de su pasado cultural y territorial, como China y Rusia, armadas además con los instrumentos técnicos para defender su diferencia, se opongan a esta barbarie mundial de aplanamiento en nombre del mercado, el individualismo y los Derechos Humanos.
 
La mecánica parece ser invariablemente la siguiente. Primero formamos a los líderes que deben occidentalizar el país: Assad ha concluido sus estudios en los mejores centros de Inglaterra. Después, si esos líderes se vuelven díscolos con el formato-madre, les devolvemos a la edad de piedra a través de incentivar las luchas fraticidas, el odio entre las diversas etnias o las bombas de fragmentación. Balcanizar: no ha sido otro el método en Irak y Libia (aunque parece que no está funcionando en un Afganistán, curiosamente, dividido por la OTAN en zonas). En todos esos países, igual que otros que son nuestros aliados, había tremendas injusticias gubernamentales y movimientos populares que eran reprimidos. Pero eso lo hemos utilizado para atizar al máximo la hoguera de la destrucción.
 
Aunque existen excepciones, en una dictadura los disparos suelen estar aproximadamente calculados y los muertos pueden ser más o menos contables. Bajos ellas puedes mandar a tu hijo a buscar el pan y el niño vuelve, con el pan y el cambio. En medio del caos la situación es muy distinta. Esta es tal vez la razón de que no existiera ni un solo radical de extrema izquierda que, bajo la dictadura de Franco, fuese partidario de una intervención extranjera para acabar con la tiranía. Para nuestro indisimulable racismo, el caso de muchas naciones árabes parece ser distinto. Algunos no podemos más que desearle suerte al pueblo sirio bajo el actual fuego cruzado.
 
 
Ignacio Castro Rey. Madrid

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09 AM | 26 Mar

MOLOCH

                                                                                                                                                           DAVILOCHI
El reto no es fácil porque estamos ante una obra maestra con todas las letras. No sé qué espera la gente… les das arte en estado puro y sólo son capaces de manifestar su indignación ante el derribo de los mitos que circundan nuestra Historia. Los mitos son el opio del pueblo, ¡sin embargo en esto que nos muestra Sokurov está la verdadera emoción!, ¡he aquí un artista que se atreve a romper con las viejas tablas sin caer en un miserable ejercicio propagandístico! En mi opinión poco más se le podría pedir a un biopic sobre Hitler, más dado el contexto en que se plantea.

La película está ambientada en el famoso chalet de retiro de Hitler en Berchtesgaden, en plenos Alpes bávaros. El momento en que se inscribe es el verano del 42, con el Ejército alemán avanzando en plena Operación Azul en dirección a Stalingrado y el Caúcaso, es decir, todavía confiado de su victoria. No obstante hay una decadencia constante en el ambiente, divisiones entre los invitados de Hitler (una de las cosas que se muestran son las desavenencias en el matrimonio Goebbels, el cansancio de Eva Braun por tener que llevar su relación con el führer en secreto o el odio manifiesto del Ministro de Propaganda y las mujeres hacia ese personaje gris que fue Bormann, el lugarteniente de Hitler), un cansancio provocado por la constante necesidad que los protagonistas tienen de actuar como si su vida se tratara de una película (Magda, la mujer de Goebbels le dice a Eva que ya se habría separado hace tiempo de su marido de no ser por la necesidad de mantener intacto el “Ideal Nacional”). A esto contribuyen de un modo magistral los planos y la fotografía que muestran espacios amplios, con iluminación ténue y tonos grises creando una atmósfera angustiante y opresiva, uno de los grandes logros de Sokurov y su equipo.

