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SURREALISMO Y VANGUARDIAS

HOMENAJE A EUGENIO FERNÁNDEZ GRANELL

Surrealismo y vanguardias artísticas PEPE GUTIÉRREZ-ÁLVAREZ

Miércoles 30 de octubre de 2013

 

 

La Fundación Andreu Nin (FAN) tenía una deuda con el centenario de Eugenio Fernández Granell (La Coruña, 1912), poumista, surrealista y uno de los fundadores de la FAN. Entendimos que la mejor manera de hacerle un homenaje, era hablando del surrealismo, de la conexión entre las vanguardias y la izquierda revolucionaria. La Biblioteca Andreu Nin del barrio Gótico de Barcelona, era el lugar ideal. Se trata de un espacio que estamos empeñados en convertir en referente de una continuada serie de actividades, encaminadas a recuperar memorias de otros mundos. Anteriormente tuvieron lugar otras jornadas sobre la literatura antiestaliniana de y sobre la URSS en oposición al “canon Soljenitsin” (Panait Istrati, Victor Serge, Vasili Grossman, Eugenia Ginzburg y Varlam Salámov)

En la presentación del ciclo sobre Eugenio Granell (3/10/13) hablamos de su militancia en la ICE y en el POUM (Pelai Pagès), del activismo cultural del POUM (PG-A), y Natalia Segarra, presidenta de la Fundación Granell, nos obsequió con la ayuda de diapositivas, con un análisis detallado del cuadro de su padre, Elegía de Andrés Nin, que figura como estandarte de la FAN desde su creación.

La siguiente conferencia (14-10-13), combinó el análisis de las vanguardias y su desarrollo en Cataluña, que fue uno de los epicentros del surrealismo, con una exposición sobre el significado de éstas. La primera parte corrió a cargo de Ferran Aïsa, sin duda el más minucioso conocedor de la cultura obrera, anarquista y revolucionaria en general, de Cataluña, autor de una extensa obra en la que se incluye Les avantguardes. Surrealisme i revolució (Ed. Base, Barcelona, 2008). Ferran explicó que fue el BLOC el que mostró el mayor interés en conectar con las vanguardias; y también ofreció detalles de la fase izquierdista de Dalí. Marc Casanovas desarrolló un análisis de las lógicas socioculturales del capitalismo y del lugar que ocupa la literatura y el arte en su seno: una actividad escindida y encapsulada por la división del trabajo y la mercantilización del mundo

En las próximas conferencias, se ofrecerán varios “platos fuertes”. Primero (7/11/13), el que escribe tratará de ofrecer un cuadro del encuentro en México entre León Trotsky y André Breton, con Diego Rivera en el papel de anfitrión y firmante del Manifiesto por un arte revolucionario e independiente, sin duda el documento más importante de esta intersección entre las vanguardias artísticas y la política revolucionaria. El encuentro dio lugar a un proyecto que se podría haber llamado “las conversaciones de Patzcuaro”, pero no hubo tiempo para mucho más. Del encuentro entre “el águila y el león” que evoca Gerard Roche en una erudita reconstrucción, hay partes muy reseñables. Trotsky encargó el texto a Breton del que apenas si había leído alguna cosa, pero éste se encontraba sometido a lo que él mismo llamó “el complejo de Cordelia” (la hija devota del Rey Lear shakesperiano), y no le salía ningún texto. Finalmente lo redactaron entre los dos, aunque Rivera suplió a Trotsky en la firma. El complejo llevó a Breton a exceptuar la revolución proletaria de la libertad ilimitada del arte, pero Trotsky, ya de vuelta de amargas excepciones, le corrigió. Este encuentro tuvo un epílogo en la Federación Internacional del Arte Revolucionario Independiente (FIARI), pero el estallido de la II Guerra Mundial se lo llevó todo por delante.

Más adelante, Josep Casals nos hablará de Walter Benjamín y el surrealismo (14/11/13). Los que conocemos el dominio de Josep sobre estas cuestiones, nos frotamos las manos porque tenemos garantizada una sesión de aquellas en las que la sirena de la biblioteca nos obliga a marchar. Seguro que nos detallará sus propias lecturas y nos informará del estudio introductorio de Michael Löwy, a la edición deBenjamín y el surrealismo.

Estamos hablando de actos normalmente reservados a ámbitos universitarios, pero aquí se trata de tender puentes a la gente más variada. Gente que a veces llena los espacios, pero que en otras, deja el acto, y éste no pasa de minoritario. Pero incluso en estos casos vale la pena aprovechar las dos horas permitidas. Un par de detalles para confirmarlo.

 

Primero, en las últimas décadas se había hecho ritual en muchos de los trabajos periodísticos dedicados a personajes como George Bataille o André Breton pasar por alto sus pasiones y militancias políticas. O se mencionaban como excentricidad o les daban un sesgo “anticomunista” (así, por ejemplo, calificaba a Breton alguien con la cultura de Joan de Sagarra).

Segundo, también parecía que las vanguardias ya tenían la estaca en el corazón, y no había más sangre que la del mercado. Así, por citar un ejemplo, una de las “grandes noticias” pictóricas mediática fue el encargo de retrato que Álvarez del Casco hizo al pintor Antonio López. Parece que esto está cambiando, incluso López, un hombre prudente donde los haya, hizo no hace mucho unas declaraciones rotundamente anticapitalistas. La idea de que el capitalismo había reservado un pesebre para cada artista parece que no es cierta, y que, por lo tanto, los artistas tendrán de nuevo que salir a la calle y mojarse el culo.

30/10/2013

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