Hoy (21-8-2010) se cumplen 70 años de la muerte de Trotski, y fue Augusto Assia, corresponsal de La Vanguardia en Nueva York, el que descubrió que quien había hincado el piolet en la cabeza del líder político se llamaba José Ramón Mercader del Rio. De familia acomodada en el barrio barcelonés de Sarria-San Gervasi, culto, conocedor de varios idiomas, fue condecorado por el KGB, siendo sus cenizas enterradas como Ramón Paulovich. Un muerto en vida por la fidelidad al delirio maternal.
He tenido ocasión de escuchar el manifiesto en defensa de las corridas de toros en euskera en la plaza de Azpeitia, donde se lidió la ganadería de Palha y Dolores Aguirre.Recomendamos la exposición que hay en el Museo de Bilbao con el nombre genérico de TAUROS. El origen de esta exposición está en la conmemoración del centenario del club taurino Cocherito de Bilbao y su objetivo es mostrar la complejidad con la que el arte se ha acercado a la figura del toro, a partir de su importancia religiosa en las civilizaciones primitivas y de su poder generador de mitos y manifestaciones zoolátricas, de juegos ceremoniales y sacrificios en las civilizaciones mediterráneas de la Antigüedad. Desde entonces y hasta el medioevo las cacerías de toros, y su participación en los circos romanos y en rituales nupciales de fecundidad desarrollaron una relación con el hombre que acabó adquiriendo un carácter lúdico que paulatinamente se fue convirtiendo en la lidia codificada que hoy conocemos.
Ahora que se va a cumplir el 150 aniversario del nacimiento de Chejov, además de volver a leer “La dama del perrito” recomiendo el libro de Janet Malcolm (Leyendo a Chejov) que me compré después de las discusiones que tuvimos con Paco en la tertulia de los miércoles. Tertulias que tendremos que poner nuevamente en marcha. Allí conocimos, por mediación de Antonio, a Julio Ramón Ribeyro, y así hemos podido disfrutar recientemente con “La palabra del mundo” editado por Seix Barral.
Terminé la marcha de las cumbres en su cincuenta aniversario, esta verz sin Ndendon, y como creo que he cumplido con creces con la tradición y la organización no hace cambios para los que pasamos de cincuenta doy por finalizada la rutina de cada año.
Me han arrancado de cuajo los limpiaparabrisas del coche, y por si fueran daños intencionados lo único que me sale es la frase en latín que se puso en circulación desde la bárbara ejecución de Sebastián Castello: “hominen occidere, non est doctrina tuere, sed est hominen occidere (matar a un hombre por defender una idea no es defender una idea es matar a un hombre).Ya sé que aquí solo se trata de unos daños a un coche,y además no ha sido al único, pués en el garaje hay cinco destrozos parecidos, pero no está mal usar el latín. Sigo con resaca, a pesar de las pastillas que me da mi nuera, me voy unos días a WAHLHEIM.

El viernes de la semana pasada descubrimos otra película muy interesante de otro ruso !joder con los rusos! Kalatazov nos pareció fantástico en “cuando pasan las cigueñas” que luego nos llevó a “Soy cuba”, el comentario a la película “la balada de un soldado” me ha salido así:
Los que tuvimos la suerte de viajar en trenes de vapor, conocer chicas con coletas y faldas de cuadros, no tenemos otra alternativa que saltar a la pantalla, como hizo , Woody Allen, y dar un beso a Shura. Imaginemos, nos subimos a un vagón lleno de gente y en un claro, como haciendo abstracción de lo que nos rodea, con el humo de la máquina de vapor dando un tono melancólico, un fundido de arboles con nubes, y así sin más, nos mira nuestra chica, con los pelos hacia la cara movidos por el viento, y se nos brinda el plano de una boca, del mismo color que conseguíamos con las fotos en blanco y negro tratadas con hidroquinona.” Cuando le dije que no tenía a nadie le declaré mi amor”, dice sola en el andén, mientras que Aliocha Skvortsov , está enmarcado, en la ventana del tren que le conduce a su objetivo, recordando sus imágenes más bellas.
Excepto Borau, que hizo una película sin música, normalmente, cuando se quiere resaltar la emoción de una escena, la música adquiere los sonidos más potentes. Pues bien, Grigori Tchoukhrai, nos emociona cuando la madre corriendo entre las espigas de heno va en busca de su hijo con la música de Mikhail Zive, y de pronto ésta se para, sólo se oyen los sollozos y unos pitidos de fondo del camión que tiene prisa en regresar. Uno salta de la silla, si además hay un encuadre en el que el horizonte se pierde por esos caminos que nos recuerdan a Tarkovski. Gran actor el que hace de soldado cojo en el primer recorrido de nuestro héroe, película antibelicista a nuestro juicio.” El timbre no funciona, hay que golpear”, dice el niño que está haciendo burbujas de jabón. Lástima de talentos perdidos por la falta de libertad.