Podríamos destacar muchos detalles notables de la película pero, desgraciadamente, el espacio no da de sí. En cualquier caso se percibe una notable labor en la recogida de información histórica y en el estudio de la persona de Hitler. Los trabajos de los principales biógrafos de éste y de su entorno como Kershaw, Fest, Ferrán Gállego o Trevor-Roper (véase “Las conversaciones privadas de Hitler”, ayuda a comprender bastantes detalles de la película, como la presencia de un transcriptor en las sobremesas de los comensales) confirman los términos históricos en que está planteada la película. Más contovertido sería afirmar tal y como hace el guión que Hitler no conocía nada acerca del Holocausto (hay una escena en que aparece la palabra Auschwitz y él queda desconcertado), sin embargo y aunque haya dudas al respecto, lo que el director está tratando de mostrar es que, a pesar de ser un “gran” hombre que parecía tener el control de todo, seguía siendo un hombre a espaldas del cual existían camarillas e intereses diversos, proyectos paralelos si se quiere (el reflejo es el enfrentamiento entre Goebbels y Bormann).

 

Sin embargo la mayor parte de la película gira en torno a la relación entre Hitler y Eva. Es quizás en la caracterización de esta última donde más licencias se toma Sokurov, ya que la utiliza como un instrumento para su propósito: humanizar la figura de Hitler. Por dos veces aparece durante el film haciendo de vientre, una de ellas pillado por Eva y otra por uno de los soldados que controlan el perímetro durante los paseos de los habitantes del chalet. ¿Cuántas veces mientras leemos una gruesa biografía obviamos que éste, al igual que muchos otros, es un ser humano al igual que cualquier de nosotros? Este instante tan íntimo de la vida de un hombre es puesto en pantalla por Sokurov y yo no puedo hacer menos que felicitarlo (¿cuándo somos todos más humanos que en ese acto?).

A lo largo del film queda patente que Hitler vive envuelto en su propia realidad interior proyectada al exterior por su mente y sostenida por su entorno próximo y Eva aparece como su último vínculo con la realidad que hay más allá de la isla en la que éste vive (“Cualquier cosa que les digas que padeces los médicos te la confirmarán, ¿quién se atreve a contredecirle aparte de mí?”). Observamos un Hitler amable y delicado, pero al mismo tiempo hipocondriaco, lleno de contradicciones, temeroso ante la entrada en la vejez por el miedo a la muerte y la pérdida del vigor juvenil (Él siempre manifestó su miedo a morir antes de poder completar su obra). De igual modo Eva le acusará de que “Sin una buena audiencia usted no es nada, aún peor, es un cadáver”. Sokurov, siguiendo a Buck-Mors, da una vuelta tradicional a la visión del poder retórico de Hitler. De este modo, cuando éste se expresa lleva a cabo un ejercicio reflexivo y no expresivo, es decir, él transmite su propia imagen, restituyéndole sentimientos auténticos. En lugar de haber fuerza o agresividad observamos en él un sentimiento de miedo (como cuando discute con Eva en el baño, hacia el final de la película, o con el sacerdote que acude a visitarlo). Todos sus actos se han convertido en una necesidad de él mismo para con el mundo, en un modo de soliviantar su frustración y dolor (“Si yo gano seré admirado por todos, pero si pierdo hasta el más inferior de los seres se burlará de mí”).

Al igual que dijera Gabriele D´Annunzio Hitler trató de vivir su vida como si fuera una obra de arte. “Usted siempre ha temido a lo trivial” le dirá Eva. Se mueve entre la responsabilidad de un Mesías elevado a la categoría de Dios (como se desprende de la conversación con el cura) y las preocupaciones de un hombre normal, de modo que vive atormentado por esa contradicción. Al final de la película dirá: “Nosotros conquistaremos la muerte” y Eva le dirá: “La muerte es la muerte. No puedes conquistarla”. Porque al fin y al cabo Hitler no era más que un hombre y, como a todos, la muerte le llegó.

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01 AM | 24 Mar

INCOMODO SOKUROV

                                                                                                      Quitt ha conseguido varias cosas: intensificar mi interés por Peter Handke, profundizar en el grupo Graz y llamar a mí amigo Pepe, de Arrebato, para que se ponga a la búsqueda de la novela “Verano Tardío” de Adalbert Stifter, para comprobar si es la misma que lee Jordi Boixaderas en la obra

.Al terminar la peli “Los ojos sin rostro” hubo quien quiso resaltar la música de la banda sonora, y lo hacía con mucha razón ya que el autor es Maurice Jarre, que ganó un Oscar con Doctor Zhivago y otro con Lawrence de Arabia.

