02 PM | 03 Mar

TRAERÉ PATATAS DECORADAS(ASADO DE SATAN)

                                                                                                                   FELAS
 La película que nos ocupa, del “anarquista romántico”, como se le llama para celebrar un ciclo en Madrid por diversas instituciones, comienza y termina con una frase se Antonin Artaud, creador del teatro de la crueldad: “La diferencia entre nosotros y los paganos es que en el origen de sus creencias se esfuerzan…para no pensar como hombres…y estar en contacto con la creación…con la divinidad”, y es que precisamente ese teatro,( no hay que olvidar que Fassbinder rodaba haciendo teatro) era concebido para restablecer en la representación una vida apasionada y convulsa ,y en ese sentido el rigor violento y la condensación extrema de elementos escénicos son puestos de manifiesto muy acertadamente en ésta película demoledora donde la visión negra del dinero está muy presente.
Kurt Raab, que colaboró con Fassbinder en más de treinta películas, interpreta al poeta revolucionario de segunda fila que se ha quedado sin ideas, y que a cada situación grotesca da paso a una siguiente de forma inmediata. Vive en una casa con una esposa chillona y un hermano que intenta follar con las moscas, con secuencias sadomasoquistas y del absurdo.
Walter Kranz, procedente de la burguesía y que había tenido algún éxito con su obra como “poeta de la revolución”, tiene que reformar sus comportamientos, ¿cómo puede un hombre como Kranz, un artista, vivir de otra forma? si quiere conseguir el éxito tendrá que poner la pluma al servicio de la sociedad capitalista, convertirse en un ser manipulado arruinado e inhumano y lo consigue con la publicación de “No habrá ceremonia para el perro muerto del Führer”. Antes tendrá que padecer una pérdida de identidad pasando a ser el poeta Stefan George, representante alemán del simbolismo, con aires aristocráticos y espirituales, y que forjó su genio poético en contacto con Mallarmé, George articula un universo temático que incita a la renuncia y al sacrificio, lo que le viene bien a Fassbinder para completar esta demoledora película.
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