04 PM | 12 May

AL DESIERTO

 

   En las pasadas vacaciones de Semana Santa, tuve ocasión de escuchar al grupo The Sixten, el Officium Defunctorum de Tomas Luis de Victoria y, cosas de la vida, me puse a cantar interiormente como si estuviera en el coro con el padre Paulino las maravillosas músicas de Tomás. En el Ateneo, invitado por el Presidende de Arco Europeo, tuve el atrevimiento de querer superar la famosa frase de Gramsci defendiendo la necesidad de compaginar:”el pesimismo de la inteligencia y el optimismo de la voluntad”, proponiendo “optimismo de la inteligencia y de la voluntad”, claro que a las primeras de cambio, y tomando un café con Matias,  me voy al pesimismo, seguramente porque me pilló reciente la lectura de un artículo de Ramonet sobre la derrota de la socialdemocracia, está perdiendo su capacidad de dirigirse a los obreros desechables, a los neopobres de los suburbios, a los mileuristas, a los excluidos, a los jubilados en plena actividad activa, a las capas populares y medias damnificadas por el shok neoliberal.

   Este viernes continuamos con el ciclo de cine árabe, y proyectamos Bab Aziz, el sabio sufí, su director, el tunecino Nacer Khemir, nos dice que según un proverbio Tuareg: “hay tierras que están llenas de agua para el bienestar del cuerpo, y tierras que están llenas de arena para el bienestar del alma”. Nos vamos al desierto y nos olvidamos de la campaña electoral.

 

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