02 PM | 02 Abr

CULPABILIDAD O RESPONSABILIDAD

CULPABILIDADHola amigos:

 

Una pregunta que está en el ambiente, y que es inevitable que surja después de más de 90 días sin gobierno, tiene que ver con la culpabilidad (responsabilidad) de los agentes que intervienen en su consecución, o sea, los partidos políticos representados en la democracia parlamentaria que tenemos con los 350 diputados. No solo con vistas a como se preparan o sé sitúan, si falla el acuerdo que se busca, ante unas nuevas elecciones y que, por supuesto, es fundamental para la dirección de nuestro voto posterior.

No nos paramos a pensar la dificultad de la matemática, (o lo despachamos con el “para eso les pagamos”) que les hemos dejado después del 20-D sino, lo más importante, la exigencia de los ciudadanos que estaríamos prestos a quitarles nuestro apoyo si traicionan nuestros compromisos con ellos, los de cada uno con sus elegidos, con sus programas electorales. Ahí está, ¡el hombre capaz de hacer promesas! que diría mi Nietzsche. Inconveniente de delegar tanto, y tan en fecha fija, alejándonos después, nuestra decisión política, perdiendo tan gravemente nuestra soberanía. Cosas de la democracia representativa a la que no podemos renunciar hoy. Esto es más pertinente en épocas de cambio de régimen, de crisis orgánica o de nuevos desplazamientos de fuerzas sociales y políticas, que ya no son o no serán las mismas. Porque la batalla, no se nos olvide, como dijo Iglesias en aquel debate preelectoral a 4, novedoso en España, con aquel poético y político final, es tan vital que, o volvemos a restaurar el régimen oligárquico, de las élites económicas y políticas que nos han traído hasta aquí, o lo perdemos de vista, aunque sea lenta, pero irreversiblemente. Ese olvido, sobre lo que ha pasado y está pasando, si se produce, es dramático para nuestros ciudadanos y como país.

En 1982 lo resolvimos apostando definitivamente por el cambio, y tampoco sabíamos dónde nos podía llevar el PSOE de aquella época que venía del marxismo y el pueblo, mayoritariamente, de la larga noche del franquismo. Hoy, hemos dejado la situación, en un empate trágico. O avanzamos por el cambio, con nuevas fuerzas; O retrocedemos, para la restauración de las que nos han llevado a la degradación actual, política, institucional, económica y social. Pero esto no es fácil verlo, está enmascarado. Porque puede haber renovación sincera o no de algunas fuerzas antiguas, y devaluación y degeneración o no de otras, presuntamente nuevas. Pero estos procesos son lentos, no se producen milagros de golpe. Hay que darles tiempo fuera del poder para hacer su Bag Godesberg particular o echarles definitivamente, en el caso de fuerzas antiguas ya conocidas por su comportamiento reciente, y hay que ver el sentido y capacidad de las nuevas fuerzas para influir, desde los tiempos neoliberales que corren, para realizar cambios muy decisivos que nos afecten favorablemente, de modo difícilmente reversible.

Es  necesario, por tanto, afinar mucho en la perspectiva de cada uno de los agentes políticos para ver donde están los puntos de fuga que ya no vuelven a ser lo de antes, y los que son viaje de lavado y apariencia para que todo lo importante, para nosotros los ciudadanos, siga igual. Pensemos sobre ello. Pienso que, un análisis serio del origen y programa de CIUDADANOS nos sitúa en esta segunda perspectiva, de la llamada regeneración democrática, y otro distinto, el de las propuestas que pueden ser cambio profundo no reversible fácilmente, nos situaría en la perspectiva de PODEMOS. El análisis del sentido es fundamental, y la clave del mismo es la política económica y social, de las políticas públicas, de cada uno de ellos para entender esto.

De mi análisis, sobre lo que ha pasado en estos noventa días, he llegado a una conclusión, que ya conocía desde la filosofía: las fuerzas llevan consigo, no por esencia metafísica, el sentido de lo que pueden y quieren, no más pero tampoco menos. Cuando cambia el contexto, es decir, se produce un acontecimiento, es porque hay  fuerzas que cambian con él, inexorablemente, o que se anticipan o que responden comprometidas con él, o se aíslan y quedan fuera sobrepasadas por el acontecimiento. El 15-M es, en este sentido, una encrucijada de caminos.

