11 PM | 30 Nov

EN BUSCA DEL SENTIDO

En busca de sentido

 

 

El doctor Fausto busca y no encuentra sentido a la existencia. Entregado a sus trabajos sobre la fisiología humana, en los cadáveres que disecciona con su ayudante Wagner sólo encuentra entrañas que se desparraman, suciedad y podredumbre, nada más. A pesar de sus esfuerzos científicos vive en la miseria, y hasta le asaltan en la calle para intentar quitarle lo poco que tiene. En la lectura de la Biblia, el pasaje de “En el principio era el Verbo”, trata de encontrar algo que dé fundamento a su vida, pero no lo encuentra, ignora qué puede ser el Verbo, sólo entiende que pueda referirse a la Acción, hay que moverse. ¿Qué cabe desear? ¿Dinero, placer? El diablo vendrá ante él y se hará querer, explicará que muchos, todos, hacen cola esperando sus favores, y trazará el particular itinerario de Fausto que le ponga en posición de pactar la venta de su alma.

Profunda y audaz interpretación del “Fausto” de Johann Wolfgang Goethe, la inmortal historia de la relación entre doctor Fausto y el diablo Mefistófeles. Ha sido premiada con el León de Oro en el Festival de Venecia. El ruso Aleksandr Sukorov, cineasta difícil pero de exquisita sensibilidad, un artista con todas las letras, aborda una obra compleja, siempre difícil de trasladar a la escena o la pantalla. Su versión, rodada en alemán, puede resultar espesa y de complicada accesibilidad; pero es rabiosamente contemporánea, bucea en las oscuridades y perplejidades del alma humana, al tiempo que presenta una interesante visión del demonio, entre inteligente y tontorrón, siempre cínico, que cree saber mucho y en realidad no sabe nada. También se subraya el individualismo del protagonista, que sólo piensa en su propio interés, sobre todo en lo referente a la hermosa Margarita, lo que le llevará a una experiencia lujuriosa, plasmada plásticamente de un modo que puede hacer palidecer a cualquiera, en ese deseo satisfecho no radicaba la felicidad. Todo conduce a un clímax poderoso, que nos lleva como a las puertas del infierno.

Estéticamente Sokurov se mueve por territorio conocido en lo que a la paleta de colores fríos y apagados se refiere, el cromatismo se acerca a veces al blanco y negro, aunque siempre tiene capacidad para romper el saque; igual que sucede con el formato de pantalla de 4:3, poco habitual actualmente en el cine e incluso en la televisión, y al que sabe sacar partido. Hay imágenes de una belleza sublime, como algunos primeros planos de Margarita, o la caída de ella y Fausto al agua; el uso un tanto caprichoso de algunos planos inclinados de claro sabor expresionista, puede sacar en más de un momento de la película, pero ayuda a acentuar la impresión de las fuerzas oscuras que se afanan por ganar el alma de Fausto, sirven para crear una sensación incómoda en el espectador. Hay un gran trabajo del operador Bruno Delbonnel, pero también del compositor Alexander Zlamal, con una sugerente partitura al servicio de la historia. En realidad todos los elementos, incluido el trabajo de los actores, se aúnan para conformar una grandísima película, la obra de un artista.

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