

Itaca (Ιθάκη”, Kavafis)



En la calle Chile, esquina Perú, en San Telmo, en Buenos Aires, apareció este stencil (graffiti realizado con plantilla); ignoro si todavía está ahí. El tema es Odiseo (Ulises), ávido de curiosidad por oír el canto de las sirenas, atado a un mástil para no sucumbir a la seducción. Las sirenas, pájaros con rostros femeninos, cantaban irresistiblemente, llevando a los hombres a la perdición. Los marineros que acompañan a Odiseo tienen los oídos tapados con cera; el héroe se encadena para escuchar, para saber más. Este tema fue retomado por muchos: por Leonardo, quien escribió que la canción de las sirenas era dulce para llamar al sueño, y que luego mataban a los durmientes; por Kafka, quien puso cera en los oídos de Odiseo, y la curiosidad por verlas, en vez de escucharlas (las sirenas de Kafka, en lugar de cantar, callan, terriblemente). También Joyce tomó a las sirenas por mujeres seductoras, y su temática musical domina un capítulo de su Ulysses.

Esta vasija ática del siglo V AC corresponde al diseño del stencil; la línea que lo rubrica (”que tu viaje sea largo”) es una referencia a un poema de otro gran escritor que ha retomado a Odiseo: Kavafis, o Cavafis, o Constantine P. Cavafy, un escritor griego, nacido en Egipto, de principios del siglo XX. El poema referido se llama “Itaca” (Ιθάκη), y habla del prolongado retorno de Odiseo, desde la guerra de Troya a su isla natal, un viaje que duraría veinte años:
Σα βγεις στον πηγαιμό για την Ιθάκη, να εύχεσαι νάναι μακρύς ο δρόμος, γεμάτος περιπέτειες, γεμάτος γνώσεις. Τους Λαιστρυγόνας και τους Κύκλωπας, τον θυμωμένο Ποσειδώνα μη φοβάσαι, τέτοια στον δρόμο σου ποτέ σου δεν θα βρεις, αν μέν’ η σκέψις σου υψηλή, αν εκλεκτή συγκίνησις το πνεύμα και το σώμα σου αγγίζει. Τους Λαιστρυγόνας και τους Κύκλωπας, τον άγριο Ποσειδώνα δεν θα συναντήσεις, αν δεν τους κουβανείς μες στην ψυχή σου, αν η ψυχή σου δεν τους στήνει εμπρός σου.Να εύχεσαι νάναι μακρύς ο δρόμος. Πολλά τα καλοκαιρινά πρωιά να είναι που με τι ευχαρίστησι, με τι χαρά θα μπαίνεις σε λιμένας πρωτοειδωμένους· να σταματήσεις σ’ εμπορεία Φοινικικά, και τες καλές πραγμάτειες ν’ αποκτήσεις, σεντέφια και κοράλλια, κεχριμπάρια κ’ έβενους, και ηδονικά μυρωδικά κάθε λογής, όσο μπορείς πιο άφθονα ηδονικά μυρωδικά· σε πόλεις Aιγυπτιακές πολλές να πας, να μάθεις και να μάθεις απ’ τους σπουδασμένους.Πάντα στον νου σου νάχεις την Ιθάκη. Το φθάσιμον εκεί είν’ ο προορισμός σου. Aλλά μη βιάζεις το ταξείδι διόλου. Καλλίτερα χρόνια πολλά να διαρκέσει· και γέρος πια ν’ αράξεις στο νησί, πλούσιος με όσα κέρδισες στον δρόμο, μη προσδοκώντας πλούτη να σε δώσει η Ιθάκη.Η Ιθάκη σ’ έδωσε τ’ ωραίο ταξείδι. Χωρίς αυτήν δεν θάβγαινες στον δρόμο. Άλλα δεν έχει να σε δώσει πια.Κι αν πτωχική την βρεις, η Ιθάκη δεν σε γέλασε. Έτσι σοφός που έγινες, με τόση πείρα, ήδη θα το κατάλαβες η Ιθάκες τι σημαίνουν. |
Cuando salgas para Itaca que tu viaje sea largo, lleno de aventura, lleno de descubrimiento, A Lestrigones y Cíclopes, al furioso Poseidón, no les tengas miedo, nunca los vas a encontrar en tu camino si tu pensamiento es elevado, si una especial emoción toca tu espíritu y tu cuerpo. Lestrigones y Cíclopes, el salvaje Poseidón, no vas a encontrarlos a menos que ya estén en tu alma, a menos que tu alma te los ponga delante.Que tu viaje sea largo, que haya muchas mañanas de verano, en las que, con qué placer y con qué alegría, entres en puertos nunca vistos antes. Que pases por los mercados fenicios y compres cosas bellas: madreperla y coral, ámbar y ébano, sensuales perfumes de toda clase, que visites diversas ciudades egipcias, para aprender y aprender de sus maestros.No te olvides nunca de Itaca: llegar a ella es tu último destino, pero no te apures en tu viaje, es mejor que se alargue por años, y que seas viejo para cuando amarres en la isla, enriquecido con todo lo que ganaste en el camino, sin esperar riquezas de Itaca.Itaca es quien te dio ese viaje maravilloso, sin ella nunca hubieras partido, y ahora ya no tiene nada para darte.Y si ahora la encontrás pobre, no es que te haya engañado: con la sabiduría y experiencia que ganaste, ya entenderás de sobra qué significan todas estas Itacas. |
