Poesía

04 PM | 02 Ene

El MARTES 10 TARDES DE POESÍA

con EMILY DICKINSON  EN LA LIBRERÍA EL CISNE NEGRO 19 HORAS

 

¡Como si una pequeña flor del Ártico desde la orilla polar, fuera vagando a través de latitudes, hasta llegar desde la perplejidad a continentes de verano, firmamentos de sol, hacia extrañas, luminosas matas de flores, y de pájaros de lenguas extranjeras! Digo, como si esta pequeña flor al Edén estuviese viajando- ¿Qué entonces? Por qué, nada, sólo ¡tu pensamiento entonces!

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01 AM | 05 Dic

Un poema de Antonio Herranz, a propósito del homenaje a Blas de Otero

                  HOMENAJE INTERPUESTO A B. O.   

 

Los himnos se reconocen cuando se escuchan.

Luego desgraciadamente se olvidan.

Era una voz áspera y desgarrada,

impregnada de tabaco y alcohol:

Me queda la palabra.

Yo escuchaba, no sabía qué decir.

Era un tiempo sombrío.

Era la edad de la impaciencia.

¡Hijo, ten cuidado

con lo que haces, con lo que dices!

Mas el himno palpitaba

y se oía claro y conciso.

Quizá triste, pero contenía una esperanza:

Me queda la palabra.

El hombre vestía de negro,

De pie, con su pierna apoyada en una silla,

sostenía y tocaba su guitarra.

Se mostraba desposeído,

identificado con el verso del otro,

que a la vez era de todos.

Firme y convincente en su canto:

Me queda la palabra.

Cuando me levanté para abrazarle

se desvaneció delante de mí,

lentamente, como se desvanecen

nuestros más íntimos deseos.

 

II

 

¿Dónde está ese ángel fieramente

humano? ¿Dónde habita?

Ahora es un pollo de alas cortas,

hacinado en una jaula

de un mercado en China.

 

¿Dónde está ese ángel igual

al percibido por Rilke?

Ese que brilla y muestra

los obstáculos.

Ahora es un ahogado

y como tal nos representa.

 

 

 

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05 PM | 13 Nov

BLAS DE OTERO

                                                            Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
Añadir Nuevounnamedaquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos su versos.

Así es, así fue. Salió una noche
echando espuma por los ojos, ebrio
de amor, huyendo sin saber adónde:
a donde el aire no apestase a muerto.

Tiendas de paz, brizados pabellones,
eran sus brazos, como llama al viento;
olas de sangre contra el pecho, enormes
olas de odio, ved, por todo el cuerpo.

¡Aquí! ¡Llegad! ¡Ay! Ángeles atroces
en vuelo horizontal cruzan el cielo;
horribles peces de metal recorren
las espaldas del mar, de puerto a puerto.

Yo doy todos mis versos por un hombre
en paz. Aquí tenéis, en carne y hueso,
mi última voluntad. Bilbao, a once
de abril, cincuenta y uno.

 

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12 AM | 22 Oct

LUIS IZQUIERDO

Insomluis-izquierdonio

                                                                     A Joan Vinyoli

El tiempo libre que carece de horas
arreciará en las páginas en blanco
abiertas ante el miedo y contra el cálculo
de prodigar las noches asediadas
por la arena que sangra en el oído
ante un par de pupilas desveladas.
Es la norma y el rito y es el grito
y damocles sin riesgo y sin espada
y es una travesía monocorde
que petrifica en vilo al argonauta
de ningún viaje y aventura nula
y a solas delirando entre murallas.
Ni lleno ni vacío. Pasa el mundo
y avisos como esquelas. Nadie aguarda
que ocurra lo de siempre, como nunca
algún fragor, un tono, la fulmínea
divagación de un sueño o forma humana.
Las páginas en blanco no son libres
ni siquiera en las noches inundadas
por la vigilia sorda de las horas
que caen en la arena, desangradas.

De “El ausente” 1979
“Travesías del ausente”  Editorial Lumen 2006

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01 PM | 01 May

Joan Margarit

IDENTIDADjoan margarit

¿Qué hacer con las palabras al final?
Sólo puedo buscar, para saber qué soy,
en la infancia y ahora en la vejez:
ahí es donde la noche es fría y clara
como un principio lógico. El resto de mi vida
es una confusión por todo aquello
que nunca he comprendido:
las tediosas dudas sexuales
y los inútiles relámpagos
de inteligencia. Debo convivir
con la tristeza y la felicidad,
vecinas implacables.
Se acerca la última verdad, durísima y sencilla.
Como los trenes que en la infancia,
jugando en el andén, me pasaban rozando.

IDENTITAT

Què fer de les paraules al final?
Si vull trobar què sóc no puc buscar
més que en dos llocs: la infància i ara que sóc vell.
És on la meva nit és neta i freda
com els principis lògics. La resta de la vida
és la confusió de tot el que no he entès,
els tediosos dubtes sexuals,
els inútils llampecs d’intel·ligència.
Convisc amb la tristesa i la felicitat,
veïnes implacables. Ja s’acosta
la meva veritat, duríssima i senzilla.
Com els trens que a la infància,
jugant en les andanes, em passaven a frec

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