10 PM | 01 Oct

El discreto encanto del proletariado

‘Le Havre’ aborda el espinoso tema de la inmigración y, sin embargo, es un cuento de hadas colorido.

Kaurismäki mide sus palabras: no habla de inmigrantes ilegales sino de refugiados. Los actores, hieráticos, pronuncian su literatura inverosímil, tan creíble.

Aquí no hay realismo sucio ni fotografía granulada.

El humor, en clave absurda y visual, es delicioso –la estampa de Monet con la piña resulta inolvidable.

– Siento la muerte de tu marido.
– No te preocupes, era fatalista.

Para expresar la más terrible enfermedad, un gesto leve es suficiente. Sin tremendismo ni retórica –la retórica queda para el parlamento del protagonista: Marcel Marx, un Don Quijote limpiabotas.

El lobo feroz es la maquinaria sin rostro del Sistema –el prefecto de policía es una voz en un despacho.

‘Le Havre’ ilustra dos valores esenciales: uno individual; el otro, colectivo. El primero de ellos es la dignidad. La solidaridad es el segundo.

Kaurismäki desea que la solidaridad obre el milagro. Y convierte en cine su deseo.

En tierra humilde y solidaria, florece un plano Ozu: con un almendro en el jardín concluye la película.

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El mundo estilizado de ‘Le Havre’ está cuajado de momentos especiales: la colección callada de primeros planos de los inmigrantes descubiertos en el contenedor; el primer encuentro (y último) de Idrissa y Arletty; la reconciliación con luces blancas de Mimie y Little Bob…

Parafraseando a André Breton: Un plano y todo está perdido; un plano y todo se ha salvado.

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10 PM | 01 Oct

COMENZAMOS TEMPORADA

  Comenzamos la temporada y lo hacemos con una peli de David Trueba, para seguir con la maravilla de El Havre. Algunos recuerdos del verano: Dos Hamlet, uno con Polonio interpretado por mi amigo Paco, y otro en las Naves del Matadero. Siempre recuerdo como el abuelo de Paco en su carbonería le hacía recitar aquellos versos que empezaban más o menos así: ALTAS TORRES DORADOS CAPITELES. Intentaré hacer lo mismo con mis nietos.

  Paso por Piedrahita y desde el claustro de la iglesia, donde ahora se dan conciertos, llamo a mi amigo Ati, que aunque nació en Toros de Guisando  se considera de Piedrahiteño. Recuerdo su voto al Partido Andalucista en las  primeras elecciones al Parlament  como un acto de ironía, y las pequeñas discusiones que teníamos en torno al PSC. Siempre me decía que era igual que CIU y yo con el tema de las dos almas. Coincido de vacaciones en la Diada y tuve ocasión de escuchar Catalunya Radio, me parecía estar con doce años escuchando el parte que terminaba con las frases de rigor: ¡arriba España! Atí no puedo por menos que darte la razón. He metido en artículos de opinión un artículo de Sergi Pamies (el hijo de Gregorio y Teresa) por el tema de la difamación, ya sabes por si nos llaman centralistas o españolistas.

  Este sábado he visto La  Vida es Sueño, y me gustó mucho Blanca Portillo, aunque a mí me emocionan más los montajes de Calixto Bieito si, el director artístico del teatro Romea de Barcelona.

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10 PM | 01 Oct

DIFAMACIONES

                                                                     SERGI PAMIES

El presidente Mas ha encadenado tres discursos (después de la manifestación, en Madrid y en el Parlament) que lo definen mejor que todos los que había pronunciado antes. Hasta ahora, que coincidan dos presidentes de talante respetuoso como Mas y Rajoy ha evitado derrames fratricidas. Imaginando a otros presidentes del gobierno español y de la Generalitat, más propensos a la impertinencia castrense o a la barrabasada frívola, la situación podría haber sido aún más delicada. Mas ha moderado el tono y el argumentario del soberanismo y el independentismo histórico más atomizado le está apoyando, ya sea por convicción patriótica o por conveniencia. De bandera o de cartera, el independentismo es consciente de estar viviendo una oportunidad y un momento de cierta grandeza y lo está aprovechando siguiendo la evolución de un Mas que, en el Parlament, no hizo ninguna referencia a la posibilidad, igualmente democrática, de que sus “objectius nacionals” no sean mayoritarios.

El discurso también incluyó un aviso preventivo contra los obstáculos que se avecinan. Eso, sin embargo, no debería servir de coartada para desacreditar la disidencia o la oposición con la misma rabia con la que determinado españolismo veja al catalanismo. Esta intransigencia, a menudo recíproca, es catastrófica, como lo es llamar ladrones a quienes, con una ceguera suicida, administran un sistema de financiación que asfixia las comunidades que más pueden contribuir a preservar la solidaridad territorial. Por eso convendría que, entendiendo al presidente, también se entienda que la objeción o el activismo críticos no pueden meterse en el mismo saco que el fundamentalismo. No es la primera vez que, preventivamente, se condena a los que no se adhieren a la multitud. Reclamar diálogo requiere de una lealtad que también deberá respetar las dudas de los que no entienden que para responder a las preguntas del presente se tengan que añadir interrogantes al futuro, de los que creen que aún existen matices entre el todo y el nada, de los que discrepan de una primera persona del plural cada vez más mesiánica (y escapista) o del gesto de inmolación electoralista del presidente y de los que piensan que el derecho a la autodeterminación no puede transformarse en un deber tan catequizador como el constitucionalismo inmovilista. Mas tiene razón al prevenirnos contra la amenaza de la difamación antidemocrática. Pero, con idéntica firmeza, también tendremos que oponernos a los que, con la excusa de protegernos de supuestos difamadores, criminalizan la discrepancia para, desde trincheras antagónicas, intentar instaurar un régimen de infamia preventiva.

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05 PM | 24 Sep

¿SE VOLVERÁN A VER?

No se si fue una casualidad, pero la película la vi el mismo día que se murió Santiago Carrillo, y las noticias que impregnan su comienzo y que se podrían completar con algunas más como por ejemplo que Hernández Mancha era elegido presidente de la derecha, las hostias que se dieron en Reinosa a los trabajadores de Aceros y Forjas, el cese del líder der SPD Willy Brand por espionaje, el atentado de Hipercor,… el lunes negro, nos llevan a un tiempo lejano, pero al mismo tiempo cercano.
Si hoy te vas por la mañana al Comercial a leer el periódico y haces un plano panorámico por las mesas encontrarás a “mariasvalverdes” conversando con escritores maduritos, no se si dispuestas a coger las llaves de la chaqueta para ir al pisito de un amigo, pero lo no me cabe ninguna duda es que los camareros ya no son comunistas.
Con un guion excelente, del que podemos disfrutar gracias a Anaya, la película transmite la tensión justa para que podamos seguirla con un gran interés. ¿Se volverán a ver?
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