
En “artículos de opinión” hemos colgado uno de Ramoneda que hace una pregunta muy interesante: ¿qué hacer con los partidos políticos?, pero a la que no da ninguna respuesta. Justamente esa era la tertulia que teníamos el sábado por la mañana un grupo de amigos en los Mariscos. Como este blog se escribe desde el ámbito de éste pueblo pues voy a contestar a los amigos con la nota que el PSOE de San Lorenzo de El Escorial realizó con ocasión de la puesta en marcha de unas Mesas de Trabajo, decía así: “Queremos compartir el diálogo entre quienes están dispuestos a argumentar y dejarnos convencer, queremos crear activos para vivir una democracia mas profunda y fecunda. Los socialistas de San Lorenzo queremos fomentar una ciudadanía activa, y por eso pedimos la participación en los debates sobre la salud ,la educación, la inmigración, la cultura, el deporte, etc, queremos potenciar las redes del lenguaje, necesitamos de una democracia radical, porque lo radical es ir a la raíz, y la raíz son los ciudadanos.
Los socialistas de San Lorenzo queremos con esta iniciativa dar cobertura en un documento programático a todas aquellas iniciativas ciudadanas que no tienen un soporte político institucional, queremos abrir discusiones abiertas y públicas, en el que cada ciudadano se enfrente a ideas diferentes a las propias, y alterar el orden de sus preferencias políticas, a nuestro juicio equivocadas y que no pueden llevar por mas tiempo a una nueva mayoría del Partido Popular .Queremos ser el partido de la alternativa.” . Esta nota seguramente no puede producir el reproche, estoy seguro que cuando recibo las críticas de la inanición de la izquierda en mi pueblo se está hablando de la parte de la representatividad pero yo soy de la opinión de que la democracia no se asienta en la representatividad sino en la participación , yo no quiero compartir el pensamiento débil, ni la mirada frágil, de quienes renuncian al cambio de la sociedad de nuestro tiempo y se apuntan a la confusa, y según ellos inevitable convergencia, del capitalismo con el dulce social liberalismo, y que nos lleva irremediablemente a las posiciones individualistas. Yo mantengo el criterio de que hay que conseguir que los ciudadanos se impliquen mas en la toma de decisiones, la participación no es solo votar cada cuatro años. Si todos los que critican con razón a los que están ejerciendo en estos momentos la oposición, participaran en las actividades municipales (asistencia a plenos, propuestas alternativas, elaboración de realidades, estudios sociológicos etc) y en alguna ocasión les sacaran los colores seguro que la derecha podría empezar a tener contados sus días. Yo procuro hacerlo, aunque por dar la razón a mis amigos no tengo mucho éxito.

