11 AM | 31 Dic

HASTA EL AÑO QUE VIENE

 

Hoy ha sido un día importante, hemos celebrado el “día Tarkovski” (aniversario de su muerte) en la Casa de Cultura, con una muy buena asistencia de público, pero cada vez que ponemos su testamento, surge la pregunta del millón ¿otra vez Sacrificio? Pregunta sin duda incómoda, pues a nadie se le ocurriría cuestionar que nuevamente tenemos que ver el concierto de año nuevo desde Viena, llevar ramitos de violetas cada nueve de noviembre, o cuando llueve mucho y no se puede salir de casa colocar en el tocadiscos (artilugio antiguo) la marcha fúnebre de Sigfrido.

Cuando el público de Cannes se salía de la sala, y no aguantaba el plano secuencia inicial, Tarkovsky dijo que no le importaba, ya que los que se quedaban eran precisamente a los que iba dirigida su película, los que estaban con él, y es que entrar en el universo de Tarkovsky no a todos les puede resultar fácil, no a todos tiene que gustar. La película no pone la palabra FIN, es infinita, seguiremos pues con Sacrificio.

El año pasado, fruto de las ponencias del Instituto Universitario de Cultura, de la Universidad Pompeu Fabra, se publicó el libro ANDREI TARKOVSKY Y LA CULTURA UNIVERSAL, prueba de que el genial director sigue interesando. Y es que el tema principal de su cine es el hombre, entendido como un ser infinito y enigmático en su esencia, quiere conocer su misterio según la famosa frase de Dostoievski (quiso hacer una peli sobre “el Idiota”) de que el individuo quiere aspirar a la perfección, y lo principal en ese camino es el propio sacrificio por el bien de otras personas o por la verdad. Consideraba que la civilización moderna llevaba un camino equivocado, objetivos equivocados, demasiada importancia al conocimiento científico de la naturaleza (trabajó como geólogo) Su concepción espiritual es como si se fusionaran la tradición gnóstica, la enseñanza de la mística oriental y las ideas de la filosofía nietzscheana, comprendida por Tarkovsky como una filosofía religiosa. Se aleja bastante del cristianismo dogmático tradicional.

Este año Otto se ha convertido en mi personaje favorito como mediador entre dos mundos. Si Stalker se desplazaba en un sentido horizontal, Otto lo hace de una manera vertical, entre algo de “arriba” y algo de “aquí”. Es posible salvar al mundo, debes ir a casa de la bruja y pasar la noche con ella (imágenes geniales de la levitación que ya se produjeron en El Espejo)

El año que viene, si me dejan, seguiremos descubriendo al genial director. Me encantó que el público de ayer me pidiera un ciclo. Terminaré este 31 con otra manía, leer el Aleph de Borges, que fue publicado en el año que nací. Y seguimos, eso sí, con el azúcar por todo lo alto.

felix alonso

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3 comentarios

  • Colectivo Rousseau

    Ayer no pude ir a la Casa de la Cultura (estoy confinado), pero me uno a la admiración por Tarkovsky y aplaudo la iniciativa de programar un ciclo suyo.
    Yo llevo muy poquito (he venido a vivir este año a San Lorenzo), pero la cita de los Jueves es ya ineludible.
    Feliz noche a todo el colectivo! y gracias por compartir la pasión por el cine.

    ↶Reply31 diciembre, 202118:41
  • Colectivo Rousseau

    Estupendo, por oportuno, tu docto y pedagógico panegírico sobre el cineasta Tarkovsky y su obra imperecedera. Merci-gràcies por tu constante transmision de conocimiento multidisciplinar. BON ANY 2022 y ss. Alfonso López

    ↶Reply3 enero, 202219:52
  • Colectivo Rousseau

    Adjunto poema inspirado por su obra:
    👇
    “A propósito de Tarkovski”

    Fino hilo de aire.

    Gritos en la soledad del mundo.

    Un vocablo de hierro.

    Un vacío hambriento.

    Necesidad de explorar
    y de explotar enunciados
    para enmarcar en un cuadro.

    Cuartos, estancias,
    muebles en la sala,
    pavimento,
    miradas en un pasillo
    con eterno desconcierto.

    Vida cotidiana.
    Silencio.

    ↶Reply23 febrero, 202216:00