07 PM | 19 Jun

BLOOMSDAY

    El pasado sábado intenté celebrar un bloomsday, ya sabéis, la celebración del día en que se realiza la historia del Ulises de Joyce, y me encontré con las dificultades que impone la vida moderna en relación a los productos de casquería, que era lo que más le gustaba a Leopold Bloom autor principal de la novela, y de ahí la propuesta de comer unos riñones después de ver la película Dublineses basada en el cuento Los muertos también de Joyce.

 Nos hemos vuelto exquisitos, pero yo recuerdo, junto con Gregorio Morán,(y no hace mucho), la sustitución de las ruedas de carro metálicas por otras recubiertas de goma y luego el fin de los carros, el reparto de leche diario de las lecheras, la vida antes de que aparecieran los frigoríficos, las casas con inodoro pero sin ducha, los rituales de bañarse en grandes barreños de agua caliente, la corriente a 125, la cocina de carbón, el valor del pan, las repeticiones de las cenas “de invierno” y luego las “de verano”, la obsesión por el ahorro, y el “nunca tirar nada” que convertía las habitaciones en anticuarios de chamarilería. Y en los mercados, antes de abrir “las grandes superficies” había un puesto “el casquero” (todavía hoy les llaman los hijos del casquero) donde acudía a comprar filetes de hígado porque tenían mucho hierro y eran buenos para el crecimiento. Tenía razón hoy el seleccionador Del Bosque con eso de pasar de pobres a ricos ¡ VIVAN LOS RIÑONES! Y por supuesto EL ULISES.

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