Documentación

12 AM | 08 Dic

BERTOLUCCI

 

Bernardo Bertolucci, hijo del poeta Attilio, al principio se sintió también atraído por la poesía, pero en 1961 abandonó sus estudios de literatura moderna en la Universidad de Roma para trabajar como asistente de dirección de Pier Paolo Pasolini, Acatone. Al año siguiente, gracias al interés del productor Tonino Cervi, debutó con el largometraje “La commare secca”, con argumento y guión de su maestro, que también hubiera tenido que dirigir la película. En 1964 dirigió “,Antes de la Revolución, una de las obras juveniles más intensas de esos años; en 1968 colaboró en el guión de “Hasta que llegó su hora” de Sergio Leone y dirigió “Partner”, inspirado libremente en “El doble (Il sosia) ” de Dostoievski.

 En 1970 dirigió “La estrategia de la araña” (Strategia del ragno) y “El conformista”, la primera inspirada en Borges y la segunda en una novela de Moravia: se trata de dos títulos fundamentales – según algunos incluso los más inspirados – de su filmografía, que anuncian la conocidísima “Último tango en París (Ultimo tango a Parigi)” (1972), una de las películas de mayor éxito en la historia del cine, que en Italia sufrió un sinfín de problemas con la censura. En 1976 dirigió “Novecento”, una película épica que narra las luchas de los campesinos en Emilia y que pretende crear un gran fresco histórico. “La luna” (1979) es un melodrama atípico en el que se mezclan la droga y el incesto con el fondo de la música de Verdi. “Historia de un hombre ridículo (La tragedia di un uomo ridicolo)” (1981) es un retrato agudo y penetrante de la contemporaneidad italiana , con tonos que van de lo grotesco a lo desconsolado. Con “El último emperador (L’ultimo imperatore)” (1987), ganadora de nueve premios Oscar entre los cuales el Oscar a la mejor dirección, inició una trilogía de peculiares superproducciones de autor que siguió, con resultados alternos con “El cielo protector (Il tè nel deserto)” (1990) y “El pequeño Buda (Piccolo Buddha)” (1993). En 1996 este director volvió a rodar en Italia “Belleza robada (Io ballo da sola)”, la delicada historia de una iniciación sexual ambientada en una magnífica villa de la zona del Chianti, en Toscana. En cambio “L’assedio” (1999) – rodada con un presupuesto limitado y muy lograda precisamente por ello – relata la historia de un pianista enamorado de su asistenta extranjera, que consigue conquistar el cariño de la mujer vendiendo todos sus bienes para salvar al marido de ella, prisionero político en su país de origen. En 2003 rodó en París “The Dreamers”, una relectura muy personal de los temas relacionados con la rebelión juvenil de 1968.

 

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12 AM | 08 Dic

EL CONFORMISTA

 

En 1938 en París Marcello Clerici está inmerso en sus recuerdos. Es un joven profesor de filosofía, cuya existencia ha sido marcada por un acontecimiento dramático: en efecto, cree que de pequeño mató a Lino Seminara, un chofer que intentó mantener relaciones homosexuales con él. A partir de entonces ha estado constantemente buscando algo que le rescate del remordimiento que le atormenta. Cuando el fascismo llega al poder, persiguiendo su propio deseo de normalidad, Clerici comulga con el régimen: esta elección le permite introducirse en una sociedad cuyos emblemas son el orden y la disciplina y en la que el mal y la violencia se han convertido en modelos de comportamiento muy extendidos. También su vida privada revela una evidente vocación de conformismo: atormentado por una madre morfinómana y un padre violento, Clerici está comprometido con Giulia, una chica burguesa, fácil y ambiciosa. Sin embargo, él cree que al casarse ella también se convertirá en una señora “normal”. La oportunidad de superar su sentido de culpabilidad se la ofrece la propuesta que le hace la Ovra, la policía secreta fascista: debe entregar a los sicarios del régimen al profesor Quadri, su antiguo profesor de la Universidad y actualmente exiliado político en Francia.

 Colaborando en este delito, Marcello cree que podrá redimirse del asesinato que cometió en su juventud: en efecto, esta vez la muerte se justifica por los principios en los que cree. Con el pretexto del clásico viaje de novios a París, Marcello se reúne con Quadri y su mujer Anna, una francesa muy guapa y emancipada que entabla una amistad morbosa con Giulia, su mujer. Marcello, que se enamora de Anna, intenta evitar que se vea envuelta en el delito que está a punto de cometerse, pero ya no puede aplazar su misión: durante un viaje encoche, asiste impasible al asesinato de Quadri y Anna. Pasan los años y precisamente el 25 de julio de 1943, cuando en Roma se celebra la caída del fascismo, Marcello encuentra por casualidad al hombre al que creía haber matado de pequeño. A pesar de darse cuenta de las aberraciones a las que le ha llevado un remordimiento infundado, una  vez más su comportamiento se adecúa a los nuevos acontecimientos: acusa a Seminara del delito que él mismo ha cometido, denuncia a un amigo fascista y se une a los que festejan la caída del régimen.

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