«La desaparición del viejo cine convencional alemán da al nuevo cine la posibilidad de vivir.
Los filmes cortos de los jóvenes autores, directores y productores han obtenido gran cantidad de premios en festivales internacionales y han hallado el reconocimiento de la crítica internacional. Estos trabajos y sus consecuentes éxitos muestran que el futuro del cine alemán está ne manos de aquellos que han demostrado hablar un nuevo lenguaje cinematográfico.
Como en otros países, también en Alemania el cortometraje ha sido escuela y campo de experimentación para el largometraje. Declaramos nuestra exigencia de crear los nuevos largometrajes alemanes. Este nuevo cine necesita libertades nuevas. Libertad ante las convenciones usuales de la profesión. Libertad ante las influencias comerciales. Libertad ante los grupos de presión.
Para la producción del nuevo cine alemán tenemos ideas creativas, formales y económicas concretas. Juntos estamos preparados para resistir riesgos económicos.
El viejo cine ha muerto. Creemos el nuevo.»
Oberhaüsen, 28 de febrero de 1962
Bodo Blüthner, Hans-Jürgen Pohland, Boris v. Borresholm, Raimond Ruehl, Christian Doermer, Edgar Reitz, Bernhard Doermer, Peter Schamoni, Heinz Furchner, Detten Schleiermacher, Rob Houwer, Fritz Schwenicke, Ferdinand Khitti, Haro Senft,Alexander Kluge, Franz-Josef Stropel, Walter Krüttner, Heinz Tichawsky, Dieter Lemmel, Wolfgang Urchs, Hans Loeper, Ronald Martini, Wo
Alexander Kluge en la presentación del Manifiesto de Oberhausen, 1962.
JOSÉ LUIS VILLACAÑAS (Úbeda, 1955) es desde 2009 catedrático de Historia de la Filosofía de la UCM. Como investigador, tras coordinar diversos proyectos financiados por el Gobierno español desde 1986, ha dirigido de forma ininterrumpida la Biblioteca Digital Saavedra Fajardo de Pensamiento Político Hispano, que viene funcionando desde 2002, y que ha editado centenares de obras de pensamiento político hispánico en la red, siendo uno de los portales de internet más visitados en lengua española. El grupo que dirige, muy consolidado, integra a medio centenar de profesores e investigadores del mundo euroamericano.
Uno de los focos principales de su investigación lo constituye la historia de las ideas políticas hispánicas en su estrecha relación con la evolución de las ideas europeas. A esta línea de trabajo ha dedicado diversas monografías, que van desde las propuestas de Ramiro de Maeztu a la presencia de Kant en España, desde la formación de los reinos hispánicos a la construcción de la monarquía hispánica o la historia del poder en España. En esta línea se articula su más ambicioso proyecto, LA INTELIGENCIA HISPANA (IDEAS EN EL TIEMPO). Su aproximación a la cultura hispana no es autorreferencial, sino siempre iluminada a través de un diálogo con la cultura occidental, como lo muestra su último libro, titulado Freud lee el Quijote (La Huerta Grande, 2017), o la monografía en la que trabaja en la actualidad, capaz de exponer el despliegue de la filosofía de Ortega y Gasset en diálogo con la filosofía europea contemporánea.
Gena Rowlands ha muerto el miércoles 14 en su casa de Indian Wells, California, a los 94 años. La actriz de Una mujer bajo la influencia, que padecía alzhéimer, fue una de las grandes divas del cine independiente estadounidense entre 1960 y 1980 y protagonizó una decena de cintas dirigidas por su marido, el también actor John Cassavetes, fallecido en 1989. Para las generaciones más jóvenes, Rowlands es un rostro familiar gracias a su papel en The Notebook (El diario de Noa), el taquillazo de 2004 protagonizado por Ryan Gosling y Rachel McAdams y que dirigió su hijo, Nick Cassavetes.
La muerte ha sido confirmada por su familia, que estaba presente este miércoles en la casa de la prolífica actriz y de su segundo esposo, el empresario Robert Forrest. Nick Cassavetes ya había revelado en junio, durante una entrevista con Entertainment Weekly, que su madre padecía alzhéimer, enfermedad degenerativa que precisamente sufría su personaje en El diario de Noa.
“Logré que mi madre interpretara a una Allie mayor (el papel de Rachel McAdams), y pasamos mucho tiempo hablando del alzhéimer y de cómo su papel podría sentirse auténtico. Y ahora, en los últimos cinco años, ha sufrido esta enfermedad ella misma”, contaba Nick Cassavetes, dos décadas después del estreno del filme romántico. “Es increíble lo que vivimos, cómo lo interpretó, y ahora pesa sobre ella”, dijo a la revista el director, quien también dirigió a su madre en su ópera prima, Unhook the stars (Volver a vivir, 1996) y en otras dos películas, siendo la última Yellow, en 2012.
Cassavetes y Rowlands comenzaron como pareja en 1954, se casaron tras salir durante cuatro meses y no se separaron hasta que el director murió de cirrosis en 1989. El matrimonio fue duro. Tenían una relación tempestuosa, llena de peleas y malentendidos, según contó el crítico estadounidense Ray Carney en el famoso libro Cassavetes por Cassavetes (Anagrama, 2004). “Teníamos fricciones en cuanto a estilo de vida y gustos. No estábamos de acuerdo absolutamente en nada”, admitió el director.
