11 PM | 10 Feb

EL ÍDOLO DE BARRO

El ídolo de barro – Mark Robson (1949)
Título original – Champion
Año – 1949
Duración – 99 min.
País – Estados Unidos
Director – Mark Robson
Guión – Carl Foreman adaptando una historia de Ring Lardner
Música – Dimitri Tiomkin
Fotografía – Franz Planer
Montaje – Harry W. Gerstad
Producción – Stanley Kramer
Productora – Republic Pictures
Género – Drama, Cine negro
Reparto – Kirk Douglas, Marilyn Maxwell, Arthur Kennedy, Paul Stewart, Ruth Roman, Lola Albright, Luis Van Rooten, Harry Shannon, John Daheim, Ralph Sanford, Esther Howard

Stanley Kramer produjo, dando la oportunidad de consagrarse como director de éxito a Mark Robson, esta magnífica pieza de cine negro que, con el siempre polémico deporte del boxeo y todo lo que habitualmente ha movido de fondo, realiza una perfecta fotografía de la ambición y la codicia humana. Con un esplendido Kirk Douglas, al que lanzó definitivamente en su carrera, esta obra fue el espejo en el que se miraron muchas de temática similar que vendrían después. Tal como pone arriba, resulta muy recomendable.

Sinopsis: Midge Kelly (Kirk Douglas) y su hermano (Arthur Kennedy) se dirigen a California en busca de una vida mejor cuando son recogidos por el boxeador Johnny Dunne que anima a Midge a participar en una velada de boxeo. A pesar de recibir una soberana paliza, el mánager Tommy Haley ( Paul Stewart) ve cualidades en el, por lo que se ofrecerá a entrenarlo y convertirlo en un campeón. Pero la batalla mas dura que Midge librará será contra el mismo y su desmedida ambición.

El director: Mark Robson fue un director y productor de cine canadiense afincado en Hollywood. Nació en Montreal, Québec, un 4 de diciembre de 1913, pero se trasladó en su juventud a los Estados Unidos, para estudiar en la Universidad de California y en la Pacific Coast University.

ídolo de barro, Champion, Mark RobsonEntró en el mundo de cine trabajando en el departamento de propiedad de la 20th Century Fox. Al final de los años 30, trabajó para la RKO Pictures como montador y asistió a Robert Wise en el montaje de los filmes ‘Ciudadano Kane’, y ‘El cuarto mandamiento’ de Orson Welles. En 1943, realizó sus primeros films, como director en películas de terror de serie B producidas por Val Lewton: ‘ La séptima víctima’ (1943) y ‘La isla de los muertos’ (1945), la primera obra en la que apareció en los créditos, y la primera en la que participó también como guionista.

Su éxito con la RKO le llevó a proyectos de mayor envergadura y en 1949 fue candidato al premio otorgado por el Gremio de directores de Estados Unidos por su trabajo en el drama ‘El ídolo de barro’. Ese año fue el más prolífico, ya que también dirigió el drama romántico ‘Mi loco corazón’, el drama bélico ‘Home of the Brave’ y el western ‘Sin contemplaciones’. En los años 50 llegó su época dorada con películas como ‘Nube de sangre’, un título de cine negro protagonizado por Dana Andrews y Farley Granger; ‘Nuevo amanecer’ (1951), con Arthur Kennedy y Peggy Dow; ‘Los puentes de Toko-Ri’ (1955) protagonizado por William Holden y Grace Kelly; ‘Más dura será la caída’ (1956), otro film crítico en torno al mundo del boxeo que fue el último trabajo de Humphrey Bogart antes de su muerte; por ‘Vidas borrascosas’ (1957) y ‘El albergue de la sexta felicidad’ (1958), fue candidato al Premio Oscar en la categoría de mejor dirección.

Del resto de su obra destacan ‘Desde la terraza’ (1960), ‘El premio’ (1963), ‘Von Ryan’s Express’ (1965) y ‘Terremoto’ (1974). El 20 de junio de 1978, falleció en Londres mientras rodaba ‘El tren de los espías’.

La película: Con el ingenioso y apropiado título de ‘El ídolo de barro’, tenemos la oportunidad de disfrutar de uno de los trabajos dedicados al mundo del boxeo que mejor escenifica la forma en la que funcionaba, el floreciente negocio con alma de salvaje deporte que era para algunos y la increíble oportunidad de dejar atrás una vida de carencias que suponía para otros. Un trabajo que tiene al boxeo como uno de sus protagonistas, pero no es ni muchísimo menos el único. Estamos ante mucho mas que una película de deportes al uso, en la que se realiza un brillante retrato de la condición humana que, en mi modesta opinión, es el que da a este trabajo gran parte de su grandeza.

La película comienza con un boxeador dirigiéndose hacia el ring en un recinto totalmente abarrotado y nos cuenta mediante un enorme flashback la historia del camino que recorrió hasta llegar allí, desde el momento en que se dirige a California junto a su hermano para trabajar de camareros, varios años antes. Dos almas de apariencia similar, pero que son en realidad totalmente opuestas, como el magnífico guión de Carl Foreman nos demostrará. El libreto nace de una historia de Ring Lardner, que adapta para conseguir plasmar en el uno de los mayores males de la humanidad, la desmesurada codicia que todo lo mueve y corrompe.

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En el llama la atención la magnífica forma en la que son desmenuzados los personajes, no ya solo el de nuestro principal protagonista, sino también a los que lo rodean, con especial atención en su hermano y su manager. También posee una característica muy poco común en los tiempos en los que fue filmada la película, que no es otra que la poca previsibilidad de la historia en cuestión, algo realmente digno de elogio incluso a día de hoy. Y lo que es mas importante, sin necesidad de giros bruscos, ni de perder un ápice de credibilidad con ello.

Es este un trabajo filmado con garra, en el que se notan claramente los inicios del director en el cine negro y el de terror en la RKO Pictures. Destaca en el el uso de la cámara, teniendo especial relevancia durante los combates, en los que se utilizan primeros planos para hacer que las emociones que llegan al espectador sean lo mas reales posibles. También merece especial mención la fotografía en blanco y negro de Franz Planer, que juega constantemente con las luces y sombras, además del montaje de Harry W. Gerstad, con claras influencias del director y que supondría el único Oscar que conseguiría la cinta de seis nominaciones en total.

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En cuanto a su reparto, decir que el nivel general es magnífico. Tenemos a la cabeza a un brillante Kirk Douglas que interpreta de forma colosal el papel de Midge Kelly, que le valió su primera nominación a un Oscar de forma totalmente merecida, al igual que le ocurrió a Arthur Kennedy que da vida al hermano minusválido de Midge con un excelente resultado. Paul Stewart interpreta al mánager que lo descubre y le enseña todos los secretos del oficio, Ruth Roman a su desafortunada esposa y Marilyn Maxwell a la femme fatale que no puede faltar en el género.

Conclusión: ‘El ídolo de barro’ es una magnífica oportunidad de disfrutar de un trabajo de lo mas completo, con un excelente guión, unos apartados técnicos brillantes y unas interpretaciones de gran nivel, con el inolvidable Kirk Douglas al frente. El sórdido mundo del boxeo y la inagotable avaricia humana son los principales temas tratados en una película que no debéis dejar escapar. No tendrá la espectacularidad en los combates de títulos mas recientes, pero posee otras cualidades que mas quisieran para si muchos de ellos, además de al mejor Kirk Douglas. Casi nada oiga.

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