04 PM | 27 Ago

FIESTAS EN MI PUEBLO

natalie dassie

 

Terminadas las fiestas locales se desataron en facebbok los aplausos, y hasta Pedro Cabrera, animador en las redes, y ahora denunciado (no se bien los motivos) hizo una gran alabanza. Al conocer el programa y al considerar que eran continuistas hice la siguiente pregunta: ¿Dónde está la diferencia? Por las respuestas recibidas interpreté que a todos les pareció bien que el pregonero de un equipo del gobierno de cambio fuera “de la Romería”.

Las fiestas fueron como las de muchos otros pueblos, pero si queremos que San Lorenzo tenga unas señas de identidad propias, habría que volar unos pies más alto. He publicado en algún sitio la idea de hacer un festival en el que participaran cantantes de las cuatro lenguas que se hablan en los territorios de España, a mí me parece que escuchar en vasco a Benito Lerxundi, o a Xabier Ribalta en catalán, por poner un ejemplo, y precisamente en nuestro pueblo, es más importante que las declaraciones políticas para entender la España plurinacional.

Para estar en el top ten de las fiestas, habría que traer algo del festival Quartier d’Etè, por ejemplo un concierto de Natalie Dessay, algo del festival Fringe, una Antígona protagonizada por Juliette Binoche, de la Biennale Veneciana, que la dirige el catalán Alex Rígola, algunas muestras de los principales nombres del teatro europeo, como por ejemplo la revisión de El matrimonio de María Braum (que hemos puesto en la Juan Negrín) de Thomas Osterneider, si nos vamos al Grec, que está ahí al lado, Ivo Van Hove y su voz humana, de Grecia algo del festival de Epidauro y en fín, no quiero poner pedante, lo que quiero decir es que hay vida más allá de montar una discoteca móvil con garrafón, como única alternativa para los jóvenes.

Vi a muchos dubitativos para enfrentar dialécticamente la moción antitaurina de Esteban Tettamantti, a éste, para quitarle  de la cabeza que los toros son un invento franquista, le recomiendo la lectura  “ Letters from Spain” de José María Blanco White, y a los otros, los que no comprenden que la tauromaquia es un arte, decirles que el arte  ha constituido siempre una manera de sentir el universo mediante un lenguaje determinado, y cualquier lenguaje representa, a su vez, una manera de sentir el universo. El arte es siempre un sentimiento dentro de otro: el sentimiento personal de quien escribe, pinta, torea o canta, con la ayuda de un lenguaje que ya se ha encargado de experimentar el mundo a través de su tradición. El toreo, pues, por arte, es sentimiento, pero el sentimiento por sí mismo no es nada. El sentimiento para ser algo, necesita ser dirigido por la inteligencia. Si se está en la idea de que el toreo es arte, la voluntad política sería negociar con el empresario y ofrecer el mejor espectáculo posible, y que conste que soy de la opinión tajante de que la tortura no es cultura.

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