11 PM | 14 Nov

TARDES PARA EL DIÁLOGO

Si digo, emulando a Enric Juliana, quetarso este mes viene Brumario, no sé si seré comprendido por los concejales de San Lorenzo de El Escorial Tettamantti y Herráiz (así me lo han manifestado, seguramente después de leer mi artículo sobre la romería). No haré por tanto análisis de lo que ha sucedido éste mes de octubre en España, hasta llegar a la investidura de Rajoy y me limitaré, como en otras ocasiones, a comentar algunas cosas que suceden en el entorno más inmediato.

Veo movimientos en la plaza sobre el Belén, espero que este año, de la mano de Pardito, sufra alegrías, para no percibir  la incomodidad (desde el punto de vista artístico) de tener que soportar la visión de los elefantes diariamente. Se ponen en marcha los presupuestos participativos, una iniciativa socialista de Tarso Genro, alcalde de Porto Alegre, y que para entender el objetivo de los mismos decía lo siguiente: “El alcalde de Porto Alegre decide mucho menos que cualquier otro, pero sus decisiones han sido fundadas en decisiones colectivamente articuladas y eso le hace un alcalde mucho más fuerte que los otros. Renuncia a decidir muchas cosas, pero eso amplía extraordinariamente su representación política”. Volveré sobre éste tema el mes de noviembre.

Una novela permite que hagamos una ficción de unos hechos históricos, pero afirmar, así en público sin más, que el supuesto “genocidio indígena” tras el descubrimiento de América, no fue tal y que “la mayor parte de las muertes se produjeron por la gripe y la sífilis”, formando todo parte de lo que se ha venido en llamar la leyenda negra, merecería puntualizaciones. Eso es lo que oí a Cuesta Millán en la presentación de su libro “La boca del infierno”. Hubo algunas “boutades” más, pero ahí me planto.

El filósofo Fernández Buey, de la escuela de Manuel Sacristán, tiene dos libros preciosos sobre el tema que me gustaría poner encima de la mesa, uno es “La controversia de Ginés de Sepúlveda y Bartolomé de las Casas”, y otro “La gran perturbación”, donde se hacen preguntas que nos gustaría poner en común en las TARDES PARA EL DIÁLOGO, una propuesta del colectivo que pondremos en marcha los segundos miércoles de cada mes en la Casa de Cultura.

¿Puede alguna de las versiones del relativismo cultural esbozadas en el siglo XVI valer todavía para entender comportamientos culturalmente contradictorios en esta época de la mundialización del mercado, mercantilización universal, grandes migraciones y crisis del estado-nación? ¿Es posible derivar del debate europeo sobre los indios americanos un concepto de tolerancia todavía aceptable en estos nuestros tiempos de xenofobia de reafirmación del racismo en Europa?

Preguntas de este tenor, u otras para repensar la izquierda, son las que nos gustaría contrastar públicamente, y por eso la propuesta de las reuniones vespertinas cada segundo miércoles de mes, que serán moderadas por Alfonso y  a las que ya estáis todos invitados.

Compártelo:

Escribenos un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *