10 PM | 16 May

DON GIOVANNI-MIÉRCOLES 18-18 HORAS

DON GIOVANNI (1979)

Dirección: Joseph Losey.

Intérpretes: Ruggero Raimondi, John Marcudy, Edda Moser.

 

La venganza y la rabia rebosan en el corazón de Doña Ana (Edda Moser) por la muerte de su padre, el Comendador (John Macurdy), a manos de Don Giovanni (Ruggero Raimondi).

Ajeno a esos sentimientos, Don Giovanni continuará, sin escrúpulos, acosando a damas de cualquier clase y condición.

29 de octubre de 1787. Teatro de los Estados de Praga. Wolfgang Amadeus Mozart se pone al frente de la orquesta para dirigir la primera representación de “Don Giovanni”, una de las cumbres de la ópera y de la que más se enorgullecía el excelso músico.

Casi dos siglos después, Joseph Losey se coloca detrás de la cámara para adaptar al celuloide, con la ayuda en el guión de su mujer, Patricia Losey, y Frantz Salieri, este drama jocoso en dos actos.

El reparto artístico elegido para ejecutar tamaña empresa, no hubiera defraudado al autor de la obra de haber levantado la cabeza desde la fosa común en la que fue enterrado: Ruggero Raimondi en el papel principal (después vendría “Carmen de Bizet” (1983) y “Boris Godunov” (1990)), Kiri Te Kanawa interpretando a Doña Elvira, Jose Van Dam como Leporello, la citada Edda Moser como Doña Ana y Teresa Berganza dando vida a Zerlina, entre otros.

Para respaldar acústicamente la propuesta: la Orquesta y Coro de la Ópera de París con Lorin Maazel cogiendo la batuta. Casi nada.

Pero es que además hay que añadir la escenografía de Alexandre Trauner (“El apartamento” (1960), “El hombre que pudo reinar” (1975)) y, cómo no, los exteriores de la mágica y luminosa Venecia, cuya presencia desde la espectacular obertura es todo un lujo.

La puesta en escena, muy fiel al libreto que desarrollara Lorenzo Da Ponte, incluye el moralizante epílogo que fuera desechado en su día por el mismísimo Gustav Mahler; y refleja, también, el ambivalente comportamiento de Doña Ana, reseñado en la más recomendada biografía de Mozart, escrita por Wolfgang Hildesheimer.

“Le digo ante Dios y con toda sinceridad que su hijo es el compositor más grande que yo conozca, personalmente o de nombre: tiene gusto, y además posee la más grande ciencia de composición.” (Joseph Haydn a Leopold Mozart).

Alberto Alcázar

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