    El estreno de “Fausto” ha coincidido con con el ciclo que la filmoteca de Cataluña dedica su director Sokurov, y también una exposición en el Macba con dos obras que ya hemos tenido ocasión de proyectar: “voces espirituales”, que tuvo un gran impacto en Carmina y “elegía de un viaje”, que nos permitió entrar en el museo Boijmans Van Beuningen de Róterdam como siempre en sus películas con alguna dificultad. Incómodo Sokurov volvemos a proponer una nueva entrega en este caso Moloch, primera de su tetralogía del poder.
Muerto el gran guionista Tonino Guerra, a Alfonso le gustaría una retrospectiva. Hemos procurado poner algunas películas que contienen guiones suyos: La aventura, La noche, El eclipse, Viaje a Citera, La eternidad y un día…, seguiremos acordándonos de él. Ciao Tonino.

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07 PM | 20 Mar

La verdad sobre Grecia

Este llamado ha sido lanzado por Mikis Theodrakis el domingo 12 de febrero de 2012, con ocasión de la gran manifestación de la plaza Syntagma en Atenas, durante el debate parlamentario sobre la adopción del nuevo Memorándum impuesto por la troika (Comisión Europea, Banco Central europeo, y el FMI) a Grecia. Cuando Theodorakis, 86 años, y Manolis Glézos, 90 años, pidieron a los policías de la unidad especial anti-motines MAT poder dirigirse a la multitud desde las escalinatas del Parlamento, la única respuesta de estos últimos ha sido un disparo tupido de gases lacrimógenos que parecía una tentativa de asesinato. He aquí como se trata en este país “entroikizado” a los hombres que, en Japón, serían como “tesoros vivientes”.

Un complot internacional está en curso, con el objetivo de llevar a término la destrucción de mi país. Los atracadores han comenzado en 1975, con el blanco de la cultura griega moderna, después han continuado la descomposición nuestra historia reciente y de nuestra identidad nacional y hoy intentan exterminarnos físicamente mediante el desempleo, el hambre y la miseria. Se el pueblo griego no se subleva para pararlos, el riesgo de desaparición de Grecia es bien real. Yo lo veo llegar en los próximos diez años. El único elemento que va a sobrevivir de nuestro país será la memoria de nuestra civilización y de nuestras luchas por la libertad.

Hasta 2009 la situación económica de Grecia no tenía nada muy grave. Los grandes males de nuestra economía eran los gastos inmoderados para la compra de material de guerra y la corrupción de una parte del mundo político, financiero y mediático. Pero una parte de la responsabilidad incumbe a los estados extranjeros, de los cuales Alemania, Francia, Inglaterra y los EEUU que ganaron miles de millones de euros a expensas de nuestra economía nacional vendiéndonos todos los años el material de guerra. Esta sangría constante nos ha devastado y no nos permitió más seguir avanzando, mientras que era fuente de enriquecimiento para otros países. Se puede decir lo mismo por el problema de la corrupción. Por ejemplo, la empresa alemana Siemens tenía una rama especial encargada de corromper a los griegos, con la finalidad de colocar mejor sus productos en el mercado griego. De este modo el pueblo griego ha sido víctima de este dúo de predadores, alemanes y griegos, que se enriquecieron a expensas de Grecia.

Es evidente que estos dos grandes males habrían podido ser evitados si los dirigentes de los dos partidos políticos pro-norteamericanos no hubieran infiltrados por la corrupción. Esta riqueza, producto del trabajo del pueblo griego, fue así drenada a las cajas fuertes de los países extranjeros. Los políticos han intentado compensar esta huída de capital recurriendo al endeudamiento excesivo que a desembocado en una deuda pública de 300 millardos de euros, es decir, 130% del PBI.