a Poesía reunida de Juan Gelman, publicada en noviembre de 2012 por Seix Barral con prólogos de Julio Cortázar y Pere Gimferrer, contiene una treintena de libros y más de 1300 páginas. Esta selección de poemas contiene algunos de sus versos más populares y permite recorrer una obra atravesada por el amor, el compromiso político, la represión, el exilio y la desaparición de parte de su familia durante la dictadura argentina. DESCANSE EN PAZ.
EL JUEGO EN QUE ANDAMOS
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.
Del libro El juego en que andamos (Buenos Aires, 1956-1958)
GOTÁN
Esa mujer se parecía a la palabra nunca,
desde la nuca le subía un encanto particular,
una especie de olvido donde guardar los ojos,
esa mujer se me instalaba en el costado izquierdo.
Atención atención yo gritaba atención
pero ella invadía como el amor, como la noche,
las últimas señales que hice para el otoño
se acostaron tranquilas bajo el oleaje de sus manos.
Dentro de mí estallaron ruidos secos,
caían a pedazos la furia, la tristeza,
la señora llovía dulcemente
sobre mis huesos parados en la soledad.
Cuando se fue yo tiritaba como un condenado,
con un cuchillo brusco me maté
voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre,
él moverá mi boca por la última vez.
Del libro Gotán (Buenos Aires, 1962)
CONFIANZAS
se sienta a la mesa y escribe
«con este poema no tomaras el poder » dice
«con estos versos no harás la Revolución » dice
«ni con miles de versos harás la Revolución » dice
y más: esos versos no han de servirle para
que peones maestros hacheros vivan mejor
coman mejor o el mismo coma viva mejor
ni para enamorar a una le servirán
no ganara plata con ellos
no entrara al cine gratis con ellos
no le darán ropa por ellos
no conseguirá tabaco o vino por ellos
ni papagayos ni bufandas ni barcos
ni toros ni paraguas conseguirá por ellos
si por ellos fuera la lluvia lo mojara
no alcanzara perdón o gracia por ellos
«con este poema no tomaras el poder » dice
«con estos versos no harás la Revolución » dice
«ni con miles de versos harás la Revolución » dice
se sienta a la mesa y escribe
Del libro Relaciones (Buenos Aires, 1971-1973)
EL EXPULSADO
me echaron del palacio/
no me importó/
me desterraron de mi tierra/
caminé por la tierra/
me deportaron de mi lengua/
ella me acompañó/
me apartaste de vos/
y se me pegan los huesos/
me abrasan llamas vivas/
estoy expulsado de mí.
yehuda al-harizi (1170-1237/toledo-provenza-palestina
Del libro Com/posiciones (Paris, 1984-1985)
REGRESOS
La palabra que
cruzó el horror, ¿qué hace?
¿Pasa los campos del delirio
sin protección?
¿Se amansa? ¿Se pudre?
¿No quiere tener alma?
¿Amora todavía, torturada y violada,
tiene figuras remotas
donde un niño de espanto calla?
La palabra
que vuelve del horror, ¿lo nombra
en el infierno de su inocencia?
Del libro Valer la pena (México, 1996-2000)
Tenc la forma d’una gran llàgrima.
No cerc ningú que em consoli. És que som
com el riu que no pot desitjar
res més que esser riu, encara
que vegi els arbres i les estrelles.
Res puc desitjar que no sigui possible.
Ignor de mi tota la carn
i tota l’ànima. Sols reconec
el meu nom dins les boques
dels homes que l’interpreten
amb una gèlida rialla.
