Análisis de Películas

04 PM | 12 Feb

la mejor juventud, segunda parte

La meglio gioventù 2Director: Marco Tullio Giordana. Guión: Sandro Petraglia y Stefano Rulli. Intérpretes: Luigi Lo Cascio, Alessio Boni, Adriana Asti, Sonia Bergamasco, Fabrizio Gifuni, Maya Sansa, Valentina Carnelutti, Jasmine Trinca. 184 min. Jóvenes-adultos.

La primera parte de esta miniserie televisiva italiana supuso una de las mejores películas de la temporada  Al completo se convierte definitivamente en una de las producciones europeas más interesantes de los últimos años. Resultan justos el Premio «Una cierta mirada» en el Festival de Cannes 2003 y los seis David de Donatello 2004.

Las vicisitudes de los protagonistas reflejan las transformaciones de la vida política y social italiana, desde el terrorismo de las Brigadas Rojas a la situación actual. En esta segunda parte, la acción transcurre entre 1982 y 2003, tiempo en el que evolucionan los dramas esbozados en la primera parte. El psiquiatra Nicola, menos ideologizado, intenta rehacer su vida con su despierta hija Sara y afronta valientemente su posible responsabilidad en los actos criminales de su esposa, que se ha convertido en activista de las Brigadas Rojas. Matteo, el depresivo hermano de Nicola, se adapta malamente a su nuevo destino en los grupos policiales antiterroristas y reencuentra a Mirella, la fotógrafa aficionada que conoció en Palermo. Por su parte, las dos hermanas Carati se enfrentan a otras dificultades: la amenaza terrorista contra el marido economista de Francesca y la ofensiva de la Mafia siciliana contra la judicatura italiana, de la que Giovanna forma parte.

Como en la primera entrega, cabe reprochar leves defectos técnicos en la realización en vídeo digital y una cierta superficialidad al afrontar el catolicismo italiano. Pero estos defectos pesan poco ante el despliegue de buen cine que llena la película. A sus 53 años el milanés Giordana («Cita en Liverpool», «Pasolini, un crimen italiano») se luce en la dirección de actores, especialmente brillante con los intérpretes infantiles y con Maya Sansa, una Mirella que cobra protagonismo. Al ritmo de una música espléndida, Giordana hilvana las alegrías y tragedias de los personajes con una fluidez narrativa y una capacidad emocional sorprendentes, cimentadas sin duda en la hondura de su mirada y en el respeto con que trata a todos sus personajes.

Ese respeto no significa neutralidad moral, pues, sin renunciar a la sutileza, Giordana acaba juzgando las conductas de los personajes. Se agradece la valentía de la condena de la corrupción política en Italia, de la tiranía de la Mafia y del recurso a la violencia y al terrorismo por parte de los grupos de ultraizquierda (un asunto bien conocido por Fontana, que ya trató en «Amar a los condenados»). Con todo, lo que más se agradece es el optimismo de Giordana respecto a las nuevas generaciones y su reivindicación de la moralidad personal, el civismo, la solidaridad y la unidad familiar -a pesar de los pesares- como los auténticos impulsores del progreso social.

Jerónimo José Martín

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09 PM | 07 Feb

La mejor juventud, primera parte

Nos encontramos ante el retrato lúcido y desencantado de una familia italiana a lo largo de cuarenta años de historia de ese país. Más concretamente de la familia Carati, que está representada por los hermanos Nicola (Luigi Lo Cascio) y Matteo (Alessio Boni). A ambos les unen los mismos sueños de juventud, hasta el día en que, decepcionados por el resultado de una experiencia personal que no vamos a desvelar, cada uno busca su propio camino. Mientras que el primero entra a formar parte de los florecientes movimientos juveniles, el segundo, un hombre culto pero necesitado de una cierta disciplina, decide ingresar en el cuerpo de policía. A partir de ese momento, sus respectivas vidas se van enriqueciendo al conocer a diversos personajes. Cada uno de ellos forma parte del amplio escenario social que en mueve en ese telón de fondo llamado Italia, en el que ciertas canciones marcaron esa época, y los triunfos conseguidos por la selección italiana de fútbol tuvieron tanta importancia para los habitantes necesitados de alegrías.

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10 AM | 31 Ene

Sean Baker, el director del lado oscuro del sueño americano: “EE UU no es como lo vemos en el cine”

Con ‘Anora’, ganadora de la última Palma de Oro en Cannes, el director estrena su quinto largometraje protagonizado por trabajadores del sexo. “Si ser ‘indie’ significa que posees todo el control de tu obra, seré siempre ‘indie”, anuncia

Sean Baker
Retrato promocional del director Sean Baker.UNIVERSAL

A Sean Baker le da miedo la figura de Eloy de la Iglesia. Que un director maldito de la Transición —el hombre que retrató la ola de destrucción y malditismo que la heroína provocó en las alcantarillas de la cacareada Movida— asuste al último ganador de la Palma de Oro de Cannes, un cineasta indie de alma neoyorquina, es una señal de las sombras que esconde Baker. “En la Universidad de Nueva York no nos llegaba ese cine español. Lo he descubierto hace unos cinco años y me siento más alineado con él que con Fellini”, cuenta. “Su personalidad me recuerda a la de Pasolini, y me han contado que su adicción a las drogas se originó a partir de su interacción con los actores. Eso me da miedo porque yo estuve enganchado. Tuve problemas con las drogas, fui adicto a la heroína a finales de los noventa, cuando yo era un veinteañero. A veces me asusto cuando me doy cuenta de que me acerco demasiado de nuevo a esos mundos. En una película tuve a una persona chutándose a mi lado. Uf”. Para ser un cineasta que no disfruta de las entrevistas, la confesión ha salido a borbotones.

