02 PM | 27 Feb

ACEPTA MI RUEGO

                          FELAS

    La película “Verdebra” de la trilogía de Abuladze, la he percibido como un alegato contra el fanatismo aunque no supiera nada al empezar su visionado  de cistenos ni de Keheusuros. Me he dejado llevar por su simbolismo como si se tratara de las cruzadas y me he sentido arrebatado por  la música del creador de la “Fábula de Sulkhan Sabba”,  Nodar Gabuniya, premio de la Unesco del año l.973. Las imágenes son excepcionales y me recuerdan a las fotografías de José Ortiz Echague que se publicaban en la revista Arte Fotográfico. Los versículos que se citan son del poeta georgiano Vazha Pshavela, del  que no hemos encontrado ninguna traducción al castellano, en su obra Aluda Katelauari. Unos días después de que su pueblo fuera guerreado por musulmanes chechenos Aluda persigue a los invasores matando a Mutsal, pero no cumple con el ritual de cortar las manos al perdedor y regresa a Shatili sintiendo admiración por el muerto, lo que supone la expulsión de su pueblo y la quema de sus enseres. Dozhola también sufre las iras del pueblo por dar hospedaje a un contrario, pero como se dice al comienzo: “JAMÁS PODRÁ MORIR LA ESENCIA HERMOSA DEL SER HUMANO.”

   Tierra de Valles entre las montañas, la más misteriosa del Cáucaso, rodeada de torres como la  Lebaiskari ,regada por el rio Argum, en los límites con Chechenia, fue predicada por San Nino dejando un cristianismo ortodoxo con cultos pre cristianos, ideales para crear una película épica. La muerte de la bondad en la horca tiene una fuerza expresiva muy al estilo Bergman, pero con un impacto más potente.

 

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