Artículos

12 PM | 02 Dic

Negrín: elogio de un hombre odiado

Conocer la vida del último presidente del Gobierno republicano es conocer la historia de España. Murió solo, enfermo, traicionado y derrotado después de una vida de entrega en una época de deslealtad de nacionalistas y anarquistas

Negrín: elogio de un hombre odiado
ENRIQUE FLORES

Corría mayo de 1937 y Azaña acabó de decidir el nombre de quien sería el último presidente del Gobierno republicano. Largo Caballero había dimitido tras los “sucesos de Barcelona”, que habían dejado 400 muertos y mil heridos. Eran tiempos difíciles para la República y Juan Negrín habría de lidiar con ellos.

El hasta entonces ministro de Hacienda se había formado principalmente en medicina, aunque posteriormente había estudiado química y economía. Negrín tenía claro que las opciones de victoria republicana pasaban por la maximización de los recursos del Estado, que habrían de garantizar la provisión de armas y municiones al ejército, pero también los suministros necesarios para el mantenimiento de la población civil en las zonas leales, menos productivas y más pobladas que las áreas bajo influencia sublevada. A las dificultades militares se añadían el oportunismo desleal de nacionalistas, anarquistas y colectivistas.

Negrín, perteneciente a una familia de comerciantes de Las Palmas, era un hombre ilustrado que hablaba seis idiomas. Se había formado en Alemania y era catedrático desde los 30 años. Aunque era un socialista moderado, un simpatizante del SPD alemán favorable al mercado (fue el primer suscriptor en España de TheEconomist), a las libertades individuales y contrario al comunismo, su relación con el PCE no era hostil. De él se ha dicho que quiso entregar España a Stalin y, sin embargo, no guardaba simpatía a la URSS. De hecho, la familia de su primera mujer, que era rusa, había perdido sus propiedades y se fue al exilio tras la revolución de 1917.

Digo su primera mujer porque Negrín acabaría separándose. Nunca dejó de atender las necesidades y el bienestar de su exesposa, incluso cuando ella se esmeró en propagar falsas acusaciones de infidelidad. Uno de sus hijos, también médico, confirmaría años más tarde que su madre tenía “una personalidad esquizoide con tendencias paranoicas”. Poco después de su ruptura matrimonial, Negrín conocería a su gran amor, Feliciana López, que lo acompañaría el resto de su vida.

El peso creciente de sus competencias políticas obligó al doctor a abandonar su carrera científica, decisión que lamentarían sus alumnos, pues Negrín, además de científico, fue un profesor muy querido por sus estudiantes, entre ellos el futuro Nobel Severo Ochoa. Ochoa alcanzó la gloria científica lejos de nuestro país, después de que Negrín hubiera facilitado su salida de España durante la contienda civil en una maniobra diplomática arriesgada: su pupilo solicitó que lo enviaran a Alemania, una potencia enemiga.

Intercedió por muchos presos anónimos en las infames checas y después logró clausurarlas

No fue el primero ni el último que obtendría un salvoconducto de Negrín para salir de España. El doctor se implicó para que decenas de personas pudieran partir al exilio, entre ellas intelectuales, científicos, sacerdotes o profesionales a los que su ideología conservadora o su fe católica habían puesto en peligro. También ordenó la excarcelación de Serrano Súñer, cuando se encontraba preso y enfermo en la cárcel Modelo de Barcelona.

Asimismo, Negrín intercedió por muchos presos anónimos en las infames checas controladas por elementos sindicales y partidistas, en ocasiones arriesgando la vida. Después conseguiría clausurarlas y restaurar el orden en la retaguardia. Los que lo conocieron coincidieron en señalar el arrojo del doctor, que no dudaba en visitar las zonas más expuestas del frente de batalla para insuflar ánimo a los soldados republicanos, conocidos como los “cien mil hijos de Negrín”. Dos de ellos eran, además, hijos suyos en sentido literal: Juan y Rómulo Negrín servirían en el cuerpo de carabineros y en la aviación de combate, respectivamente.