Por poner un ejemplo, esta vez con el PP. El PP hace lo que puede, que es aceptar que no tiene alianzas, que no las ha generado en estos años de recortes sociales, de prepotencia política, y de corrupción económica estructural, social e institucional, implementada en el régimen del que se benefició, y de no ver nada de los cambios que llegaban inexorablemente, con los movimientos sociales y políticos de resistencia y de presencia e identidad política nueva después del 15-M. Por eso, queda aislado a la espera del fracaso de los demás, con su resto de hombres creyentes ( más de 7 millones y primera fuerza electoral, no se olvide), que no parecen dispuestos a exigirle ningún cambio. Lo lógico es que le hubieran mandado a un lugar distante del 1º para regenerarse en la oposición, no en el poder, donde es imposible esa tarea. Siempre me ha fascinado el tipo de creencia acrítica del votante conservador. Es la misma pura fe del creyente en el Dios metafísico que por ese conducto cree en el que tiene el poder en la tierra, porque todo poder deriva de uno trascendente para ellos. Ya sé que también hay muchos intereses en juego, claro, no lo olvido; ya no habrá clases inmutables, pero intereses de que no afecten a los míos, particulares, si hay cambio, claro que está muy presente. Sin embargo, y además de esos intereses particulares que se ponen en juego en el cambio, tiene que haber algo de lo otro, metafísico, para que esos 7 millones sigan pertinaces en sus creencias después de lo que ha ocurrido y sigue ocurriendo. Si esto no es así, como digo, no se entendería que haya tantos votos recibidos por este partido, de gente perteneciente a las clases subalternas, desfavorecidas, sometidas, explotadas, perjudicadas, en fin, por la salida de la crisis del capitalismo neoliberal, y la respuesta del PP a la misma, pegada a los intereses de las élites económicas que lo dirigen. La izquierda debe saber esto porque si no es así,  no entenderá nada de su tarea para construir una hegemonía de las fuerzas subalternas que les de un futuro más amable y emancipador.

Respecto a las otras tres fuerzas, PSOE-CIUDADANOS-PODEMOS, que están en el núcleo de un hipotético, pero casi imposible, gobierno, junto con las nacionalistas y soberanistas, que tienen una presencia como nunca la han tenido, por su deriva independentista en algunas de ellas que antes no tenían, ( Félix nos dirá que siempre lo han tenido), aunque algunos no se quieran enterar, digo, con esas 3 fuerzas y las nacionalistas está la clave del futuro a corto y medio plazo en España para evitar una restauración de lo peor, y una apuesta por un devenir mas real ya.

Las preguntas que hay que hacerse son entonces: 1ª/ ¿el PSOE puede ser una fuerza renovadora sincera de lo que ha sido en los últimos años, que pueda regenerarse, sin hacer una gran autocrítica de la política económica, social y territorial que ha llevado a cabo, y después de haber vuelto a la oposición en estos 4 años pasados bajo la hegemonía del PP? Mis dudas, y ojalá haya esperanzas con Sanchez, aunque me temo no le dejan, desde dentro y desde fuera, incluidas las fuerzas correligionarias europeas en las que se apoya. 2ª/ CIUDADANOS, partido con historia en Cataluña, con el apoyo clarísimo, hasta resultar inquietante, de buena parte de las élites financieras y económicas, patronales, bancarias y mediáticas, culpables, a mi entender, de la desigualdad y creciente marginación de una parte muy importante de la población, y con su idea de una España más centralista que federalista, ¿puede sacarnos de ésta situación, solo con medidas contra la corrupción y políticas de regeneración de las formas institucionales, sin grandes cambios en las políticas económicas y sociales seguidas por el PP, y sin ninguna aproximación a un federalismo más representativo de la España de hoy, sobre las que ha llevado a cabo el PP?. No lo creo, sinceramente, teniendo en cuenta su programa económico y social y las fuerzas oligárquicas que le sostienen; 3º/ PODEMOS, que ha demostrado acercarse e incluso ser correa de transmisión política del acontecimiento social de resistencia al poder neoliberal desde los de abajo, con sus 5 millones de votos, similares al PSOE, en solo 2 años, y confluir con fuerzas que quieren ir más allá del Estado autonómico vigente, ya superado y en crisis de legitimación en diversos territorios del estado, ¿puede ser una esperanza de un cambio más igualitario y de cohesión social y territorial en una España más equilibrada en lo social y más plural y diversa en la plurinacionalidad que la atraviesa?