Sé l’espai que ocup
quan els amics cínicament
m’assenyalen amb el dit.
¿Què som els homes?
Cans, per ventura.
¿I els amics?
Tal vegada cans
repentinament afamegats
de carn i sang amorosa.
Però jo, conscient,
vaig arrancant de l’aire
tot el que pugui esser
record meu. Meu per un instant.
Vull esser realment
com una roca que no ha
servit per aguantar una casa
i que els homes decebuts
tornen a la pedrera.
Vull esser inútil. Destruir.
Que se digui de mi que he destruït,
perquè les meves joguines
aquells cavalls de cartró
i aquells soldats de plom
essencialment solitaris,
ja no poden participar del cel
menut i simpàtic
que construïa per a ells.
Arrancat durament de mi,
vull esser a la mesura de tothom.
BARCELÓ, MIQUEL. Així Sia, 1957.
Primeros encuentros
Cada momento de nuestros encuentros
celebrábamos como la Epifanía,
solos en este planeta. Fuiste
más valiente y más ligera que el ala de un pájaro
bajando la escalera de dos en dos,
como vértigo, llevándome a través
de lilas mojadas a sus predios,
al más allá del espejo cristalino.
Cuando llegó la noche tuve la gracia,
se abrieron las puertas del altar,
en la oscuridad resplandecía
y se reclinaba lentamente la desnudez.
Y yo, al despertar, decía: “¡Sé bendita!”
porque sabía que era audaz mi bendición.
Tú dormías, pero las lilas de la mesa
se disponían a tocar tus párpados
con el azul del universo circundante,
los párpados, tocados por el color azul,
estaban muy tranquilos, tu mano cálida también.
En el cristal pulsaban tantos ríos,
montañas humeaban y mares despuntaban,
tenías en tu palma un globo cristalino,
estabas durmiendo en el trono.
¡Dios justo! Tu eras mía.
Te despertaste para transformar
el vocabulario humano, usado cada día,
y el lenguaje se llenó hasta el tope
de fuerza sonora, y la palabra tú abrió su acepción nueva, que era el zar.
En el mundo se ha transformado todo,
incluso cosas tan sencillas como el jarro y la palangana,
y el agua dura y laminada
estaba de guardia entre nosotros.
Algo me llevaba no sé adonde.
Nos cedían paso, como espejismos,
ciudades construidas por milagro,
la menta, cual alfombra, se acostaba bajo nuestros pies,
los pájaros nos acompañaban haciendo el mismo camino,
los peces subían el río
y el cielo se abrió ante nuestros ojos…
El destino seguía nuestra pista
como un loco con navaja afilada.
MUROS DE AREZZO
Dentro de aquella descarnada iglesia
la nave era una sombra, cuyo aliento
era un vaho de siglos, y en la hondura
vimos la luz sesgando el alto muro.
Y el sueño humano allí, con los colores
del más ardiente engaño, las cenizas
del deseo de un hombre sepultadas
en árbol, en corcel, séquito o ángel.
No puso fantasía ni invención:
sobre la faz del hombre y de la tierra
dejó el orden debido; y admiramos
no la belleza física, la imagen
de nuestra carne serenada. Suma
de perfección es la cabeza humana,
sin fuego de alegría y sin tristeza;
ni altiva ni humillada bajo el arco
del aire azul, tan quieta la mirada
que deja a los caballos sin instinto,
sin crecimiento natural al árbol.
Se nos narra una historia de este mundo;
el pretexto remoto de unos seres
como nosotros mismos, mas sabemos
que el bien y el mal aquí no son pasiones.
La pintada pared nos muestra el sueño
que abolió nuestra escoria: son iguales
el moribundo y el que ama, reyes
y palafreneros, montes o lanzas,
la desnudez y el atavío, sol
o noche, los piadosos y el guerrero,
la sed y la coraza, quien vigila
y el dormido en la tienda, la señora
y sus damas, el estandarte rojo
y el sepulcro, el joven y el anciano,
la indiferencia y el dolor, el hombre
y Dios.
Enamorado alguna vez,
y haciendo realidad el viejo sueño
de una mejor naturaleza, quiso
la perfección. Recordando el amor,
la dicha mantenida, sus pinceles
conservaron los hábitos y gestos
terrenales, copió la vida toda,
y a semejanza de él, aunque visible,
un aire hermoso y denso allí respiran
logrando un orden nuevo que serena:
feliz; sin libertad, vive aquí el hombre.
“Palabras a la oscuridad” 1966