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08 PM | 28 May

Hamlet se va de negocios

En el Helsinki actual, el príncipe Hamlet se ha convertido en el accionista mayoritario de un poderoso grupo empresarial que se propone acometer la fabricación de patitos de goma. El poder político-nobiliario de la fortaleza danesa es sustituido por el económico-financiero del capital finlandés. Mediante diálogos secos, simplificación de los asuntos y supresión de lo retórico, la peculiar adaptación actualiza eficazmente el esquema shakesperiano

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05 PM | 27 May

LA MUERTE DE LUIS XIV (próximamente)

 Su reinado fue considerado el paradigma de la monarquía absoluta en Europa, se le atribuyó la frase L’État, c’est moi («El Estado soy yo») y situó a Francia en una posición sobresaliente a lo largo de sus setenta y dos años de mandato. El rey Luis XIV moriría a principios del siglo XVIII a causa de gangrena en una pierna, coincidiendo su agonía con el comienzo de la decadencia de la hegemonía francesa.

El 14 de mayo se conmemora el 375 aniversario de su coronación (14-05-1643), y por ello, hemos querido recordar la película de Albert Serra La Muerte de Luis XIV (2016), protagonizada por Jean-Pierre Léaud. Esta obra narra el final de la vida del Rey Sol, que murió en el año 1715 en el palacio de Versalles rodeado de su corte, entre los que destacan su primer sirviente de cámara, Louis Blouin (Marc Susini), su médico Fagon (Patrick d’Assumçao) y su favorita Madame de Maintenon (Irene Silvagni).

Rodada en un espacio limitado (la película se desarrolla dentro de la alcoba del monarca casi en su totalidad),  no es una biografía al uso, pues filma el fallecimiento del Rey Sol con una curiosa mezcla entre el respeto y la intromisión. Una intromisión debida a la extrema cercanía con que el espectador es partícipe de la decadencia del rey: de sus lamentos durante la noche, los procesos curativos de su médico Fagon filmados en primerísimos planos,  su reticencia a ingerir alimentos, su manera de toser, beber, y gesticular, su (único) momento de sincera alegría cuando le llevan a sus perros en una de las primeras escenas. La humanización del Dios es tan rotunda que casi podría ser categorizada como visceral. De hecho, la escena final muestra a los médicos y sirvientes de cámara explorando las entrañas del rey tras su muerte para analizar la causa de la gangrena. Serra lleva la ‘’visceralidad’’ de la película a un plano literal. Es una mirada frontal a la agonía del rey, y es esa frontalidad la que hace al espectador sentirse como un intruso en un velatorio, valga el ejemplo.

El film plantea la muerte del monarca con sencillez narrativa y solo aparente sencillez formal, pues cuenta con una cuidada estética barroca, tenebrista. Y es que hay escenas que evocan cuadros del Caravaggismo, por el estatismo de los planos (cortos en su mayoría y de larga duración), la oscuridad, el silencio, los escasos movimientos de cámara, el efecto siempre presente del resplandor de las velas y el contraste entre las sombras y los rojos de alfombras, mantos y vestimentas.  Además, Serra filma los diálogos de una forma curiosa: a diferencia del plano-contra plano clásico, basado en que la cámara enfoca a quien habla, hay numerosas ocasiones en que la cámara enfoca a quien escucha, aumentando así el carácter estático de los planos.

La obra de Serra se contrapone al prototipo de film de época o film biográfico al que el espectador está acostumbrado. A contrario que, por ejemplo, Amadeus de Miloš Forman, que ha sido frecuentemente definido como un tratado sobre la envidia, La Muerte de Luis XIV se aleja de este tipo de pretensiones. No es efectista. A pesar de la humanización que Serra realiza del rey, tampoco puede considerarse una película intimista, puesto que no realiza exploraciones psicológicas demasiado amplias y los diálogos simplemente ilustran la preocupación de la corte que contempla morir a su monarca.

Tampoco parece buscar el fin último de ofrecer la más fiel reproducción de los últimos días del rey, pues el público acostumbrado al film histórico tradicional quizá quede decepcionado al no encontrar entre sus diálogos la famosa frase que se le atribuye a Louis XIV antes de morir: Je m’en vais, mais l’État demeurera toujours («Me marcho, pero el Estado siempre permanecerá»).  Albert Serra huye del cliché y se permite la licencia de dejar de lado la cita, así como de introducir ciertos instantes de humor en un relato esencialmente dramático, como sucede en la escena en que la corte discute sobre los cuestionables métodos de Monsieur Lebrun, un médico que llega a Versalles para ofrecer un elixir curativo al rey.

Cabe destacar también la presencia de la comida, notable y constante durante toda la película, así como la preocupación por la alimentación del rey. Puede ser interpretado este detalle como un homenaje a la cultura francesa/ mediterránea. Tampoco debe pasarse por alto que Serra, un director que generalmente trabaja con actores no profesionales en su búsqueda de la autenticidad, elige precisamente a uno de los actores predilectos de Godard y Truffaut, Jean-Pierre Léaud, para interpretar a un personaje considerado  una de las figuras más importantes de la historia de Francia. Se menciona también a Molière y a la Universidad de París, así como a personajes notables de la época.

