07 PM | 11 May

Conferencia Cristina Catalina- GENERO Y CAPITAL

En la segunda Conferencia, viernes día 13 a las 18,30, de Cristina Catalina, el día 13 de mayo, nos adentraremos en la Crítica específica de la Economía Política, desde la perspectiva del género y la ley del valor del capital, en una visión crítica superadora de los marxismos que han sido y aún perduran y acorde con las Nuevas lecturas del Capital. Trataremos de acercarnos a la funcionalidad de la relación heterosexual, y de la familia nuclear consiguiente, como paradigma dominante, necesaria para la reproducción de la fuerza de trabajo sin coste para el capital, a partir del trabajo invisibilizado de las mujeres en el hogar o precario fuera de él. También la “doble socialización” que se produce cuando las mujeres acceden a puestos de trabajo y a entrar en el mercado laboral simultáneamente a las tareas reproductivas tradicionales y la naturaleza de las crisis que esta situación de adaptación y/o ruptura que esto provoca en el capitalismo. Incluye la teoría de la escisión del valor de “el valor es el hombre”, de Romina Sholtz.

CONCEPTOS Y CATEGORIAS DE LA ECONOMIA POLITICA (CRITICA)

Estas son los conceptos más importantes de la Economía Política y su CrÍtica, incluso de la Crítica de la Crítica de la Economía política, desde el feminismo, hoy.

MERCANCIA: Conjunto de bienes que se producen para el intercambio en el Mercado (os), y obtener un beneficio privado. Solo en el capitalismo se generaliza la Forma mercancía de los bienes y el Intercambio de los mismos. Las mercancías se intercambian a sus valores, como intercambio de equivalentes de trabajo abstracto. Solo en el capitalismo la Riqueza aparece como una “inmensa acumulación de mercancías” y la mercancía individual como la forma elemental de esa riqueza.

VALOR: Trabajo abstracto humano objetivado en las mercancías. Su magnitud es “el tiempo de trabajo socialmente necesario” que se requiere para la producción de la mercancía, esto es, el  tiempo de trabajo que es necesario “para producir un valor de uso cualquiera en las condiciones normales de producción existentes en la sociedad y con el grado de social medio de habilidad o intensidad de trabajo”. El valor toma formas, la forma simple del valor, la forma general y la forma equivalente, de manera que se corona en el Dinero como forma simbólica del valor en el intercambio de mercancías, que produce el fetichismo de las relaciones sociales que hay detrás.

VALOR DE USO: El Valor de uso de una cosa no es otra cosa que su utilidad. Es su forma natural. Como tal, es independiente de que se intercambie o no y, por tanto, de su valor de cambio. El “contenido material” de una cosa “ (su forma natural”) se distingue de su “forma social”. “Los valores de uso constituyen el contenido material de la riqueza, sea cual sea la forma social de ésta”.

VALOR DE CAMBIO: Es la “forma social” del valor, distinta de su forma natural. Como “forma social” es mercancía y tiene un valor de cambio, en el intercambio de las mercancías. El que una cosa sea mercancía no se debe a ella misma como cosa, sino a la sociedad en que esa cosa existe. Son las relaciones sociales las que determinan que esa cosa exista.

TEORIA DEL VALOR-TRABAJO: Es la concepción habitual de la economía política clásica y, también marxiana (desde la cual hace la Crítica), por la que el “Trabajo es la sustancia o la fuente del valor”. Sin trabajo humano no hay valor. Si la mercancía es algo doble, valor de uso y valor a secas, el trabajo que produce mercancías tiene que poseer también un carácter doble: es trabajo que no solo produce valor de uso, sino también valor de cambio. Solo tiene ese carácter doble el trabajo que produce mercancías.