Tengo una localidad en las Ventas del tendido 3 bajo a la que accedo habitualmente por la escalera del tendido 3 alto, ya que la misma se encuentra a escasos metros de esa entrada, pues bien, ayer el portero me hizo dar la vuelta.Sentado en la localidad me reprocharon que estaba ocupando un espacio que no me correspondia.Al llegar a casa, enciendo el ordenador y recibo un correo en el que poco menos que me quieren tirar a la hoguera por llamar díscolos a los que no obedecen… me cambian la llave del cine club. Yo ya no se si llevaré el mismo camino que el marinero Billy Budd de la novela de Herman Melville.

Las termitas constituyen un gran grupo dentro del orden de los isópteros y están por, prácticamente, todo el mundo. Por desgracia, resulta muy frecuente la noticia de que en tal o cual pueblo hay un ataque de termitas y varias casas antiguas con vigas de madera corren serio peligro de derrumbamiento. Cuando no son casas, pueden ser retablos, imágenes, estatuas o muebles de considerable valor histórico y artístico. Hace ya varias décadas, por ejemplo, el monasterio de nuestro pueblo corrió serio peligro por el ataque de los xilófagos. En las organizaciones vivas con materia gris, es susceptible un ataque tanto de carácter biológico (termitas, carcomas, pudriciones, etc.), como de carácter atmosférico (radiaciones solares, lluvias, etc.).Es necesario por ello, protegerse contra estos agentes, si se quiere conservar sana la organización ,aplicando, en cada caso ,el tratamiento específico que se requiera. La termita más peligrosa es la del tipo “adularis”, ésta puede introducirse con mucha facilidad en aquellos elementos con una materia enfocada al conformismo, la complacencia, la inacción, y la incompetencia, y desde allí, alimentados en una simbiosis extraña , lanzarse en picado contra “maderos” de prestigio pero denostados por su gran capacidad de aguante. La empresa FELAX ofrece en el campo de los tratamientos químicos de la madera, una experiencia avalada por los innumerables trabajos realizados exclusivamente por sus propios equipos técnicos; garantizando, por ello, una eficacia y seguridad total en los resultados, tanto en tratamientos preventivos aplicados a madera sana, como en tratamientos curativos en madera ya atacada, pero debido a la crisis necesita una Unión Temporal de Empresas para acabar con la “termita adularis”.

A la segunda fué la vencida y por fín pudimos disfrutar de la excelente película Andrei Rublev de Tarkovski, el comentario que he realizado en filmafinyty se lo he dedicado a Eugenio que ha sido reticente en meterse en la Edad Madia. A Mayki que me propuso la proyección y que al terminar me dijo que le había gustado más la segunda parte la tengo que decir que la Divina Comedia es un TODO, una aventura intelectual del hombre en busca de su salud, no me atrevería a decir que es mejor el infierno que el paraiso, Alfonso se me rajó, y a Carlos le tengo que dar mas caña, aunque a decir verdad el dia que pusimos una del oeste no vino, por algo sería.Vamos con el comentario a la peli:
Una buena experiencia al terminar de visionar la película de Tarkovsky es contemplar el icono de Rublev y preguntarnos si esa imagen de tres ángeles junto al encinar de Mambré pudo conquistar los corazones rusos inmersos en ese mundo tan cruel que se nos va presentando a lo largo de las tres horas de film. Acostumbrados a las imágenes dolientes nos cuesta trabajo comprender que el icono de Rublev sea la hipóstasis del Redentor, y que su contemplación anticipe la salvación.
Rublev representa la concepción bizantina del símbolo propia de la escuela de Nougorod. Sus imágenes se ponen del lado de la concepción iconoclasta de la Iglesia Ortodoxa triunfante en el Concilio de Nicea, que reconoce el papel central del icono en la relación de los hombres con Dios. Por eso Rublev sólo puede pintar si tiene fe, y ésta la encuentra en el genial episodio de la campana donde, entre otras cosas, se demuestra la capacidad para el movimiento de masas de Tarkovski. Boriska llora desesperadamente, Andrei lo consuela, por primera vez rompe el silencio, se compromete a retomar los pinceles. Las brasas del fogón viran del blanco y negro al color para darnos un recorrido por la famosa pintura, que termina con una toma de unos caballos (¿la humanidad redimida?).
En el libro “Esculpir en el tiempo”, escrito por Tarkovsky a modo de diario estético, nos llama la atención sobre dos concepciones pictóricas que contrapone: por un lado Rafael, por otro Vittore Carpaccio. Dice de la Virgen Sixtina que representa a una mujer burguesa normal y corriente, cuyo estado interior se basa en la verdad de una vida, y señala en ello cierta tendencia a lo dulzón y lo alegórico. Las pinturas de Carpaccio, en cambio, expresan para él valor y dignidad entre las nuevas interrelaciones individuales y la realidad material.
La segunda película de Tarkovsky, además de ser una biografía imaginaria del pintor de iconos es una manifestación de su vida espiritual y nos deja el siguiente interrogante: ¿Cuál es la esencia de un artista genial?
A Luis, Hector y Eugenio