Con todo esto, puede concluirse que el objetivo La Muerte de Luis XIV es mostrar la caída del todopoderoso que se creía eterno,  donde subyace un discreto homenaje al arte y a la cultura francesa en todas sus dimensiones. Es una película biográfica quizá no apta para cualquier paladar, donde el director se ha permitido ciertas licencias experimentales, aunque siempre desde la consideración que exige una reproducción del Rey Sol. No da sorpresas, y tampoco las había prometido: quizá esa falta de presunciónsea el mayor acierto de Serra y por tanto, el punto fuerte de la película.

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01 AM | 27 May

¡QUE OPORTUNIDAD PERDIDA!

(1)

De madrugada, y una vez conocidos los resultados de San Lorenzo, lo primero que se me ocurre es felicitar al partido Vecinos, y recordar la teoría del PP sobre el gobierno de la lista más votada, y lo pernicioso que resulta el pacto de perdedores, y por qué no, también las mofas de “los ágoras” a mí análisis post-electoral de las generales.

A estas horas de la noche, no pretendo que mi memoria sea un pozo de ejemplaridad, sí al menos de libertad. La memoria me extrae del pasado una obstinada manía por la ética política, por las actitudes deleznables, y por las malas vibraciones. Decía Michaux: Memoire n’est plus obstacle.

¿En cuántas ocasiones he explicado que en política no todo vale? ¿En cuántas ocasiones, tanto en los medios de comunicación, como en las asambleas, le he pedido a Hontoria, cabeza de lista del PSOE, que el camino escogido no era el correcto? En muchas, sin duda, y la respuesta ha sido un expediente disciplinario, y la retirada del saludo. A estas horas, lo que me sale de dentro, por el cabreo que me produce haber perdido una oportunidad de obtener un resultado favorable en las elecciones, es que antes de comer, nos presentes tu dimisión. Yo te lo agradecería, no hagas daño al partido.

Tendremos tiempo de hacer conjeturas sobre los posibles pactos, pero el  recalcitrante Iván, que se vaya unos días de vacaciones al rincón de pensar. Siento el resultado de Esteban, me esperaba más.

(1)Foto de la entrada, publicada en la página web del PSOE de San Lorenzo de El Escorial. El autor es  Jose Emilio España, para evitar denuncia en los juzgados. (según me comunica él mismo)

 

 

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02 PM | 25 May

 El laicismo y la ética cívica

                            
                   Luis María Cifuentes
    Prólogo de Victorino Mayoral
             Apeiron Ediciones, 2019

Por Antonio Chazarra Montiel

Cuando aparece un libro es frecuente que se hagan reseñas y comentarios. Hace ya varias semanas que tuve ocasión de leer Laicismo y ética cívica de Luis María Cifuentes. No pretendo otra cosa, en esta aproximación, que compartir con los lectores mi satisfacción. Al cerrarlo queda una sensación placentera de obra bien concebida y desarrollada, repleta de pensamiento crítico y sabiduría.

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04 PM | 24 May

…Y TAMBIÉN EUROPA

…. Y también EUROPA

 

Hoy he leído una frase de García Montero, quien por cierto inaugurará los Cursos de Verano,  que vendría muy bien a algunos de los habituales del grupo AGORA dice así: “yo puedo intentar adaptar la palabra poética y el  conocimiento poético a la realidad de hoy, pero no puedo creerme que estoy inventando la poesía”. Si cambiamos la palabra poesía por política, cobra mucho sentido la frase. Yo no sé si, en esos debates electorales en los que  participan candidatos de San Lorenzo, el periodista de turno preguntara por “El verso libre de EEUU” alguno podría darnos noticias de a que poeta se estaría refiriendo, o si preguntara por Timoteo Padrós, que da nombre a una de nuestras calles, el conocimiento fuera muy preciso. Qué queréis que os diga, salvo alguna excepción, me parece que todo es manifiestamente mejorable. ¿Habéis oído a algún candidato hablar de Europa? Me sorprende la falta de debate político sobre Europa, cuando del conocimiento del funcionamiento de las Instituciones europeas, nos podemos beneficiar como vecinos. En la campaña a las europeas del año 1999, tuve la ocasión de organizar un panel de cinco conferencias con la participación de Fernando Morán, Carlos María Bru, Carlos Carnero, Enrique Barón, y la colaboración de la revista SISTEMA,  que dio como resultado que el conocimiento de los futuros concejales socialistas sobre Europa redundara, por ejemplo, con la creación, entre otras cosas, de la Oficina de Desarrollo Local. Pido, desde estas líneas, el voto para Josep Borrell, (al que saludaré en Valdemorillo) y me reservo el día de reflexión para deshojar la margarita municipal gurriata del día 26. (Para la comunidad de Madrid no tengo tampoco dudas)

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