La pareja dejó una considerable filmografía conjunta, una decena de títulos de una escuela de nuevo realismo que son material obligatorio para cualquier amante del cine. En la lista están, entre otras, Faces (Rostros), Opening Night (Noche de estreno), Love Streams (Corrientes de amor), Shadows (Sombras), Minnie and Moskowitz (Así habla el amor) y el clásico de 1974 A woman under the influence (Una mujer bajo la influencia), junto a Peter Falk, el actor que hizo famoso al detective Colombo y también amigo recurrente del cine de Cassavetes.
Myrtle Gordon (Gena Rowlands), actriz de Broadway, ensaya para su última obra. Esta versa sobre una mujer que no es capaz de admitir que el tiempo pasa y que se está haciendo mayor. Myrtle es una artista que se mete con una intensidad desmedida en la piel de sus personajes. Cuando es testigo de la muerte de uno de los jóvenes fans que tanto la adora, se siente responsable y entra en una profunda crisis emocional que comienza a interferir con su trabajo profesional.
El realizador neoyorkino John Cassavetes, director de “Maridos”, “Rostros” o “El asesinato de un corredor de apuestas chino” entre otras, dirigió nuevamente a su mujer (hasta en diez películas trabajaron juntos) y también a Ben Gazzara en este drama entre bambalinas cuya historia y guión también había desarrollado él mismo. De “Opening Night” realizaría años después su particular versión Pedro Almodóvar en “Todo sobre mi madre”.
Raúl Ruiz era una persona contradictoria. Chileno hasta la médula, no tuvo problemas en que lo llamaran Raoul y lo calificaran como cineasta francés. Director de cine, filmó largometrajes en 12 días, le encargaron documentales y filmó ficciones…
Todo film conlleva siempre otro film secreto,
y para descubrirlo,
basta desarrollar el don de la doble visión que …
consiste en ver en una cinta no ya la secuencia narrativa que se da a ver efectivamente,
sino el potencial simbólico y narrativo de las imágenes
y de los sonidos aislados del contexto…
Nacido en Puerto Montt en 1941, hijo de marino mercante, a los quince años ya escribía obras de teatro a un ritmo frenético. A los 21 años ya había escrito cien. En estas historias se perfila ya su estilo corrosivo y lúdico. Luego de trabajar varios años como guionista de televisión, el año 1968 marcó su despegue como cineasta, gracias a su primer largometraje Tres Tristes Tigres. La película narra las desventuras de un grupo de pícaros sin trabajo en torno a los bares San Diego y Mapocho. La obra estuvo lejos de ser éxito de taquilla, pero la crítica la recibió muy bien, incluso obtuvo premios en Europa. Esta disparidad en la recepción será una constante en su filmografía. Militante del Partido Socialista, desarrolló una prolífica obra durante el Gobierno de Salvador Allende. El cine de Ruiz durante la Unidad Popular consistió mayoritariamente en documentales por encargo, pero también en obras de ficción en su estilo irónico, como Palomita Blanca. Por estos años se casó con la cineasta Valeria Sarmiento, que ha sido la editora de sus películas.
El golpe de Estado de 1973 cerró los espacios cinematográficos y Ruiz, como muchos otros, partió al exilio. Se radicó en Francia, donde vivió hasta su muerte. A los pocos meses de su llegada, realizó quizás su película más chilena: Diálogo de Exiliados, de 1974. Esta obra vino a cerrar un ciclo, pues en adelante Ruiz cambió notoriamente de estilo, dejando de lado lo costumbrista e irónico, optando por narraciones laberínticas con énfasis en los juegos de tiempo y espacio. En cierta forma Raúl Ruiz fue “adoptado” por el sistema cinematográfico francés. El Institut National de l’Audiovisuel le permitió trabajar a sus anchas, filmando decenas de obras, entre las que destacan La Vocación Suspendida en 1977, Coloquio de Perros (premio César a mejor cortometraje argumental en 1979) y La Hipótesis del Cuadro Robado en 1979. La década de 1980 fue la de la consolidación definitiva. En 1982 realizó Las Tres Coronas del Marinero, la que muchos críticos consideran su mejor película. En 1983, la prestigiosa revista Cahiers du Cinéma le dedicó un número especial. En adelante filmó con actores de la talla de Catherine Deneuve y Marcello Mastroianni. Misterios de Lisboa lo consagró como un director de culto.
Terminada la dictadura en Chile, regresó periódicamente al país. Al respecto dijo: “vivo en Chile, pero viajo once meses al año por Europa”. En estos años comenzó a realizar actividades diversas: escribió novelas, cómics, dictó conferencias en universidades. Afortunadamente, decidió poner sus ideas por escrito en 1995, en su libro de ensayo Poética del Cine. En 1999, realizó quizás su obra más ambiciosa: adaptar a Marcel Proust. El largometraje El Tiempo Recobrado le dio así credencial de cineasta de primer orden, saliendo en cierta manera del circuito de “especialistas” en el que se encontraba. De su extensa filmografía, compuesta por alrededor de ochenta films escritos por él, cabe destacar algunas de las producciones que filmó en Chile durante las últimas décadas: Días de Campo (2004), la serie de televisión La recta provincia (2007), Litoral (2008), El pasaporte amarillo (2009) y La noche de enfrente (2012). Raúl Ruiz falleció a raíz de un cáncer hepático el 19 de agosto del 2011, en París, Francia.