01 AM | 26 Mar

HIPOSTASIS DEL ICONO

 

 A la segunda fué la vencida y por fín pudimos disfrutar de la excelente película Andrei Rublev de Tarkovski, el comentario que he realizado en filmafinyty se lo he dedicado a Eugenio que ha sido reticente en meterse en la Edad Madia. A Mayki que me propuso la proyección y que al terminar me dijo que le había gustado más la segunda parte la tengo que decir que la Divina Comedia es un TODO, una aventura intelectual del hombre en busca de su salud, no me atrevería a decir que es mejor el infierno que el paraiso, Alfonso se me rajó, y a Carlos le tengo que dar mas caña, aunque a decir verdad el dia que pusimos una del oeste no vino, por algo sería.Vamos con el comentario a la peli:
Una buena experiencia al terminar de visionar la película de Tarkovsky es contemplar el icono de Rublev y preguntarnos si esa imagen de tres ángeles junto al encinar de Mambré pudo conquistar los corazones rusos inmersos en ese mundo tan cruel que se nos va presentando a lo largo de las tres horas de film. Acostumbrados a las imágenes dolientes nos cuesta trabajo comprender que el icono de Rublev sea la hipóstasis del Redentor, y que su contemplación anticipe la salvación.
Rublev representa la concepción bizantina del símbolo propia de la escuela de Nougorod. Sus imágenes se ponen del lado de la concepción iconoclasta de la Iglesia Ortodoxa triunfante en el Concilio de Nicea, que reconoce el papel central del icono en la relación de los hombres con Dios. Por eso Rublev sólo puede pintar si tiene fe, y ésta la encuentra en el genial episodio de la campana donde, entre otras cosas, se demuestra la capacidad para el movimiento de masas de Tarkovski. Boriska llora desesperadamente, Andrei lo consuela, por primera vez rompe el silencio, se compromete a retomar los pinceles. Las brasas del fogón viran del blanco y negro al color para darnos un recorrido por la famosa pintura, que termina con una toma de unos caballos (¿la humanidad redimida?).

En el libro “Esculpir en el tiempo”, escrito por Tarkovsky a modo de diario estético, nos llama la atención sobre dos concepciones pictóricas que contrapone: por un lado Rafael, por otro Vittore Carpaccio. Dice de la Virgen Sixtina que representa a una mujer burguesa normal y corriente, cuyo estado interior se basa en la verdad de una vida, y señala en ello cierta tendencia a lo dulzón y lo alegórico. Las pinturas de Carpaccio, en cambio, expresan para él valor y dignidad entre las nuevas interrelaciones individuales y la realidad material.

La segunda película de Tarkovsky, además de ser una biografía imaginaria del pintor de iconos es una manifestación de su vida espiritual y nos deja el siguiente interrogante: ¿Cuál es la esencia de un artista genial?

A Luis, Hector y Eugenio

 

 

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