Poesía

07 PM | 21 Dic

CARLOS BARRAL

Y tú amor mío, ¿agradeces conmigo
las generosas ocasiones que la mar
nos deparaba de estar juntos? ¿Tú te acuerdas,
casi en el tacto, como yo,
de la caricia intranquila entre dos maniobras,
del temblor de tus pechos
en la camisa abierta cara al viento?

Y de las tardes sosegadas,
cuando la vela débil como un moribundo
nos devolvía a casa muy despacio…
Éramos como huéspedes de la libertad,
tal vez demasiado hermosa.

El azul de la tarde,
las húmedas violetas que oscurecían el aire
se abrían
y volvían a cerrarse tras nosotros
como la puerta de una habitación
por la que no nos hubiéramos
atrevido a preguntar.

Y casi
nos bastaba un ligero contacto,
un distraído cogerte por los hombros
y sentir tu cabeza abandonada,
mientras alrededor se hacía triste
y allá en tierra, en la penumbra
parpadeaban las primeras luces.




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04 PM | 14 Dic

PAUL AUSTER

Fragmento del frío

Porque nos volvemos ciegos
en el día que expira con nosotros,
y porque hemos visto a nuestro aliento
nublar
el espejo del aire,
el ojo del aire no ha de abrirse
a nada salvo a la palabra
a lo que renunciamos: el invierno
habrá sido un lugar
de madurez.

Nosotros, convertidos en los muertos
de otra vida que la nuestra.

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07 PM | 26 Oct

ENRIQUE FALCON

España y poesía, viejita y regañada

 

con la complicidad de Eladio Orta


En mi país cocido de lejos buenamente con las tripas afuera
los poetas comen jeringuillas con leche
carne de avestruz
brotan de las cuevas con un poco de saliva
se derraman por el campo como niños sin dientes.

En mi país cuchillo en las trenzas de los buenos empresarios
no hay huelgas generales:
los poetas las evitan con un trapo en la boca
brotan de las cuevas con temblores de piel
y lamen los cercados de los hombres ricos.

En mi país castigo en periferia de los barrios más bellos
se prohíben cosas que no sean de madera:
con blancos mondadientes se arrancan los colmillos
los poetas honestos de todo el país
brotan de las cuevas con los párpados mudos
para luego calmarse con trescientos espejos
los poetas honestos de todo el país.

Mi
verdadero conflicto:
que me muerden mis versos,
que no tengo país.


(del libro: Codeína)


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