Hoy día 4 de diciembre se cumplen diez años del fallecimiento de Jordi Solé Tura. Fue mi profesor de derecho político en la Universidad de Barcelona, y ya tuve ocasión de recordarlo en la desaparecida sala Juan Negrín, cuando un grupo de amigos de izquierdas nos reuníamos cada tarde de los viernes en torno al cine. En aquella ocasión proyectamos el documental “Bucarest, la memoria perdida” realizado por su hijo Albert. Con el título de memorias perdidas realicé un comentario en la página de crítica de cine filmaffinity: “Además de las sugerencias que hace Albert Solé en los extras, al terminar de ver el excelente documental yo he recordado el nombre de dos autores que con ideas complementarias llenarían la memoria de muchos de nuestros amigos que han dado lo mejor de sus vidas para vivir en un mundo mejor. Por un lado, Adam Schaff que en su libro sobre su biografía hace balance de su generación, dando un tratamiento justo y merecido a los comunistas nobles y honrados que entregaron sus vidas a la causa del socialismo. En una declaración, al modo de Rousseau en sus confesiones, nos convence de que su lucha no fue inútil.
José Martínez Cobos, en un reciente libro titulado “Recuerdos Fraternales”, nos relata con verdadera precisión la España del exilio, vivida en primera persona desde los cinco años cuando en compañía de sus padres tuvo que marcharse a Toulouse. Conocer la vida de los republicanos socialistas, las vicisitudes de la UGT, los congresos del PSOE en la clandestinidad, hasta su esperada alegría en el Hotel Palace el año 82, es lo que nos cuenta José Martínez con una prosa brillante. Dos historias personales que nos deberían de poner en la pista para recuperar muchas memorias perdidas y que tenemos la obligación de recuperar.”