Sí, tengo más esperanza en ello, por eso que digo, por nacer donde nace, en la resistencia popular a la crisis neoliberal y de régimen político en que lo hace, y por las tradiciones teórico políticas que le nutren de sentido. Aunque las fuerzas en la Europa del Sur, deudora, aún sean débiles y la crisis del modelo neoliberal todavía no se aprecie en los pueblos, acreedores, de la Europa del Norte. Pero esto es justo lo que no quieren los demás que forman parte del pacto básico posible para formar gobierno. 

En la política económica y social se diferencia del PSOE claramente y en la política territorial también, aunque es con el único que podría llegar a algún acuerdo para un periodo de tiempo y gobernando en coalición con apoyo exterior nacionalista del PNV y la abstención de los otros catalanes. Porque hay algunos puntos que pueden conciliarse, transitoriamente al menos, tanto en política económica y social y en la territorial. Con CIUDADANOS sería compatible en medidas contra la corrupción y de regeneración política democrática formal, y de cambio en la ley electoral, pero radicalmente incompatible en la política económica y social que se precisa llevar a cabo para una salida igualitaria en lo social y diversa en lo territorial de la crisis del capitalismo neoliberal en España y del régimen político del 78 que la acompaña.

Así de difíciles están las cosas, con un PODEMOS apestado por las élites económicas y mediáticas que no lo quieren ver tocar poder, ya que sus intereses se verían negativamente afectados, al menos hasta que consigan recomponerse de su influencia desde el gobierno. Y con un Sanchez que quiere pero no puede conseguir el Pacto, necesario matemáticamente, con PODEMOS, llevando de la mano a Ciudadanos como garantía de que los poderes de dentro y de fuera, al unísono, queden neutralizados parcialmente. Aunque el sabe, que esos poderes solo tienen ojos para un gobierno de Gran coalición PP-PSOE, con el apoyo exterior o dentro del gobierno, de CIUDADANOS, la apuesta fundamental de las élites económicas y mediáticas a las que las da igual, que el PSOE se fuera al carajo para siempre si deja a PODEMOS como líder de las clases populares, en solitario. Ya buscarían después como acabar con ellos también. Todos los días desde sus atalayas mediáticas y de influencia económica y social hacen apuestas por ello.

¿Encontrarán ese punto intermedio entre PSOE y PODEMOS, de sus respectivos programas electorales económicos, sociales y territoriales, en estas pocas semanas que faltan, para desembarazarse de la compañía de CIUDADANOS y formar un gobierno de coalición que busque los apoyos exteriores que necesita mediante la abstención o el voto a favor para una nueva investidura?. Las notas que le han pillado a Pablo Iglesias sobre su rebaja en los planteamientos de reforma laboral, fiscalidad, flexibilidad del tiempo de ajuste del déficit público, diálogo entre En Comun Podem y el PSC, y la renuncia a ser vicepresidente…, ¿servirán para llegar a un acuerdo y presentarse a la investidura, con un gobierno pactado, antes del plazo previsto, el 2 de Mayo, creo? Tengo otra vez grandes dudas de esa posibilidad, porque los poderes quieren a Ciudadanos como sea, ya que el PP está fuera por ahora, para frenar a PODEMOS, ya que tampoco se fían del PSOE, o mejor de Sanchez, como editorial tras editorial viene adoctrinando, ya sin pudor de neutralidad periodística, El PAIS, y sus “ intelectuales” orgánicos de su régimen político capturado, y lo malo es que las elecciones muy probablemente no resuelvan las incertidumbres aritméticas, con esta ley electoral.

Así que nada seguro aún, seguiremos viendo lo que pasa, pero aprender estamos aprendiendo como nunca los ciudadanos sobre lo que pasa y lo que se dice sobre lo que pasa, lo discursivo siempre para mantener o cambiar la hegemonía de las fuerzas que se disputa hoy y ahora en España y también en Europa, su continuidad o cambio.

 

Saludos

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