Pero quizá sea el “oro de Moscú” la razón por la que más se conoce a Negrín. Aunque circulan leyendas que involucran al último presidente de la República en su desaparición, la realidad es prosaica. Al comienzo de la guerra Negrín ordenó sacar todo el oro del Banco de España para evitar que cayera en manos de los sublevados en caso de que tomaran la capital. Los registros de depósitos y movimientos de ese oro, perfectamente documentados, fueron devueltos al Estado español por uno de sus hijos. Hasta la última peseta se había invertido en conseguir suministros que permitieran sostener civil y militarmente a la República, casi siempre a los precios abusivos que establecía Stalin, debido a la falta de otros apoyos internacionales.

Estaba convencido de que podía ganar la guerra, pero con una intervención aliada

Durante mucho tiempo Negrín estuvo convencido de que la República podía ganar la guerra, pero sabía que esa opción dependía de una intervención aliada en España. Incluso cuando su optimismo y su salud se fueron apagando, el doctor se esforzó por aparentar fortaleza moral ante los suyos. Cuando Prieto andaba derrumbándose por las embajadas internacionales y Azaña ya había perdido la fe, Negrín insistía en que una nueva guerra mundial estaba a punto de estallar en Europa, y que este conflicto obligaría a una intervención aliada en España.

También se ha acusado al doctor de prolongar innecesariamente la guerra para sufrimiento de los españoles. De poner en marcha, junto al general Rojo, uno de sus más leales y brillantes colaboradores, campañas militares que no suponían ningún avance republicano. Eran batallas que pretendían distraer y ralentizar el avance enemigo sobre Madrid, pues, a partir de 1938, la estrategia republicana habría de centrarse en ganar tiempo. Negrín no tenía duda de que no cabía pactar una paz sin represalias con Franco, aunque buscó sin descanso una salida internacional negociada que reflejó en sus famosos “13 puntos”.

La historia se encargó de vaciar de sentido la acusación del sufrimiento innecesario. Cuando se consumó la traición de Casado que entregó la República a los sublevados, tuvo lugar la temida represión franquista, que historiadores como Antony Beevor han cifrado en 350.000 muertos. La última obsesión de Negrín antes de que la República colapsara había sido la organización de las evacuaciones masivas, así como la provisión de barcos que trasladaran a México los fondos necesarios para financiar el exilio. A finales de ese mismo verano de 1939 se desataría el conflicto en Europa que Negrín había vaticinado. Para entonces, el doctor ya se encontraba lejos de España, con la salud muy frágil. Difamado por todos y expulsado de su partido, moriría en París en 1956.

El PSOE rehabilitaría su figura en 2009, a la luz del trabajo historiográfico de investigadores como Santos Juliá, Ángel Viñas o Enrique Moradiellos. Este último nos ha legado una descomunal obra biográfica del doctor, un retrato mortificante de un hombre de talento desmedido, comprometido, hiperactivo, esperanzado. Y, finalmente, solo, enfermo, traicionado, derrotado. Conocer su vida es conocer un poco mejor la historia de España.

Aurora Nacarino-Brabo es politóloga.

Compártelo:
09 PM | 28 Nov

ciclo Nietzsche

La tragedia griega: Apolo y Dionisio.

30 noviembre | 19:00

Curso-conferencias Nietzsche
Ponente: Sergio Antoranz López (UCM).
Curso dirigido por Eugenio García, del Colectivo Rousseau.
Entrada libre a todas las conferencias del curso.

Una nueva sesión del Curso-conferencia sobre Nietzsche, uno de los proyectos más votados en los Presupuestos Participativos. Se trata de un ciclo de 10 ponencias de unos 45 minutos, seguidas de un tiempo de debate entre los asistentes.


La tragedia griega: Apolo y Dionisio. El arte como superación trágica.