TRABAJO ABSTRACTO: No es visible, solo es visible un determinado trabajo concreto. En el trabajo abstracto no se trata de una “abstracción mental”, como sería, por ejemplo, la abstracción “árbol “, de todos los distintos árboles concretos, sino de una “abstracción real” que se realiza en el comportamiento de las personas, al margen de que lo sepan o no. En tanto se igualan las mercancías como valores, se abstrae, de hecho, fácticamente, de la particularidad del trabajo que las produce y solo vale ahora como trabajo “abstracto” que genera valor. Por tanto, la abstracción tiene lugar realmente, con independencia de lo que piensen al respecto los poseedores de mercancías implicados. Solo se realiza en el cambio. El trabajo concreto gastado vale en el cambio como una determinada cantidad de trabajo abstracto, y es el valor de una parte del trabajo social global.  Este es el origen del “fetichismo de la mercancía”, del trabajo y del capital.

TRABAJO CONCRETO: Es el trabajo que produce valores de uso concretos. Los “trabajos concretos” cualitativamente distintos producen valores de uso cualitativamente distintos. Pero el valor no se constituye por medio de un determinado trabajo concreto. Cualquier trabajo cuyo producto (que también puede ser un servicio) se intercambia, produce valor. Como valores las mercancías son cualitativamente iguales, por lo que también los distintos trabajos que producen valores tienen que valer como trabajo humano cualitativamente igual.

TRABAJO NECESARIO: Es aquella actividad de la fuerza de trabajo como mercancía cuyo valor es el valor de los medios de vida necesarios para la subsistencia de su poseedor. Se mantiene así el intercambio de equivalentes de trabajo. Este valor puede modificarse por la modificación del valor de los medios de vida en función de la lucha de clases entre trabajadores y capitalistas, pero está determinado por el valor de esa reproducción. Su precio es el salario, en cada momento histórico del valor de los medios de subsistencia. Pero aquí no se han tenido en cuenta las condiciones de posibilidad social por la que el trabajador accede al mercado de trabajo para ser eficaz al realizar su labor productiva, que constituyen otra determinación social, más allá de la lucha de clases por el salario y las condiciones de trabajo, y que alude al Género.

No hay reproducción de la fuerza de trabajo real sin que los trabajos de cuidado en el hogar de la familia nuclear heterosexual ( cuidado de ancianos, hijos, aseo, presencia, manutención, estabilidad sexual….) sean provistos gratuitamente por las mujeres en el capitalismo. A esto se le llama dominación de género. Si estas tareas reproductivas tuvieran un coste monetario para los capitalistas la quiebra del sistema estaría asegurada. No hay trabajo productivo sin trabajo reproductivo adscrito a las mujeres “por amor”, sin coste, en el hogar heteropatriarcal y heteronormativo.

TRABAJO EXCEDENTE: Es la actividad extra y su tiempo que realiza el trabajador en la jornada laboral que se apropia el capitalista, no pagada al trabajador, por la cual se garantiza el beneficio en la competencia de precios del mercado de productos o servicios. Sin ella no habría ni beneficio ni acumulación de capital.

PRODUCTIVIDAD DEL TRABAJO: “El Tiempo de trabajo socialmente necesario”, no permanece siempre igual para la producción de un determinado valor de uso. Si aumenta la fuerza productiva del trabajo se pueden fabricar más productos en el mismo lapso de tiempo, por lo que disminuye el tiempo de trabajo socialmente necesario para la fabricación del producto y se reduce su magnitud de valor. En cambio, si disminuye la fuerza productiva del trabajo, aumenta el tiempo de trabajo socialmente necesario que se requiere para la producción y se acrecienta la magnitud de valor del producto. Si hay intercambio, entonces se presupone la división del trabajo: solo intercambio lo que no produzco yo mismo. También los “servicios” pueden intercambiarse  y convertirse de este modo en mercancías. Se diferencian en cuanto a la materia, pero en cuanto se trata de mercancías se hace referencia a su forma social, y esta depende de que las cosas y los servicios se intercambien o no.

PLUSVALOR: Es el Valor extra que genera el trabajo excedente para que el capitalista pueda obtener un capital que le permita seguir produciendo mercancías para la venta. Las maquinas, la tecnología, no producen valor, solo funcionan o se paran ( incluso esto con el cuerpo del hombre/mujer que deja de utilizarlas o sustituirlas). El conflicto de clase que se deriva de la teoría de la explotación del trabajo, mediante la apropiación del plusvalor, del trabajo excedente, queda objetivado y cosificado en el intercambio de mercancías en el mercado. De ahí, el fetichismo de la mercancía, el dinero y el capital y la inversión de la ganancia, la renta y el interés, como fenómenos concurrentes y derivados, o, mejor, en el núcleo de la reproducción y acumulación misma.