Mediante esta estafa, los extranjeros ganaros doblemente: por una parte, con la venta de armas y de sus productos y por otra parte, mediante los intereses de la deuda gubernamental (y no al pueblo). Como hemos visto, en los dos casos, el pueblo griego fue la víctima principal. Un solo ejemplo bastará para convencerlo: en 1986, Andreas Papandreou tomó deuda por un millardo de dólares a un banco de un gran país europeo. Los intereses de este préstamo no han sido reembolsados más que en 2010 y se elevaban a 54 millardos de euros.

El último año, M. Juncker ha declarado que había subrayado el mismo que la hemorragia financiera masiva de Grecia se debía a los gastos excesivos (y forzados) para la compra de material de guerra – a Alemania y a Francia en particular. Y concluyó que estos vendedores nos conducían a un desastre seguro. Desgraciadamente, reconoció que no había hecho nada para contrarrestar esto, para ¡no perjudicar los intereses de países amigos!

En 2008, la gran crisis económica arriba a Europa. La economía griega no fue salvada. Sin embargo, el nivel de vida que era hasta este momento suficientemente alto (Grecia se clasificaba entre los 30 países más ricos del mundo), se mantuvo prácticamente sin cambios, a pesar del aumento de la deuda pública. La deuda pública no se traduce necesariamente en una crisis económica. La deuda de los grandes países tales como los EEUU y Alemania es estimada en miles de millardos de euros. Los factores determinantes son el crecimiento económico y la producción. Si estos dos factores son positivos, es posible endeudarse con los grandes bancos a una tasa de interés inferior al 5% hasta que la crisis haya pasado.

 

 En noviembre del 2009, en el momento de la llegada de George Papandréou al poder, estábamos exactamente en esta posición. Para que se comprenda lo que el pueblo griego piensa hoy su política desastrosa cito dos cifras: en las elecciones de 2009 el PASOK – el partido de G. Papandreou – obtiene 44% de los votos. Hoy, las encuestas no le dan más que 6%.

M. Papandréou habría podido enfrentar la crisis económica (que reflejaba la de Europa) con los préstamos de los bancos extranjeros a la tasa habitual, es decir, inferior al 5%. Si lo hubiera hecho, nuestro país no habría tenido problemas. Como estábamos en una fase de crecimiento económico, nuestro nivel de vida se hubiera mejorado.


Pero M. Papandréou ya había entablado su conspiración contra el pueblo griego en verano del 2009, cuando el se ha encontrado secretamente con M. Strauss-Kahn, con el fin de poner a Grecia bajo la tutela del FMI. Esta revelación ha sido hecha por el antiguo director del FMI.

 

Para llegar allí, el cuadro de la situación económica de nuestro país debió ser falsificado, para que los bancos extranjeros tuvieran miedo y elevaran las tasas de interés de los préstamos a importes prohibitivos. Esta operación onerosa comenzó con el aumento artificial del déficit público de 12% a 15% en el año 2009 (Andreas Georgiou, presidente del consejo administrativo del Instituto Nacional de Estadística, ELSTAT, decidió súbitamente en 2009, sin pedir acuerdo, ni informar a su consejo administrativo, contabilizar en el cálculo del déficit público ciertos organismos y empresas públicos que anteriormente no lo habían sido jamás en ningún otro país europeo, excepto Noruega. El objetivo era hacer subir el déficit de Grecia por arriba del de Irlanda (14%), para que sea ella la que tenga el rol del eslabón débil de Europa, NdT]. Hace 20 días, el procurador M. Pepònis llevó ante la justicia a M. Papandréou y a M. Papakonstantinou (ex-ministro de Finanzas), para rendir cuentas sobre este crimen.

A continuación, M. Papandréou y su ministro de Finanzas llevaron a cabo una campaña de descrédito durante 5 meses, en el curso de la cual intentaron persuadir a los extranjeros que Grecia estaba como el Titanic, hundiéndose, que los griegos eran corruptos, perezosos y pues incapaces de hacer frente a las necesidades del país. Después de cada una de sus declaraciones, las tasas de interés subieron, para que Grecia no pudiera pedir más prestado y que pasara por un salvataje nuestra adhesión al FMI y al Banco Central Europeo. En realidad, era el comienzo de nuestro fin.


