02 PM | 27 Ago

DOS LIBROS Y UNA PELI

Siempre que se producen atentados de la magnitud del día 17 de agosto, aparecen expertos en yihadismo por todas las partes; a los que practican argumentarios tipo CUP (“rechazo frontal a todas las formas de terrorismo fascista fruto de las lógicas internacionales del capitalismo”) les recomiendo la visualización de la película TIMBUKTU, de Abderramane Sissako, una  historia que con el título en francés “le chagrín des oiseaux” está  sitúada en la ciudad milenaria de Tombuctú, patrimonio de la humanidad. La película pone al descubierto, de una manera clara y concisa, las políticas brutales de los invasores yihadistas a la población tranquila de los tuareg. Quieren abolir la música y el canto de Fatoumata Diawava, por ser “la flauta del diablo”, cubren con  guantes a las vendedoras de pescado, y van imponiendo a través del miedo su fundamentalismo. En fin no hace falta ser politólogos para que aparezca la complejidad del asunto en poco más de hora y media de proyección.

Hay mucho publicado sobre el fenómeno, me permito sugerir el libro de la editorial La Vanguardia: “Objetivo: Califato universal, claves para comprender el yihadismo”  de Eduardo Martín, Jordi Bordas y Eduard Yitzhak. Así se explicaba el contenido del libro en el periódico no hace mucho tiempo: “Este libro tiene el mérito de sumergirse en las propias ideas de los fundamentalistas. No las explica desde nuestros referentes, sino desde las raíces del islam, desde las palabras, valores e ideales que los mismos musulmanes radicales basan en su propia tradición. De ahí extraen, por ejemplo, que la península Ibérica debe ser reconquistada, que es lícito asesinar infieles, incluso engañarlos mientras no sea posible matarlos, y que morir con una bomba pegada al cuerpo es una bendición para uno mismo y para setenta familiares. El fenómeno yihadista no es algo confuso y de locos, es fruto de un imaginario cuidadosamente construido sobre una base cultural milenaria de religión y sabiduría. Tampoco es algo perpetrado por lobos solitarios; al contrario, cuando un converso entra en el círculo yihadista radical ve terminarse la soledad en que vivía como anodino occidental. Pero si usted prefiere conservar una visión nebulosa, como si todo fuera un sinsentido que nunca le va a afectar, entonces mejor que no lea este libro.”

Y claro, para filósofos podemos recomendar Biblia, Corán, Tanaj. Tres Lecturas sobre un mismo Dios. De Roberto Blatt en Turner: “Ante el colapso de las grandes ideologías en el siglo XX, y la emergencia de nuevos fundamentalismos religiosos, necesitamos pistas sobre la crisis global de nuestra civilización. Para detectarlas se requiere un repaso de la tradición bíblica en sus tres corrientes, la cristiana, la islámica y la judía, que de paso han incorporado el pensamiento griego clásico y provocado el surgimiento del pensamiento laico”

Ah, y un aplauso para Santiago Alba Rico, que ha sido de los pocos que me hizo recordar mis tiempos mozos, cuando el garantismo de Luigi Ferrajoli presidía mis valores democráticos.

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