10 AM | 05 May

TIME

Me encanta el cine, adoro el cine. Disfruto de cada fotograma, de cada plano, del protocolo. Y hay películas como esta que te reconcilian con el séptimo arte cuando tu cabeza quizá está saturada de tíos verdes gigantes, problemas de pareja en Las Vegas, bodas de la mujer a la que amas siendo tu el tercero en discordia…

“Time” es un reflejo tan fiero que cuando terminas de verla tienes aún el dulce en los labios de la belleza estética que has contemplado, al tiempo que te acaricias el estómago, aún dolorido por la patada seca y contundente que te ha propinado Ki-Duk Kim.

Todos necesitamos una reflexión serena a diario, un parar de la urbe frenética en la que te mueves, un respiro real en forma de bocanada de aire que te reconcilie con tu yo. Pero ese respiro, esa bocanada es tan peligrosa como necesaria, porque de ahí salen fantasmas, amores, duelos, sonrisas, lágrimas y mordiscos. El rojo y el azul se intercalan en tus pensamientos haciéndote duro el ejercicio.

En esa reflexión salen a relucir algunos pensamientos inconclusos, otros evocadores, sueños por cumplir, realidades fatídicas, pensamientos recurrentes sin sentido, pensamientos con sentido sólo para ti, y toda la felicidad que has sabido ir incluyendo en tu vida.

Pero ¿qué pasa cuando ese pensamiento sin sentido es incorrecto?¿qué pasa cuando en ese pensamiento has puesto tu mejor intención pero aún asi no prospera? ¿qué pasa cuando ese pensamiento te lleva irremediablemente al abismo? ¿qué pasa si toda tu vida se tambalea y se resquebraja por su culpa, asistiendo de manera visceral e impúdica a tu propia autodestrucción?

Eso es “Time”

La bella recreación de miserias humanas, errores personales, decisiones incorrectas, efectos secundarios y sus fatídicas consecuencias. Todo ello adornado de unas imágenes tan bellas estéticamente como impactantes; de una música tan evocadora como directa y de una moraleja- que no moralina- que te advierte del peligro del final del camino. Del bucle diabólico en el que se puede convertir tu vida.

Ki-Duk Kim, muchas gracias por la clarividencia.

SAUDADE
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