El jueves 31 de octubre se estrena Anora, la quinta película en la que Baker (Nueva York, 53 años) cuenta con personajes relacionados con la prostitución o con el negocio del sexo. Y desde luego, no muy cercanos a la prostituta de Julia Roberts en Pretty Woman. “Creo que el público puede identificarse con personajes que no podrían soportar en la vida real. Y en mi caso, me gusta retratar personajes que persiguen el sueño americano y poner el foco sobre situaciones que Hollywood es incapaz de retratar bien”, apunta al sentarse en un sofá.

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12 AM | 24 Ene

Todos pierden: Cenizas y diamantes (Popiól I Diament, Andrzej Wajda, 1958)

Cenizas y diamantes [Popiól I Diament] (1958) - La Segunda Guerra Mundial

 

Última entrega de la llamada «Trilogía de la guerra» de Andrzej Wajda, abierta con Generación (Pokolenie, 1955) y continuada con Kanal (1957), Cenizas y diamantes se asoma al nuevo abismo que se abre bajo los pies de los polacos tras el final de la Segunda Guerra Mundial. País castigado secularmente por el enorme apetito de territorios de sus poderosos vecinos, la película presenta la enésima encrucijada de amenazas que se ciernen sobre él a través de la historia de Maciek (impresionante Zbigniew Cybulski), joven algo tarambana que milita en las filas de un partido de carácter ultranacionalista en una ciudad de provincias. En un clima social y político caótico y lleno de incertidumbres, la anterior armonía existente durante la guerra entre los distintos sectores ideológicos del país frente el enemigo común nazi está a punto de romperse definitivamente, toda vez que cada facción busca posicionarse de la mejor manera posible en el escenario posterior al conflicto, a modo de trampolín que le permita conquistar el poder y, dado lo extremo de las posturas, imponer un régimen, ya sea comunista, ya pro-occidental, que anule al adversario. Es en esta tesitura de anarquía y extremismos generalizados que el joven Maciek recibe un encargo de sus superiores ultranacionalistas: debe asesinar al más importante dirigente comunista del distrito, que piensa alojarse en un hotel de la ciudad. El entusiasmo dogmático e irracional de Maciek se combina con un perfil soñador, un tanto iluso, del joven, que no conoce otra vida que la de la guerra, acerca de lo que debe significar vivir una vida adulta sin violencia, en un mundo lleno de oportunidades y promesas de comodidad. Este horizonte tan halagüeño, con mucho de autoengaño, viene simbolizado por Krystyna (Ewa Krzyzewska), en la que Maciek encuentra el amor en el lugar y momento más inesperados y, desde luego, inoportunos.

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08 PM | 17 Ene

GREEN BORDER

Green Border’, la película que desató un tsunami de odio fascista contra la cineasta Agnieszka Holland

'Green Border', la película que desató un tsunami de odio fascista contra la cineasta Agnieszka Holland
La película presenta diferentes puntos de vista, de los refugiados, los activistas y los policías. 

También fueron contra usted.

La cineasta Agnieszka Holland en el rodaje de la película 'Green Border'.
La cineasta Agnieszka Holland en el rodaje de la película ‘Green Border’. Vercine

¿Alguna vez pensó que una película iba a ponerla en peligro de muerte?

Usted ha dedicado gran parte de su carrera a denunciar el horror del Holocausto. A la vista del resurgimiento de la ultraderecha en el mundo, ¿no se siente decepcionada?

La situación de los refugiados es límite, ¿se impuso límites sobre lo que mostrar y no mostrar?

Una secuencia de la película 'Green Border', dirigida por Agnieszka Holland.
Una secuencia de la película ‘Green Border’, dirigida por Agnieszka Holland. Vercine

El blanco y negro con el que ha rodado, ¿qué le aporta a la historia?

Hay diferentes perspectivas en la película, no solo la de los refugiados. También está la de los soldados, ¿por qué decidió darles voz?

Al ver la reacción que tuvo el gobierno polaco es evidente que el cine tiene poder.

En ‘Green Border’ usted denuncia la hipocresía europea, que trata diferente a los refugiados dependiendo de donde vengan…

«Los políticos tienen miedo de que se debata sobre la migración porque ayudará a los partidos fascistas»

¿Confía en que se encuentre una solución?

¿Meterse en un proyecto como este le pasa factura en lo personal?

¿Está respondiendo el cine europeo a la amenaza del fascismo?

Y los ciudadanos, ¿no está Europa invadida por el cinismo?

¿Hay esperanza?

Begoña Piña

Redactora-crítica de cine en Público. Hoy escribe en Librújula, Archiletras, Best Movie y La Gran Ilusión. Periodista, ha publicado en Diario 16, La Vanguardia, Fotogramas, Caimán. Cuadernos de cine… Premio Comunicación Alfonso Sánchez 2018 de la Academia de Cine y Mención a la Labor Periodística en el Zinemaldia 2024 del Festival de San Sebastián.

 

 

 

 

 

 

 

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