10 AM | 29 Abr

Apuntes al comentario de Eugenio sobre la peli de Tavernier- JORGE

Se producen determinadas afirmaciones que me producen desasosiego y confusión. Desasosiego porque golpean lo que se me presenta, en lo más íntimo y profundo, como sentimientos y convicciones compartidas por todos, al menos por una por una gran mayoría en el contexto, en sentido amplio, en que se desenvuelven nuestras vidas.-

Confusión porque se utilizan palabras y conceptos de forma (¿voluntariamente?) equívoca, lo que necesariamente provoca una imposibilidad de comunicación, una ausencia de transmisión   de pensamiento.-

Por eso, contra mi costumbre, tengo la necesidad de manifestarme con respecto la película “el juez y es asesino”, y, también, con relaciones al comentario de Eugenio.-

“…. Entre un vagabundo crédulo en la justicia, que reconoce un delito y sus pasiones imposibles de controlar y un magistrado perverso que utiliza sus deseos de ascender ….. resulta interesante para entender algunas cosas que ocurren en la configuración del derecho en es  esta sociedad ….” Según dice Eugenio.-

“La prevaricación, por ejemplo, que no solo existe en las sentencias ……”, también dice Eugenio.-

Pues bien:

1.- El vagabundo no es “crédulo en la justicia”, distingue perfectamente el daño que hace a las personas, pero no le importa, mata y trata de evitar que lo atrapen para no sufrir las consecuencias de lo la maldad que hace; y, obviamente no trata de controlar sus deseos, aunque llevan a la muerte de otras personas, simplemente porque le gusta hacer lo que hace y espera no tener consecuencias negativas. Piensa que haciéndose pasar por loco se salvará. Trata de manipular a la justicia (a la aplicación del derecho) para salir bien librado, sin la responsabilizarse de las consecuencias de los asesinatos y de las violaciones. Le sale, afortunadamente, “el tiro por la culata”. Confiesa para satisfacer su ego, y porque cree que le va a repostar ventajas, engañando a todo el mundo. Es un ser depravado y REALMENTE PERVERSO. –

Creo que es obvio que estamos obligados a protegernos, todos (nuestros amigos, nuestros hijos, a todos los demás seres humanos), de semejantes seres perversos y dañinos.-

Dudo mucho que se pueda afirmar, razonablemente, que el asesino, lo sea porque ha quedado marcado por el haber permanecido en uno de esos antiguos y terribles asilos. Eso constituye una afirmación gratuita, ya que fue ingresado por haber disparado tres tiros a una chica por el mero hecho de no acceder a sus pretensiones. ¡Terrible¡.-

No se puede equiparar, en un mismo discurso, a un “asesino crédulo en justicia y un magistrado perverso”. El Magistrado aplicó la Ley, y todas concepciones éticas de su momento histórico; no ejerció la violencia (recordar el crimen de “Cuenca” de Pilar Miró, de la misma época, más o menos). Y, sí, en efecto, buscó la gloria y el reconocimiento público; pero eso no lo convierte en perverso ….. Napoleón buscó la gloria, César el poder, Ignacio de Loyola la salvación, otros la riqueza, muchos el salario, y casi todos buscan el reconocimiento público.-

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2.- Prevaricación. Es prevaricador, el empleado público que, a sabiendas, falta a la justicia (o/y a la moral o/y ética vigentes) en la resoluciones propias de su cargo..

Si partimos de que el ser humano es, por naturaleza, un ser social (difícilmente se puede concebir un ser humano único), resultara inconcuso que cuando se junta, por naturaleza, varios seres humanos, se establece entre ellos reglas de funcionamiento (periodo constituyente). Eso es el derecho. Y la justicia nos es más que la aplicación del derecho.-

No parece existir duda en el hecho de que las reglas, las normas, el derecho se establece, en cada período constituyente (ya sea revolucionario o evolutivo) por el “consenso” social, que no es más que la manifestación colectiva de la correlación de fuerzas en cada tiempo. Por lo tanto, las reglas, el derecho será distinto en cada situación histórica, según la correlación de fuerzas coyuntural; y por el ello, también será distinto el sentido de la justicia, de la moral y de la ética en cada momento histórico.-

Esto no se llama relativismo, sino historicismo, reconocimiento de la existencia de la diversidad de soluciones que se ha dado el ser humano para su convivencia según el momento y la geografía.-

Desde luego esto no se opone al reconocimiento de la posible existencia de un jusnaturalismo, con fijación de unos mínimos éticos inmanentes al ser humano de manera universal.-

Y desde luego, vía evolución o/y vía revolución, afirmo la posibilidad/necesidad de cambio. Y desde mi opinión, sin duda optimista, no puedo dejar de afirmar que a lo largo de la historia conocida se han producido muchos retrocesos y avances significativos, desde una perspectiva de lo que hoy consideramos como humanismo, igualdad, fraternidad universal y libertad.-

Pero QUE NADIE LO DUDE: nos queda mucho trabajo por hacer, mucho camino que recorrer, mucho que tejer y destejer. Pienso que el ser humano siempre estará (tendrá que estar) vigilante, y que este trabajo es consustancial a nuestra vida (lo dice la historia): nunca terminará … siempre habrá que seguir más adelante.-

Ahora bien, cada momento histórico tiene la doble obligación de perseverar en si mismo (Spinoza), y a la vez evolucionar, cambiar … y en ocasiones revolucionar.-

Por ello, ni una persona ni una institución, ni una sociedad pueden ser llamadas “prevaricadoras” porque pretendan cumplir sus normas vigentes, y perseverar en ellas. Si las normas cambian, y con ellas el sentido de la ética y de la justicia, será prevaricador el que no aplique las normas cambiadas.-

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Ya dije que el árbol podía impedirnos ver el bosque. En la película hay un asesino perverso, un juez narcisista y estúpido, aunque hábil para obtener una confesión utilizando en su favor la fuerza del ego del asesino y de su convicción de que puede manipular al Juez; además, de pasada parece que quiere contarnos algo de Zola y de Dreyfus, sin mucha fortuna, aunque sí se muestra una sociedad muy dividida en una época de profundos cambios; también muestra el profundo desarrollo de la psicología, y el antiguo dolor de trabajo  infantil, y de la explotación de unos seres humanos por otros. Todavía nos queda un largo camino, a pesar de lo mucho recorrido.-

Desde luego, hay muchos temas a debatir, y siempre sería más fácil si no mezcláramos churras con merinas.-

No debemos olvidar que, todavía en los 1960/70, se utilizaba el coma (creo que ¿insulínico?) inducido, los choques eléctricos en el cerebro, los encadenamientos de los enfermos y bubones dolorosos provocados (siglos XVI y XVII), para impedir la movilidad, la lobotomía y sus variantes, etc.. Conviene no olvidar de dónde venimos y dónde estamos.

Estas reflexiones me parecen importantes, ya que considero que es necesario saber, sin dogmatismos ni afirmaciones generales (que suelen estar vacías de contenido), dónde estamos, el camino ya recorrido, y las perspectivas del horizonte. Sin exagerar ni engañarnos.-

 

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