He leído con atención el libro de Abellán sobre mi pueblo (El Escorial, iconos imágenes mitos), y como no he quedado muy convencido he llamado a mi amigo Mario Praz para ver juntos aquel Escorial que le parecía tan anodino al pintoresco Teófilo Gutier, el cual recomendaba a la gente aburrida pasaran tres o cuatro días aquí, con el mensaje de que se divertirían el resto de sus vidas solo de pensar como pudieron estar tanto tiempo en el Escorial como si nada.
Reflexionamos juntos en el estanque cuadrangular del jardín que, con sus innumerables anexos, es la perfecta imagen de la monotonía. El ojo se me estrecha por el hueco de la cerradura como la mano aprieta las cuentas de un rosario, para volver hacia atrás y después recorrer desde el inicio la misma fila de cuadritos, con la verdina sobre la fría pizarra de las macizas paredes, mientras que el estanque inmóvil multiplica la sucesión de las flores .El eco que repite la balanceada nota del cuco en el “desierto” del bosque de Fontainebleau no produce tanta sensación de gran soledad desesperada como el mudo eco del estanque en el que se refleja la desnuda pizarra. Es el vacío hecho geometría, traducido a signos inteligibles para la mente humana que rehuye el vacío. Al desgranar sin detenerse, adelante y atrás, atrás y adelante, el rosario de las cien ventanas iguales, el pensamiento de pierde en el infinito. ¿Sería esto lo que miraba Felipe II para olvidar las fauces infernales colocadas a su lado, como en la pesadilla pintada por el Greco? ¿Tal vez deletreando con los ojos disciplinados el rosario de cuadraditos simétricos, pensaría el nieto de Juana la Loca que podría exculpar su inquieta conciencia, como el insomne que repite la misma palabra una y otra vez, hasta que la mente se desvanece? Y mientras tanto, el poeta áulico entona con solemne voz de órgano: Sacros, altos, dorados capiteles, que a las nubes borráis sus arreboles
El órgano tronaba en las gélidas naves; en el ángulo extremo del coro, Felipe II contaba la serie de las largas cañas, cañas verticales y cañas horizontales, inflexibles como las trompetas angelicales en el juicio final: Depón tus rayos Júpiter; no celes los tuyos, sol.
El mas grande rey de los fieles contaba ahora los asientos del coro, asientos altos y asientos bajos, con las columnas iguales, una dos, una dos, una dos, una dos, las repisas iguales, una dos, una dos, y las cabezas de los canónigos pulidas como bolas de marfil: Religiosa grandeza del monarca, cuya diestra real del nuevo mundo Abrevia y el Oriente se la humilla
Las ventanas, las cañas del órgano, los asientos del coro, los peldaños de la escalera, las salidas de las estancias, las fracciones de las horas y los días, contar todo esto, y volver a contar desde el inicio, adelante y atrás, hasta que la parca no se libere de la pesadilla del miedoso cetáceo, cola enorme, boca trituradora de carnes torturadas, que todas las noches se acercaba, se acercaba inexorablemente a la cama del grande monarca de los fieles.
Después de todo, ¿no es justamente esa noche oscura un estado parecido al de la aridez desesperada descrita por el alma de San Juan de la Cruz? Crear un vacío divino, comprimir la conciencia, cuyo curso habitual es una línea hasta un punto inmóvil… sigue así mi amigo Praz en unas estupendas páginas, hasta que llega a la conclusión que Felipe II consiguió crear el vacío ¿lo consolaban algunas de las suaves visiones que compensan a lo místicos durante días y años de estériles advenimientos? .Negro sobre negro, el mismo jeroglífico repetido infinidad de veces. Soledad sí, eso es lo que sentimos muchos gurriatos ante la ausencia de compromiso de muchos intelectuales cuando el pueblo poco a poco se nos va hacia los intereses especulativos del capitalismo más agresivo
. El poeta Antonio Herranz, dice en unos versos que titula Código de conducta: Aquí la piedra huele a orines y se hace humana, / y entre sus grietas crece el moho de la historia. / Este lugar no existe/ pero nosotros somos sus fantasmas/ buscando un destino con ambición y esperanza/ Sentimos que la noche nos habla/ lo único capaz de sujetarnos. Estos fragmentos me han llenado mas como gurriato que todo un libro de un docto profesor
6 de septiembtre de 2009, a una semana de la Romeria.

La Nouvell Vague fué grande como ninguna otra escuela cinematográfica, Javier Memba, autor de un estupendo libro sobre la modernidad del cine, empezó a conocerla por las reposiciones de al final de la escapada, hiroshima mon amour y los cuatrocientos golpes, en definitiva el tríptico inaugural, que pusieron en los cines de Madrid hace 25 años.
¿Cuando empezamos nosotros realmente a interesarnos por Godard, Resnais o Truffaut?, pues en los cines Astoria, Savoy o Capsa de Barcelona de los años 7O.Allí descubrimois el cine de subtítulos, allí descubrimos a Erice, pero curiosamente eramos y somos los mismos espectadores que ahora nos vemos los viernes en la sala Juan Negrín, eso sí, con mas cine a nuestas espaldas, lo que nos va a reportar un visionado mas fácil de “el año pasado en marienbad”.
Ahora mismo estan poniendo en el cine estudio de Madrid la película con la que comenzamos la andadura de inverno, y la anunciamos mandando una foto de su musa Jean Seberg ¿Sabiamos todos que se trataba de la maravillosa mujer que vendia el Herald Tribune por las calles de Paris en Á BOUT DE SOUFLE?. Bueno, en cualquier caso es maravilloso recordar aquellos 60.

Cuando llamé al hermano de conejo para darle el pésame por la muerte de su hermano me embargó un sentimiento raro, sentí su muerte como si se tratara de un familiar cercano.No nos veiamos, excepto enalgunas ocasiones en el pueblo, pero los amigos de la infancia crean mucho vínculo afectivo.
Nos llamaban la soga y el caldero (el padre Samuel sobre todo) porque ibamos siempre juntos.No se quien sería la soga y quien el caldero pero cuando me echaron de clase por no se que bobada de aquellas el único que dijo: “si echas a félix yo tambien me voy” fué José Luis, y esa solidaridad no se olvida.
No había trampas ni hipocresias en mi dolor por su muerte, y no me pasa lo mismo con los que me cruzo a diario y nos decimos hola y adiós, o compartimos las mismas ideas.Será porque detecto rapidamente no tener las mismas ideas sobre las cosas cotidianas o porque veo el alfange siempre dispuesto a darte una puñalada (trasera por supuesto).