En mayo del 2010, un ministro, el de Finanzas, firmó el famoso Memorándum, es decir nuestra sumisión a nuestro prestamistas Según le ley griega, la adopción de un acuerdo de esas características debe ser sometida al Parlamente y aprobada por las tres quintos de los diputados. Bien, el Memorándum y la Troika que nos gobiernan, funcionan ilegalmente – no solamente respecto de la ley griega, sino también del derecho europeo.

Desde entonces, suponiendo que nuestro camino hacia la muerte sea representado por una escalera de 20 peldaños, hemos recorrido ya la mitad del mismo. Imaginad que el Memorándum regala a los extranjeros nuestra independencia nacional y la propiedad nacional, a saber: nuestros puertos, nuestro aeropuertos, la red de rutas, la electricidad, el agua, todas las riquezas naturales (en el subsuelo y submarinas) etc. Agregadle a eso nuestros monumentos históricos, como la Acrópolis, Delfos, el Olimpo, Epidauro y otros sitios, una vez que hayamos renunciado a hacer valer nuestros derechos.

La producción ha sido paralizada, la tasa de paro se disparó al 18%, 800.000 comercios han cerrado, como también miles de fábricas y centenas de trabajadores manuales. Un total de 432 000 empresas han quebrado, decenas de miles de jóvenes científicos dejan nuestro país que se cubre más y más de las tinieblas de la Edad Media. Miles de personas que vivían bien hasta una fecha reciente, están ahora a la búsqueda de alimento en la basura y duermen en las aceras.

 

Entretanto, supuestamente estamos viviendo gracias a la generosidad de nuestros prestamistas, los bancos europeos y el FMI. De hecho, la totalidad del paquete de decenas de millardos de euros tirado sobre Grecia, vuelve a quien lo otorgó, mientras estamos cada vez más endeudados a causa de los intereses insoportables. Y como es necesario mantener funcionando al Estado, los hospitales y las escuelas, la Troika grava a las clases medias y bajas con tasas exorbitantes que llevan directamente al hambre. La última vez que vivimos esta situación de hambre generalizada en nuestro país fue al principio de la ocupación alemana, en 1941, con cerca de 300.000 muertos en seis meses solamente. En nuestros días, el espectro del hambre vuelve a nuestro país infortunado y calumniado.

Si pensáis que la ocupación alemana nos ha costado un millón de muertos y la destrucción completa de nuestro país, ¿Cómo podemos aceptar nosotros los griegos, las amenazas de la Sra. Merkel y la intención de los alemanes de imponernos un nuevo Gauleiter, que esta vez llevará una corbata?


El período de la ocupación alemana de 1941 hasta octubre de 1944, prueba que Grecia es un país rico, y hasta que punto los griegos son trabajadores y conscientes (conciencia del deber de libertad y del amor a la patria).


Cuando la SS y el hambre mataron un millón de personas y la Wehrmacht destruía nuestro país, confiscaba toda la producción agrícola y el oro de nuestros bancos, los griegos pudieron sobrevivir gracias a la creación del movimiento de Solidaridad Nacional y de una armada de partisanos que contaba con 100.000 combatientes, que fijaron 20 divisiones alemanas en nuestro país.


Al mismo tiempo, los griegos han sobrevivido no solamente gracias a su aplicación al trabajo, sino también, en las condiciones de la ocupación, gracias a un gran desarrollo del arte griego moderno, en particular en el dominio de la literatura y de la música.

Grecia ha elegido la vía del sacrificio por la libertad y la supervivencia al mismo tiempo.