DINERO: Es la forma simbólica del valor en el intercambio equivalente de las mercancías, aquellas que decíamos igualan el valor de las mismas con la “cantidad de trabajo socialmente necesario”. En el capitalismo financiarizado en el que vivimos, el llamado neoliberalismo, también en crisis desde 2008 y acontecimientos posteriores, ha cobrado autonomía como dinero bancario, al margen y sobre la producción tradicional de valor y es una mercancía muy importante en los mercados de futuros y derivados.

CAPITAL: Es el Plusvalor en la forma de mercancías. La mercancía ocultaría el carácter abstracto del trabajo y del capital como mediador del valor, a través del circuito Dinero- Mercancia-Dinero ampliado (Capital), que impide ver las relaciones de explotación y, también, la dominación de género, que se produce en las relaciones entre personas objetivadas en cosas.

                                                                                          CODAS:

 

TEORIA DE LA UTILIDAD MARGINAL O NEOCLÁSICA: Es la teoría dominante en la llamada Economia de mercado. El valor de una cosa se determina por su utilidad. Es el mercado autorregulado como axioma. Todo está regulado (auto) ya de antemano por el mercado. Estamos pasando de una economía de mercado a una sociedad de mercado. Nada queda fuera de esto. Todo el mundo es libre en ese mercado, para comprar o vender mercancías, sea un yate o una barra de pan y para trabajar o no hacerlo (el mito del “vago”), para tener vivienda o no tenerla, para acumular propiedad o para no tener ninguna. La crítica principal de esta “teoria utilitarista del valor” moderna, y de la elección libre del consumidor, es que OCULTA Y DA POR SUPUESTAS, OBJETIVADAS EN COSAS, LAS RELACIONES HUMANAS                                                                                           DE FUERZA QUE SE PRODUCEN POR LA TEORIA DEL PLUSVALOR Y EN LA DOMINACIÓN DE GENERO, necesaria para la reproducción social.

TEORIA DE LA ESCISIÓN DEL VALOR: Es una teoría de Roswitha Scholt que apareció en la revista CRISIS en Alemania, con el nombre “El valor es el hombre”, que ha traído gran debate posterior a la fecha de 1992 en que se publicó. Consiste de forma sintética, teniendo como antecedente la Teoría marxiana del valor, en una disociación sexual específica por la cual todo aquello no asimilable a la Forma-Valor se proyecta sobre la figura femenina. Como consecuencia, lo femenino y el capitalismo coincidirían en su invisibilización e infravaloración, y el capitalismo es entendido como “un patriarcado productor de mercancías”. Esta teoría significa la Crítica de la Crítica marxiana, con la que iniciamos estas categorías básicas para comprender la conferencia del viernes día 13. Por supuesto, no es la única, pero tiene concomitancias en el marxofeminismo, vigente hoy en la teoría y en las prácticas de las luchas feministas emancipatorias.

CODA FINAL: Para concluir estas líneas de aproximación conceptual teórica, nos encontramos ante caminos alternativos disociados, de inflexión civilizatoria, que permiten ver las 4  contradicciones que señalábamos en la conferencia inaugural, entre el Capital con la “Crítica de la teoría del valor” y la “Crítica de la escisión del valor”, y el mundo de la Vida, como divisiones y conflictos que genera el capitalismo en su dinámica inexorable de crecimiento y acumulación sin límites y las condiciones de la reproducción social de la fuerza de trabajo y de la supervivencia en el planeta mismo, así como la pervivencia de la democracia como sistema político. Este mundo está hoy en crisis. De ahí las opciones civilizatorias que puedan aparecer expectantes, ligadas a las posibilidades emancipatorias de una economia feminista,  ecológica y democrática, radicales (en la raíz). O a su reverso, volviendo a épocas donde el feminismo como movimiento emancipatorio era criminalizado, y el sexo femenino debe cumplir su papel, a su coste, en la reproducción social. Algo de esto está volviendo, que creíamos superado.

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