12 PM | 24 Ene

COMENTARIO AL FILM “AL FILO DE LA NAVAJA”

Como dije al principio del cine fórum este film, fiel a la novela de Somerset Maugham del mismo título, según nos dijo Mercedes, lectora juvenil de la misma, tenía como espina dorsal, a través de su protagonista Larry, tres visiones de la inherente búsqueda del ser humano a la felicidad, también denominada por un sector más religioso, camino de salvación, que se pueden resumir en:

1/ La felicidad mediante el trabajo que busca la riqueza, la ganancia, para serlo, que en la película, lo protagoniza el rico Elliot y su hija Isabel, fiel seguidora de su “no desviarse del buen camino”, frase a la que recurre cuando ve dudar a su sobrina, que la vigila, desde el momento que Larry se le escapa en su búsqueda de esa felicidad, mediante el viaje que inicia a su mundo interior.

2/ La felicidad, como la entiende el minero, cura excomulgado, que entiende “el saber como una maldición de la civilización”, pero que le dice a Larry en un diálogo precioso lleno de luz cinematográfica y deriva intelectual, que “es un ser religioso aunque no crea en Dios” y “que huye de él”. Tendría que volver a escuchar el relato, pero como queremos seguir este mundo a la velocidad de la luz y más, pues Félix la ha quitado ya de la página web del Colectivo, y ya estamos enfrascados en la siguiente, y en la siguiente…., y así, en la vía de cómo llegar antes a la última…, se nos va lo importante, repensar, sentir lo vivido y razonado al verlas, para que maduren las cosas en nosotros e, incluso, podamos escribir sobre ellas. Ya propuse que el libroforum se hiciera con más holgura, cada 2 semanas al menos, pero no fui escuchado. Parece que en estas épocas, también, necesitamos vernos las caras y escucharnos más. Esta segunda vía de felicidad daría para mucho, porque es la historia del pensamiento desde Sócrates hasta hoy y sigue con nosotros, aunque en su seno está teñida de corrientes críticas, al menos desde Nietzsche, con antecedentes presocráticos.

3/ La tercera vía es la que le explica a Larry el sacerdote hindú diciéndole “ La sabiduría a través del conocimiento de Dios”, es uno de los 3 conductos que llevan al “camino de salvación” que es la síntesis de las otros dos que el identifica con, la fe y el culto y las obras. Es la via religiosa cuyo extremo más acabado, en las que coinciden, de distinta manera, las religiones occidentales a través de la mística y los retiros monásticos, y en oriente, con la reclusión tibetana, y a través del cristianismo con sus Biblias sagradas, en Occidente, y en Oriente, con el brahmanismo e hinduismo, con sus libros sagrados, Vedas y los Upanishad, y que explora Larry en el Tibet, con más o menos acierto cinematográfico ( me quedo, también aquí, con el diálogo, o, mejor, la escucha al sacerdote hindú).

Seguir el itinerario de estas vías de felicidad que el ser humano ha explorado y seguirá haciéndolo, si el CAPITAL, como la religión del presente y futuro, al decir de Benjamin, como la más fetichista de todas, no acaba definitivamente con ellas, que ya está en camino, como ya nos anticipa en la primera de las citadas, de la mano de Elliot, Isabel, Bob y Sofhie, con Maughan de testigo, y con distintos efectos en cada uno de estos personajes, mitificando el Trabajo para ganar el DINERO ( ligado a la deuda y a la culpa), otro fetiche del mismo estilo que el CAPITAL, y haciéndonos creer que es la senda de la modernidad y la única posible de acceso real y segura, hoy. Incluso nos dijeron ( Fukuyama) que ya estamos en el Final de la Historia, una vez derrotado el gran enemigo del comunismo.

De manera que Larry es nuestro amigo en la película, y también Sofhie, por otros motivos, porque sus vidas rebeldes, nómadas, nos sirve como un modelo de vida desinstalada, desterritorializada, en línea de fuga, desviándose del “buen camino” que le señalaban, Elliot e Isabel, rechazando el trabajo para ganar dinero, en la sociedad opulenta, para algunos, de la que podía haber disfrutado a lo largo de su vida, a pesar de la crisis del 29, de la que el rico y los que se plegan a él, en la película, sale exitoso, pero dejando la huella de las crisis periódicas inevitables al capitalismo, con su violencia “silenciosa”, como si fuera natural.

Tenía razón Magdalena, no obstante, cuando señalaba que no es lo mismo el trabajo que el empleo, que solemos asimilar, porque el trabajo produce valores de uso, necesarios para la vida; y el empleo, en esta sociedad, en crisis no obstante, con el desempleo y el precariado, produce valores de cambio, plusvalor en forma de mercancía, como nos recordaba Fernandez Liria en su ponencia del Curso “Marx contra los marxismos” y en sus videos pedagógicos sobre la obra de Marx El Capital, en Youtoube, que os recomiendo. Curso del que acabamos de publicar el Libro que está a vuestra disposición, para el que quiera leer la Carta que hemos publicado en la web para socios y simpatizantes.

Y tuve que citar a Lafargue, yerno de Marx, que publicó “El derecho a la pereza”, un librito muy pequeño, de la que leí el primer párrafo del Capítulo 1. “Un dogma desastroso”, y que, independientemente de que Lafargue tenga otras posiciones no coincidentes con Marx, como dijo Alfonso Peláez, en ésta sobre el trabajo es plenamente coincidente, para lo que dejo escrito, y para no hacerlo muy largo, el comentario del tercer libro del Capital, además de otros varios, similares, en los Grundrisse, que dice:

“……..La libertad en este terreno solo puede consistir en que el hombre civilizado, los productores asociados, regulen racionalmente este metabolismo suyo con la naturaleza poniéndolo bajo su control, en vez de ser dominados por él, como por un poder ciego; que lo lleven a cabo con el mínimo empleo de fuerzas y bajo las condiciones más dignas y adecuadas a su naturaleza humana. Pero este sigue siendo un reino de la necesidad. Allende el mismo empieza el desarrollo de las fuerzas humanas, considerado como un fin en sí mismo, el verdadero reino de la libertad, que sin embargo solo puede florecer sobre aquel reino de la necesidad como su base. La reducción de la jornada laboral  es la condición básica.

¡Vamos, el tiempo libre para el trabajo creativo y contemplativo, ! que ya es posible y necesario, con el desarrollo de las fuerzas productivas actuales. Pero el capitalismo no quiere eso, su estructura no lo permite. Antes el fin de la historia que el fin del capitalismo, se ha dicho.

Un abrazo

EUGENIO

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1 comentario

  • Colectivo Rousseau

    La película, para el que la quiera ver se encuentra en la página. Se puede acceder a ella en vídeos, o bien en el buscador. Un saludo, Félix

    ↶Reply24 enero, 202114:52