Hemos sido atacados, hemos respondido con Solidaridad y Resistencia y hemos sobrevivido. Hacemos ahora exactamente la misma cosa., con la certeza de que el pueblo griego será finalmente vencedor. Este mensaje esta dirigido a la Sra. Merkel y al Sr. Schäuble, subrayando que sigo siendo amigo del pueblo alemán y un admirador de las grandes contribuciones a la ciencia, la filosofía, el arte y la música en particular. La mejor prueba de estas grandes esto es el hecho de que he confiado la totalidad de mi obra musical a dos editores alemanes, Schott y Breitkopf, que cuentan entre los más grandes editores del mundo y mi colaboración con ellos es muy amigable.


Amenazan con expulsarnos de Europa. Si no nos quieren, devolvemos el décuple; no queremos formar parte de la Europa de Merkel – Sarkozy.


Hoy, domingo 12 de febrero, Manoles Glezos – el héroe que arrancó la esvástica de la Acrópolis, dando señal de, no sólo a la resistencia griega, sino también a la resistencia europea contra Hitler _  y yo mismo nosotros nos preparamos para participar de una manifestación en Atenas. Nuestras calles y nuestras plazas estarán llenas de miles de personas que manifestarán su cólera contra el gobierno de la Troika.

 

 

Ayer escuché al Primer Ministro-banquero decir, dirigiéndose al pueblo griego, que casi hemos tocado fondo. ¿Pero quién nos amenaza a este punto en dos años? Son los mismos que en lugar de estar en prisión, amenazan a los diputados, para que voten por un nuevo Memorándum peor que el primero, que será aplicado por las mismas personas que nos han llevado a donde estamos. ¿Por qué? Porque eso es lo que nos obligan a hacer el FMI y el Eurogrupo, amenazándonos en caso de no obedecer, con la quiebra… Aquí se representa un teatro absurdo. Los medios que nos odian (griegos y extranjeros) y que son los únicos responsables de la situación dramática de nuestro país, nos amenazan y nos chantajean para poder proseguir su obra destructiva, hasta nuestra extinción definitiva.

En el curso de los siglos, hemos sobrevivido en condiciones muy difíciles. Es cierto que, no solo los griegos van a sobrevivir, pero ellos quieren revivir incluso si se nos conduce a la fuerza al ante último peldaño de la escalera que lleva a la muerte.

 


Actualmente consagro todas mis fuerzas a unir al pueblo griego. Intento convencerlo de que la Troika y el FMI no son la única salida. Que hay otra solución: cambiar el rumbo de la nación. Girar hacia Rusia para lograr una cooperación económica y la formación de asociaciones que nos ayudarían a poner en valor nuestras riquezas en términos favorables al interés nacional.

Propongo no comprarle más material militar a los alemanes y a los franceses. Haremos todo para que Alemania nos pague las reparaciones de guerra debidas. Estas reparaciones se elevan, con los intereses, a 500 millardos de euros.


La única fuerza capaz de hacer estos cambios revolucionarios, es el pueblo griego unido en un frente de Resistencia y de Solidaridad para que la Troika sea expulsada del país. Paralelamente, hay que considerar como nulos y sin valor todos los actos ilegales (préstamos, deudas, intereses, impuestos, compras de riqueza pública) Por supuesto, los socios griegos – que ya han sido condenados en el espíritu de nuestro pueblo como traidores-, deben ser castigados.

 Estoy enteramente avocado a este propósito (la unión en un Frente) y estoy persuadido que lo lograremos. Yo tomé las armas contra la ocupación hitleriana. Conozco los calabozos de la Gestapo. Fui condenado a muerte por los alemanes y milagrosamente sobreviví. En 1967, fundé el PAM (Patriotikò Mètopo – Frente patriótico), la primera organización de resistencia contra la junta militar. Pasé a la clandestinidad. Fui arrestado y encarcelado en  el “matadero” de la policía de la junta. Finalmente, también sobreviví.

 

 

Hoy, tengo 87 años, y es muy probable que no estaré más el día que mi amada patria sea salvada. Pero moriré con la conciencia tranquila, porque continuaré para cumplir con mí deber para con los ideales de libertad y derecho.

 

Mikis Theodorakis es un famoso compositor griego y resistente al régimen que instauró la junta de los coroneles

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