02 PM | 15 Oct

Sobre la Peli “À NOUS LA LIBERTÉ”

SOBRE LA PELI: “ À NOUS LA LIBERTÉ” (Viva la Libertad) 

Ante todo, “A o Para nosotros la libertad”, título original en francés, no es “Viva la libertad”. Aquella comporta un Nosotros que nos compromete colectivamente con ella, y el Viva la libertad, es un slogan perfectamente individualista, donde se esconde, se enmascara, las condiciones, de la o para la libertad. No es poca cosa. Tenemos ejemplos de esta época neoliberal, hoy, en el mundo y en España, de esa dicotomía. En la Comunidad autónoma de Madrid, con mucha constancia y perseverancia se discursea, sin discernir esa antinomia.

Es cierto que, como dijo el filósofo, el hombre no desea la emancipación sino la libertad, que  justamente esa palabra, dicha así, con un Viva delante o sin él, es la que permite que en su nombre quepa lo contrario de lo que enuncia. No hay libertad sin emancipación de las fuerzas o poderes que la oprimen, explotan o dominan y que afectan a los cuerpos, están encarnadas. El trio Marx, Nietzsche y Freud, desde distintos perspectivas, sospechó sobre todo esto, y más vale seguir su estela.

La peli nos sitúa en un marco específico guía, donde no se da la libertad individual, la cárcel, pero también nos coloca en otro marco, donde siempre ha aparecido como la condición de la libertad, el Trabajo en una empresa fordista, de producción de mercancías en serie, de principios del siglo XX, cuando se hace la película, que fabrica (Oh, paradojas) fonógrafos, dispositivos para gravar sonidos, palabras, en suma.

En la película se dice, es verdad que con ironía, “el trabajo os hará libres”. Claro, en la peli, no se entra en disquisiciones marxianas sobre el Trabajo, indispensable en el concepto de Valor clásico (Ricardo, Smith…), y la fuerza de trabajo, como una mercancía especial que lleva implícita la potencia de hacer y que termina siendo una mercancía al servicio de la producción de mercancías (“Producción de mercancías por medio de mercancías”, que diría Piero Sraffa) bajo el designio del Capital, que compra esa mercancía para producir precisamente plusvalor en forma de mercancías y seguir la “rueda de ratón” en la que consiste el capitalismo de siempre, de antes y de ahora.

Aquí es donde resulta interesante la película porque coloca a los 2 protagonistas amigos que se escapan de la cárcel, con distinta fortuna, en la que uno triunfa como empresario de una empresa que fabrica fonógrafos, y, el otro, que en busca del amor, casualmente, se deja comprar su fuerza de trabajo, un desastre por otra parte, para terminar reconociendo a su amigo, y recíprocamente reconociéndose los dos, más allá del marco de la fábrica y de su destino en ella, uno como capitalista, que tiene que mantener la rueda de la acumulación y el otro como vendedor de lo único que tiene, su potencia de trabajar, al servicio de su amigo.

La peli nos deja con la Critica del trabajo como fuente del valor, “superado” ya por el capitalismo de la utilidad marginal, donde parece que las máquinas liberan al hombre de la sujeción y puede permitirse jugar a juegos de mesa, en un plano sintomático, mientras la máquina produce los fonógrafos ella sola. Utopía de la tercera o cuarta ola de la revolución industrial, que ya el capitalismo fordista anunciaba.

Los 2 amigos saben que no, que eso no es así, por eso cantan al principio y final de la peli a la libertad, parte central y musical de la peli, que nada tiene que ver con eso, tanto la del capitalista, sujeto a la rueda de la acumulación ilimitada del valor, dinero y capital, produciendo en serie mercancias que se venden en el mercado; como la del trabajador, sujeto al trabajo que no le libera, que no le deja tiempo, para la libertad, aunque parezca que solo tiene que controlar de vez en cuando a la máquina, que es la que produce sola los fonógrafos que los mete en cajas para la venta.

Y es que profundizando un poco, no hay libertad por el trabajo en el capitalismo, porque siempre ha habido, hay y habrá paro, estructural, por las leyes inmanentes que lo rigen, bien por el mecanismo de la plusvalía absoluta, de aumento de la jornada laboral o bien por el de la plusvalía relativa, que es la que aparece en la peli con el fordismo hasta hoy, donde la máquina desplaza a los trabajadores, incremento de la productividad por hora trabajada, reduciendo el valor de la fuerza de trabajo, que expulsa trabajadores constantemente, para reducir el coste salarial de reproducción de la misma, o, fuerza de trabajo inútil en crecimiento, sin que dejes de trabajar para su reproducción, via riders, emprendedores falsos, via trabajo en casa, con ordenadores y algoritmos, via consumidor implacable de tiempo para el capital que desplazas de tu tiempo para la vida. La liberación del tiempo es condición necesaria, aunque no suficiente para la emancipación. Que se lo pregunten a las mujeres conscientes.

La finalidad del capitalismo no es la de reducir el trabajo empleado, sino la de reducir el trabajo pagado, aumentando la productividad de la producción de los bienes históricamente necesarios para la reproducción del propio trabajador, incrementando así el tiempo de trabajo excedente para la producción de plusvalor, que utiliza para la reproducción ilimitada del capital.

La jornada laboral de 8 horas lleva desde principios del siglo XX, abril de 1919 en España, para ser rigurosos, antes en el XIX, de 12 y 14 horas, mujeres y niños incluidos. Las luchas obreras, los sindicatos, las huelgas y las ideas y los partidos de izquierdas trajeron esa reducción de la jornada laboral, en relativamente poco tiempo.

¿Cuánto ha disminuido la jornada laboral durante todo el siglo XX y parte del XXI? Nada, apenas, y sin embargo la productividad del trabajo ha crecido en porcentajes de cientos, hasta miles por cien, por hora trabajada, y nunca se acaba, hasta el punto que el capitalismo ya produce excrecencia del trabajo, fuerza de trabajo inutilizada. Disminuye el trabajo que crea valor para el capital al aumentar la productividad, pero no disminuye la jornada laboral, ni aumenta el tiempo libre necesario para la política, la cultura y para la libertad.

Esta es la tarea del futuro, liberar el tiempo del valor, que no puede ser posible con el capitalismo que pone la vida a su servicio, al de sus leyes inmanentes, que Marx nos explicó en El Capital, todavía vivo.

Los 2 amigos de la peli se vieron esclavos cada uno en su función estructural dentro del sistema y por eso cantan a la vida y a la libertad, fuera de esos marcos establecidos donde están sujetados (subjetividad), mientras el dinero cae por todos los lados y todos se avalanchan sobre él, en forma de capital o en forma de salario monetario.

Desde esa época fordista nada ha cambiado en este aspecto, a pesar de que nos hagan parecer y pensemos que sí ha cambiado mucho. Teología del capital, del trabajo y del dinero. Fetichismo de la modernidad, más peligroso que el de las antiguas sociedades, por ser más inconsciente y automático, que anega la vida y hace que no solo la economía sino la sociedad también sea capitalista, puesta al servicio de la acumulación del capital.

EUGENIO

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1 comentario

  • Colectivo Rousseau

    Eugenio,muy bien escrito y con fiabilidad.
    Muy claro, el punto de vista de los dos amigos
    y el común,conseguir la libertad
    Me gustaría ver la pelicula.
    ANA REY

    ↶Reply15 octubre, 202116:09