01 PM | 19 Nov

COMENTARIO A LA PELI EL PADRINO, DE EUGENIO

COMENTARIO A LA PELI “ EL PADRINO” ( VERSIÓN ORIGINAL)

Los 3 primeros viernes del mes de noviembre de este año 2022, ayer fue la última parte, pusimos desde el Colectivo Rousseau la peli EL PADRINO, en Versión Original, la primera parte en formato 4K, poco adaptada al de nuestra visión en la Casa de Cultura del Escorial, pero no obstante de buen ver, y, las otras 2 partes esplendidas, en versión más adecuada. Más de 9 horas de la mejor película que se ha visto en los tiempos modernos, en mi modesta opinión, al menos para una visión del PODER y de las relaciones humanas en la sociedad moderna en que vivimos.

Digo con ello que, probablemente, no podíamos desembarazarnos de su atracción, la hubiéramos visto de un tirón, incluso, tal es el influjo que ejerce sobre nuestra capacidad de asombro, de cómo somos y en qué mundo vivimos. Porque, probablemente, hasta que esta peli sea historia pasada o nos cause rechazo como para no querer verla más, no sabremos que vivimos en un mundo diferente, una civilización con una cultura que se pueda llamar humana o post-humana, da igual cómo se la quiera nombrar, social y psicológicamente hablando, donde la vida y su reproducción digna, en igualdad real, sean el centro. Por eso nos seguirá atrayendo y no dejaremos de nombrarla y verla cada cierto tiempo.

Pero qué versión del Poder y de las relaciones humanas nos muestra esta película, que nos atrae tanto: una versión perfectamente contemporánea, en la que vivimos, aunque algunos puedan pensar exagerada respecto a la cultura de la muerte, el odio y la venganza, el negocio a toda costa con sus alianzas, sus traiciones, pero también, para contrastar, la amistad, el cuidado, el amor, la resiliencia…., las que en ella se explicita, aunque sea en miradas muy desequilibradas dentro del relato de la familia Corleone y el mundo en que vive. Se podría decir, por algunos, que es un mundo que pertenece al siglo XIX o el XX, tampoco tan lejos, donde la gente necesitaba protección y podría caer en manos de una familia mafiosa en la que, o te protege una de ellas o mueres, si no mueres porque te proteja la otra, en nombre de un poder familiar, que se amplia y amplía hasta los confines de la Iglesia, otro poder, de la época de Juan Pablo I, del que se ha rumoreado lo que la película muestra, dada su voluntad de cambio frustrado, sobre la relación entre el Capital y las creencias religiosas orgánicas del cristianismo de la época.

¿Es tan distinto del mundo que hemos vivido en el siglo XX y el que vivimos hoy, en el primer tercio del siglo XXI? ¿O es que nos hemos sofisticado en paralelos o similares términos que muestra la película y todo parece ahora más naturalizado y composible, mas asumido sin remedio o alternativas?. Porque si esto es así, y podríamos alargarnos mucho mostrando que lo es, ya estaríamos perdidos mucho más que el mundo de la familia Corleone, porque ya habríamos llegado a una situación global en que lo damos por irreversible, ese carril único que, como decía Benjamin, en sus “Tesis sobre el concepto de historia”, nos lleva a la catástrofe. Ya viviríamos en un mundo fetichizado, en versión moderna, donde no sería posible hacer, ni siquiera pensar, otros mundos de la vida posibles, formas de vida distintas.

Porque, no hemos aprendido una concepción del poder diferente de la que vemos en la película, en la que se atraviese el saber, estratificado en capas, en la historia, por un poder con unas estrategias, de relaciones de fuerzas, que no sean la violencia sobre las personas y sobre las cosas. No hemos aprendido con Nietzsche que el poder es eso, relaciones de fuerzas, siempre múltiples, dos al menos, y composición de las mismas, en el espacio-tiempo, en diagramas de fuerzas que no sean disciplinarias, ni entregadas a la Técnica ( tecno-estructura, tecno-ciencia) acriticamente, distancia entre ellas a través de la voluntad, como diferencial de esas fuerzas que se interpreten como acciones sobre acciones, sin violencia sobre las personas, animales o sobre las cosas. Empezar a proponer, incitar, seducir, inducir, disuadir, facilitar o dificultar……. Esos infinitivos de verbos que aún no sabemos darles una proyección adecuada.

Foucault, otro estudioso del Poder, ya se vio con dificultades de pensar algo que no hiciera del poder un destino irreversible además de mal entendido, y, pasados 7 años de ausencia intelectual, creyó encontrarlo en la subjetividad, en el Cuidado de Si, y de los otros, algo cuya esperanza nos da hoy el feminismo, resiliente, intersectorial, inclusivo y civilizatorio, e integradas sus disputas internas.

Mientras tanto, nuestra nostalgia de eso que no tenemos, y que podemos no tener nunca, para nuestra desazón y desconsuelo, viendo esta película que nos reconcilia con lo peor de nosotros mismos, y alguna esperanza de lo mejor.

EUGENIO

 

 

 

 

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