A lo largo de esta sesión abordaremos un estudio de la primera obra de Friedrich Nietzsche, El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música. En primer lugar, analizaremos el contexto histórico-social y académico donde se gestó la obra, atendiendo especialmente a la influencia de Wagner y las lecturas de Schopenhauer. En segundo lugar, analizaremos la cuestión del estilo y cómo Nietzsche se opone a la escritura de la tradición filosófica y del contexto universitario, dicho rasgo estilístico es una de claves de su pensamiento. En tercer lugar, abordaremos algunos de los puntos clave de lectura y las tesis más importantes que se mantienen en dicha obra: el nacimiento de la tragedia asociado a la complementariedad de dos divinidades antagónicas y complementarias, Apolo y Dionisio, el análisis de las trágicos más importantes, Sófocles, Esquilo y Eurípides, y cuáles son la variaciones entre ambos, muy especialmente, el tratamiento del diálogo, o lo que Nietzsche denominará el socratismo como fenómeno que matará lo trágico, también atenderemos a la cuestión sobre por qué Nietzsche decide ofrecer un análisis del fenómeno de la tragedia griega como crítica del presente, etc. Y, en cuarto lugar, analizaremos el ensayo de Autocrítica que el propio Nietzsche realiza sobre su primera obra más de diez años después, atendiendo con especial interés aquella sentencia que escribe: ver la ciencia con la óptica del arte, y el arte con la óptica de la vida.

 

 

SERGIO ANTORANZ LÓPEZ (UCM). Doctor en filosofía con una tesis titulada “Descubrir e inventar. Sintonías y discordias entre ciencia y arte en la obra de Friedrich Nietzsche”. Es Profesor Asociado del Departamento de Historia de la Filosofía, Estética y Teoría del Conocimiento de la Facultad de Filosofía de la UCM, y miembro del Seminario Nietzsche Complutense.

Compártelo:
09 PM | 28 Nov

Ciclo Nietzsche

Introducción al pensamiento de Nietzsche II: principales nociones de su pensamiento.

29 noviembre | 19:00

Curso-conferencias Nietzsche
Ponente: Oscar Quejido Alonso (UCM).
Curso dirigido por Eugenio García, del Colectivo Rousseau.
Entrada libre a todas las conferencias del curso.

Introducción al pensamiento de Nietzsche II: principales nociones de su pensamiento.

Una nueva sesión del Curso-conferencia sobre Nietzsche, uno de los proyectos más votados en los Presupuestos Participativos. Se trata de un ciclo de 10 ponencias de unos 45 minutos, seguidas de un tiempo de debate entre los asistentes.


En esta segunda sesión abordaremos el pensamiento filosófico de Nietzsche en relación al desarrollo de su obra. Tomaremos, en este sentido, como punto de partida, los años de juventud, en los que Nietzsche se encontraba fuertemente influido por el pensamiento de Schopenhauer y por la figura y la obra de R. Wagner. Nociones como apolíneo y dionisiaco o lo que es lo mismo, el pensamiento trágico caracterizarán este periodo.

Humano, demasiado humano supondría la ruptura de Nietzsche con sus “maestros”, y traería consigo la que es posiblemente la más solida crítica al pensamiento metafísico que se ha realizado en la historia de la filosofía. La crítica al cristianismo, o la particular noción de “cuerpo” manejada por Nietzsche, dependerán en buena medida de ésta, durante el periodo intermedio de su obra.

El desarrollo de esta crítica a la metafísica consolidarían el esfuerzo nietzscheano por pensar el poder. Nociones como la voluntad de poder o la misma noción de genalogía, nos permitirán dibujar al Nietzsche más maduro, en este recorrido por su biografía intelectual.

 

OSCAR QUEJIDO ALONSO (UCM). Doctor en filosofía con una tesis titulada “La construcción relacional de la subjetividad en Nietzsche: hacia nuevas perspectivas políticas”. Es Profesor Asociado del Departamento de Historia de la Filosofía, Estética y Teoría del Conocimiento de la Facultad de Filosofía UCM, y co-director y coordinador del Seminario Nietzsche Complutense.

Compártelo: