02 PM | 02 Jul

RUEGO A LOS DIOSES QUE HABITAN EL BOSQUE SAGRADO

las vacaciones

Ayer Félix decidió hacernos reír. Con Les vacances de M. Hulot, Jacques Tati, 1953. Siendo como es un tipo muy dado a tomarse las cosas a la tremenda, imagino que no servirá de precedente y habrá que esperar otro año hasta que ponga de nuevo una de risa. En todo caso el ojo certero del programador quedó una vez más acreditado. Se propuso que riéramos y reímos.

Por la película de Tati desfila un plantel de personajes estrafalarios, de algún modo fuera de época, en el que parece adivinarse como el germen de la CECA (Comunidad Económica del Carbón y el Acero). Británico, alemanes, franceses, y otros de origen incalificable conviven en un hotel de playa en una armonía desternillante donde los naipes propios pueden hacer jugada en la partida del vecino; o se organizan pic-nics, bajo espíritu y maniobra rigurosamente marciales. (Esos cuatro coches avanzando como en misión de reconocimiento, con el comandante en el vehículo de vanguardia, prismáticos al pecho y mapa en la mano). Y Tati. Un larguirucho voluntarioso y cortés, con una capacidad ilimitada para lleva el desparrame allá por donde pasa. ¡Qué facilidad tiene este hombre para meterse en el propio centro del embrollo sin proponérselo! De ese modo acaba recibiendo el pésame, como un familiar más, en un entierro desconocido; o en un refugio de montaña por la simple casualidad de haber intentado ayudar a cargar una mochila sobre los hombros de una señorita desconocida. Y más. Y todo ello con una parquedad de gestos, con un comedimiento facial que se diría de cartón. De hecho, a mi entender, solo actúa de cintura para abajo: con el modo de caminar. Bueno, también logra que actúen por él su pipa y su sombrero. Y además está el despliegue de efectos especiales. Como cuando se mueve el bote de pintura al compás de las olas para que esté, o no esté, al alcance del pincel de nuestro hombre, según convenga a la carcajada del respetable.

Y los gags. ¡Qué decir de la cabeza del niño asomando por entre los radios del volante del autobús!

Félix, haznos reír con más frecuencia, que fuera de la sala Negrín ya hay mal rollo para aburrir. De todos modos, y mientras te decides, que los dioses habitantes del Bosque Sagrado (ya sabes, Hollywood: bosque sagrado) bendigan tu herejía cinematográfica.

ALFONSO PELAEZ

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1 comentario

  • Colectivo Rousseau

    Alfonso, la próxima peli programada no va ser bendecida por el Bosque Sagrado. Angelopoulos no está en sus oraciones, pero como me la propone Petros Markaris no me queda mas remedio que rendirme.

    ↶Reply2 julio, 201614:55