08 PM | 16 Dic

EL VERDUGO

Hace un par de sábados, ayudando a José Ramón en su Sala Medinaceli, me tocó moderar el debate que se realiza después de cada proyección. En esa ocasión se puso EL VERDUGO de Berlanga. La película tiene muchas lecturas pero yo opté por la que me parecía más interesante “un alegato contra la pena de muerte”.Pude percibir la sensación de que cala en los ciudadanos  los mensajes permanentes de los defensores de lo que se ha venido en llamar derecho penal del enemigo, y que el garantismo camina por sendas cada vez más estrechas. La película tuvo muchas vicisitudes, y seguramente una de las mas interesantes fue el cabreo que se cogió el embajador de Roma cuando la vio antes de proyectarse en la sección oficial de Venecia. De ese cabreo surgió una carta que Sánchez Bella (el embajador) le mandó al ministro de asuntos exteriores Castiella, os reproduzco un párrafo : “ no es posible seguir tolerando estas posturas en el mundo del cine y del espectáculo, y tal vez ,acaso, del libro.Para el autor que no actúe correctamente no pueden existir ni teatros oficiales, ni créditos, ni premios del cine o del espectáculo; para el empresario o productor que respalde o ayude a directores y ayudantes o guionistas enemigos, no puede haber ninguna clase de subvención.es preciso aplicar esta regla rigurosamente y que el ser enemigo no constituya una patente de corso, como en parte ocurre, lo cual induce a muchos a vivir permanentemente entre dos aguas….”¿os suena ésta música? No pueden negar que son sus herederos.

 

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