05 PM | 20 Nov

Secretos y mentiras

Secretos y mentiras (Secrets & Lies, 1996), de Mike Leigh.

“Secretos y mentiras. Todos sufrimos. ¿Por qué no podemos compartir el dolor?”

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Tras la muerte de su madre adoptiva, Hortense Cumberbatch (Marianne Jean-Baptiste), una joven optometrista negra, decide emprender la búsqueda de su madre biológica, que resulta ser Cynthia Rose Purley (Brenda Blethyn), una mujer blanca de clase obrera.

Mike Leigh, soberbio escultor en celuloide de personajes hechos de carne, piel y huesos, erigió con Secrets & Lies un magistral monumento al drama contemporáneo. Una historia en la que los secretos de unos y otros acarrean mentiras y un sinfín de dolorosas emociones inherentes a la tragicómica naturaleza del ser humano. Siguiendo el singular “método Leigh”, buena parte del guión, firmado por él mismo, se construyó de manera improvisada a partir del contacto de los distintos miembros del reparto con los rasgos personales y circunstanciales de sus personajes. La película se alzó con la Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1996.

Encontramos al comienzo de Secretos y mentiras dos segmentos de trama que terminan por confluir con el transcurso de los minutos. Por un lado está la línea narrativa que sigue a los personajes de Maurice (Timothy Spall) y su mujer Monica (Phyllis Logan); y a los de Cynthia y su hija Roxanne (Claire Rushbrook). Maurice, exitoso fotógrafo de eventos sociales y escenas familiares con estudio propio, y Cynthia, la histérica trabajadora de una fábrica de cartones, son hermanos, pero últimamente andan algo distanciados. El inminente veintiún cumpleaños de Roxanne, barrendera del ayuntamiento de personalidad aún más ordinaria que la de su progenitora, por la que Maurice y su esposa Monica siempre han sentido un cariño especial dada la imposibilidad de ambos de tener hijos, supone una excelente oportunidad para reactivar las desgastadas relaciones de la familia. Por otro lado está la línea argumental que sigue a Hortense, la joven negra que después de la muerte de sus padres adoptivos, inicia la búsqueda de su madre biológica, que, como ya hemos dicho, no es otra que Cynthia.

Con una puesta en escena sobria y realista, intencionadamente feúcha si se quiere, en la que predominan los tonos grisáceos y pálidos de la fotografía de Dick Pope, Leigh opta por una narración esencialmente de interiores, en la que destacan secuencias como aquella de la cafetería en la que Cynthia se da cuenta de que es en verdad la madre de Hortense, filmada por el director británico mediante un plano medio corto ininterrumpido de unos ocho minutos de duración, o aquella otra durante la celebración de la fiesta de cumpleaños de Roxanne en la casa de Maurice, tras el larguísimo plano del almuerzo familiar en el patio, en la que los personajes exorcizan parte de sus secretos alcanzándose unas cotas de intensidad dramática pocas veces vistas en una pantalla de cine.

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Más allá del mayor o menor talento que puedan tener sus intérpretes (Leigh siempre ha sabido rodearse muy bien al respecto), el autor de Another year es uno de los mejores directores de actores del mundo, lo que da lugar en cada uno de sus trabajos a interpretaciones brillantísimas: la de David Thewlis en Indefenso (Naked, 1993), la de Imelda Staunton en El secreto de Vera Drake (Vera Drake, 2004), la de Lesley Manville en Another year (2010), la de Timothy Spall en Mr. Turner (2014), o la de Brenda Blethyn aquí; tragicómica en el sentido más pleno de la palabra, ya que lo mismo te hace reír que llorar.

Cinta clave en la cinematografía de los noventa, Secrets & Lies constituye una de las tres obras maestras que jalonan la trayectoria de uno de los realizadores vivos más importantes.

del BLOG esculpiendo el tiempo RICARDO PEREZ QUIÑONES

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